Ana Olivera: «Dimos vuelta la página en la obsesión por resolver el problema de la limpieza»

Estamos en el cierre de 5 años de gestión. ¿ Cuál es su evaluación ?

Una precisión que quiero hacer, la gestión se cierra en julio del año 2015, aún tengo 6 meses para culminar un conjunto de proyectos importantes y dejar encaminados, para el próximo periodo, iniciativas que son estratégicas.

Lo digo porque está en la base de la discusión, sí las elecciones departamentales deben ser con 6 meses de diferencia de las nacionales o no. Puede haber una sensación de paralización, pero nosotros no nos paralizamos y trabajamos con la vocación, más allá de la elección nacional. En mi opinión, las elecciones o son al mismo tiempo, o son con una diferencia, no menor, a los 2 años. Lo mejor, es que no se produzca, esta contradicción permanente.

Me han entrevistado medios internacionales y me preguntan cual es la perspectiva para Montevideo. Mi respuesta es, Montevideo no se elige ahora. Esta respuesta, no significa que no estemos en un proceso de evaluación. Estamos haciendo el listado de todo lo hecho. Hablemos de un caso, el Mercado Agrícola, no es solo la obra allí, sino la revitalización de Goes, entonces es la Casa de la Cultura en la Estación Goes, la remodelación de la biblioteca, la plaza, el Centro de Educación Inicial propiedad de la Intendencia. También hicimos la articulación con los privados y Altos del Libertador que está en pleno proceso y lo positivo que es para la venta, la puesta en marcha del Mercado. Es un proyecto y no es la recuperación del Mercado únicamente.

Hay objetivos que cumplimos y hay un intangible que explica, porque acepté ser candidata a Intendente, que es la instalación de los 8 Municipios. Recordemos el debate que se dio, el Frente Amplio pensaba desde el año 89, que debían existir gobiernos electivos, en un proceso de descentralización, que impulsó Tabaré Vázquez, con mucha fuerza, cuando fue Intendente de Montevideo. Como la Constitución no lo permitía, durante 3 años, hubo un proceso que fueron los Gobiernos Locales designados. Hasta que llegamos a lo que hay hoy, que son Autoridades Locales electivas, que tienen competencias establecidas y recursos para llevarlas adelante. Tienen la obligación de armar su proyecto quinquenal con los vecinos, también tienen la obligación de hacer rendiciones de cuentas anuales y públicas. A cada Municipio, le corresponde unos 180 mil habitantes y han demostrado que pueden ejecutar. Ejecutan el 12% del presupuesto del Gobierno Departamental.

¿Ud. los considera el buque insignia de la administración?

Son una seña de identidad, de los últimos 25 años, en los sucesivos gobiernos frenteamplistas en Montevideo, la descentralización con participación. Como todo proceso, tuvo momentos altos y otros que uno siente que tiene que remover, airear. Antes de las elecciones, hicimos los diálogos por la participación y obtuvimos muy buena respuesta.

¿En esta estructura, donde entran los Centros Comunales?

Hoy son servicios de los Municipios y a diferencia de antes, hay autonomía para resolver y recursos para hacerlo. El barrido adentro de los barrios, depende de los Municipios y hoy se ve en lugares donde antes la administración no llegaba.

La existencia de los Municipios, no significa que Montevideo esté partido en 8. Hay un programa departamental de gobierno y las propuestas tienen que ir en consonancia. Y esa coordinación, se vio con los espacios públicos, como vertebradores de la convivencia. Los Municipios, han abordado la tarea de recuperación de los espacios públicos con ganas, creatividad e iniciativa.

¿Cómo ve el relacionamiento de los montevideanos con Montevideo?

Creo que ha habido un espacio de apropiación del espacio público y cuando la gente se apropia lo cuida. Un ejemplo es lo que sucedió con el Plan Casavalle, cuando inauguramos la plaza, hace un año, que nos dijeron que no iba a durar. Debimos recuperar por el uso y hubo cero vandalización. La gente se siente orgullosa y lo disfruta. La gente te dice “ahora nos visitan”, ya a estado la Sinfónica y la Filarmónica. Allí vamos a construir un Centro Cívico, y construiremos una nueva Policlínica. Hay un proceso de dignificación, que hace que la gente se apropie.

Sin embargo, la gente aún no considera la vereda, como la extensión de su casa, que es su responsabilidad y nos cuesta con el tema de la limpieza. Nosotros dimos vuelta la página, respeto a nuestra obsesión de resolver el problema de la limpieza en este quinquenio y dar todos los elementos para que pueda cumplirse de la mejor manera. Hoy, la percepción de la ciudadanía, es decir, “mi cuadra está limpia”, lo señala un 50%, “mi barrio está bastante limpio pero la ciudad no”. Entonces, empezamos a preguntar, que es lo que determina, que la ciudad esté sucia. La gente dice “la basura en el entorno del contenedor”.

La basura en torno al contenedor, tiene una atención especial, llamada Zona Limpia, que cuando hay paro, están estos equipos, para limpiar alrededor de los contenedores.

La pregunta es ¿quién genera la basura entorno al contenedor?, y lo primero dejo de ser el clasificador, la primera responsabilidad es de los bolseros. Los bolseros son personas, que en su mayoría, viven en la calle y que buscan dentro del contenedor para consumir.

¿Y como están los controles?

Tenemos cámaras de vigilancia en 18 de julio, 8 de Octubre, Paso Molino. Los equipos de Zona Limpia, también tienen una función de inspección. También hacen una tarea de investigar, porque lamentablemente, todavía hay un sector del comercio, que también es responsable de la basura, en el entorno del contenedor.

Los comerciantes, tienen que contratan servicios especiales y no tirar en el contenedor domiciliario. Cuando multamos, es porque la gente, tiene que entender, que no pueden dejar la basura al costado del contenedor. Los montevideanos dicen, que el problema son los bolseros, los propios vecinos,  y un 1% dice que son los clasificadores de residuos. Hay, por parte de la gente, un mayor sentido de la responsabilidad.

Hay analistas políticos, que señalan, que el Frente Amplio logró una mayor transformación del país en 10 años, que lo que logró en Montevideo en 25 años. ¿Ud. que piensa de esa afirmación?

No coincido para nada con ese análisis. Montevideo tuvo un proceso de transformación muy grande. En el 2002, cuando se produce la crisis  y el Frente Amplio decía “tiene que haber un Plan de Emergencia Nacional”, nosotros lo instrumentábamos aquí en la Intendencia para Montevideo. Dejamos de destinar recursos para la infraestructura y dimos prioridad a las políticas sociales.

Recordemos que el FONASA no existía, la gente tenía DISSE pero no podía pagar los medicamentos y se los dimos en las 25 policlínicas que teníamos en Montevideo. Recordemos, que también destinamos recursos alimentarios, pero en aquel momento, también recuperamos el Teatro Solís, que fue mucho dinero. No hay que olvidar el gran conflicto con los trabajadores municipales y simultáneamente la denuncia del Convenio. Esto significó, que cuando Ricardo Ehrlich fue Intendente, durante 3 años, hubo muy poco dinero para las inversiones.

En el 2005, asumimos el gobierno nacional, y hubo cosas que dejo de hacer el gobierno departamental. En mi caso, fui parte de la creación del MIDES y hace 10 años, teníamos una situación distinta para avanzar, sin embargo, hubo 80 millones de dólares que pagar del  juicio que ganaron los trabajadores municipales y recién a finales de 2007, pudimos plantearnos recuperar los grandes atrasos. Atrasos que los sufrimos al inicio de este periodo. Debimos hacer un equipamiento completo del área de la Intendencia. Tuvimos que arreglar Felipe Cardozo, que estaba por colapsar.

En mi campaña electoral, hubo quienes me criticaron, porque salí encima de una montaña de basura. Hoy esto no existe, invertimos 13 millones de dólares, por los cuales Felipe Cardozo, tiene taludes parquizados, también captura de gas, quema de gas metano, recibimos hace un mes el pago por los bonos de carbono, por contribuir a disminuir el efecto invernadero, entre otros. Compramos todo el equipamiento de limpieza, y el reclamo del arbolado desapareció, porque lo resolvimos.

Queda una sola zona de Montevideo donde aún hay atraso. Invertimos 5 millones de dólares para superar ese atraso. A nosotros, nos tocó hacer una gran cantidad de inversiones en el departamento. En resumen, las restricciones de 2001 y 2002, recién pudimos levantarlas en este período. La gente se queja, porque está todo levantado, pero eso es obra de carácter permanente.

¿Cómo califica la relación con su fuerza política Frente Amplio?

Ha sido muy fluida, hemos ido a rendir cuentas y hacer planteos. Cuando llegamos a la administración, el tema de los clasificadores, parecía que explotaba. La Intendencia tenía registrados 5.500 familias, la mitad tenían carro. Nosotros sacamos a los clasificadores del ámbito de la limpieza y los pusimos en el de Desarrollo Social y empezamos a articular con el MIDES, para abordarlo como una política social. P

Para esto contribuyó, las políticas nacionales. El censo dio, que hay 2.500 familias menos dedicadas al clasificado. Nuestra política sobre el tema, implicaba que iba a haber movilizaciones, por eso creímos necesario abordar también nuestras decisiones, con la fuerza política, para obtener los respaldos que obtuvimos, en las decisiones que tomamos.

Creo, sin embargo, que tuvimos dificultades de comunicación y no siempre los compañeros se enteraron o entendieron, lo que estábamos haciendo. Comunicar procesos es complejo. Con la basura nos pasó, nosotros teníamos un plan director, sabíamos que íbamos a recibir muchas críticas, pero nos dijimos que peguen que sabemos hacia donde vamos. Como comunicarlo, no encontramos el camino adecuado. C

on la departamental del FA, tuvimos un vínculo muy bueno en estos últimos dos años. De cualquier forma, siempre nos preguntamos cuanto llega de todo esto a los frenteamplistas. Incluso, teníamos una compañera, destinada para este relacionamiento.

¿Su opinión sobre cómo está el sistema de transporte público?

En las encuestas que hemos encargado, el tema limpieza y recolección dejaron de estar en el centro de las preocupaciones de los montevideanos. El tema urticante es el tránsito. Nosotros asumimos, un sistema de movilidad urbana, que Montevideo lo precisaba. Ese plan, implicaba no solo grandes obras, sino también la accesibilidad. El boleto de una hora, la tarjeta, el boleto estudiantil gratuito hasta el bachillerato. P

asamos del boleto gratuito hasta l6 años y lo aumentamos hasta los 18 años. Del bachillerato completo, hasta los 20 con boleto gratuito, la Universidad hasta los 29 años hasta el 50%. Esto implica mucho dinero, 50 millones de dólares los pone el MTOP y 20 millones de dólares anuales la Intendencia de Montevideo. Para algunos, fue muy polémica, una  frase mía respecto a que el boleto tenía el precio adecuado. Nunca dije barato sino adecuado, incluso si no tuviéramos todos estos subsidios, estaría arriba de 30 pesos.

Montevideo tiene problemas de tránsito, pero no en todas las horas del día, sino en las horas pico. Hay otras ciudades latinoamericanas, que lo tienen en todas las horas del día. En el continente sudamericano, somos la segunda, con menos complicaciones. De cualquier modo, nos comparamos con nosotros mismos y queremos que el tránsito sea otra cosa, y estoy convencida, que tenemos que lograrlo. La solución física, comenzó con los carriles solo bus, los carriles en el medio y con el Corredor Garzón.

Con el Corredor Garzón tuvimos un primer error, que fue no contemplar a la población ubicada en Lezica. Esta población se vio afectada, cometimos otros errores vinculados con la terminal y uno que recién se va a subsanar, que hace a Garzón, pero también al resto de Montevideo, que es sincronizar los semáforos. Por respeto a la ciudadanía, nosotros lo dijimos “en Garzón nos equivocamos”. Dentro del equipo de la Intendencia, hay quienes piensan, que esa era la obra adecuada, sin embargo, creo que sí la ciudadanía no sintió que le aportaba y con el GPS se demostraba que la gente ponía más tiempo, eso ya es suficiente para revisar. Por eso salimos a decir “nos equivocamos”, porque esa fue la forma de dar garantía, de que nosotros, nos íbamos a ocupar de solucionar esos problemas.

En el centro están las personas y no las obras. Esto nos permitió reformular General Flores, que está en pleno proceso de culminación y también entender que el proyecto que estaba acordado para Avenida Italia, había que reverlo y tenía que tener un carácter más metropolitano, que lo que se había planteado en un inicio. Además, el estudio debía ser hasta El Pinar y no solo hasta el Parque Roosevelt. Incluso, había elementos muy delicados en cuanto a la cantidad de centros hospitalarios, centros educativos en el inicio de Avenida Italia. Esto nos llevo a reformular, la segunda etapa del Plan de Movilidad.

Llegamos a un acuerdo con el BID, pero lamentablemente, no obtuvimos los votos de la oposición, y para este tipo de préstamos, se necesitan mayorías especiales en la Junta Departamental de Montevideo. Por eso buscamos otras estrategias, el ensanche de Bulevar Artigas, había que hacerlo sí o sí. Hicimos los cálculos necesarios, para redireccionar los recursos y por eso, la obra de Bulevar Artigas, avanza y tiene muy buena calidad. Incluso, antes que culmine la obra, podremos mirar como queda el entorno. Logramos un fondo no reembolsable de la cooperación coreana. El foco está en Avenida Italia y por último con recursos propios, estamos llamando a licitación, para el Centro de Gestión de la Movilidad, que será un centro inteligente, que nos permitirá utilizar los GPS, que tiene el transporte público.

El transporte público, ha mejorado en accesibilidad. El 50% de la población de Montevideo, reconoce mejoras en el transporte público. Colocaremos paneles electrónicos, para que la gente en tiempo real tenga horarios, calles que se cortan, etc.  Ese centro se está licitando por estos días.

El Presidente electo, Tabaré Vázquez, la convocó para que junto con Marina Arismendi estén nuevamente en el MIDES y tendrán la responsabilidad de conducir lo que puede ser el buque insignia de la administración el Sistema Nacional de Cuidados. ¿Cómo es nuevamente esa responsabilidad? 

Hace un año y medio, definí que llegaría hasta el final del periodo, para cumplir con los ciudadanos de Montevideo y quiero hacer el cambio de mando diciendo cumplimos y entrego esto, con lo que cumplimos y con lo que no pudimos cumplir. Al mismo tiempo que inauguraba el Mercado Agrícola, por aquellos días definí que no iría por la reelección.

¿Es un sabor amargo no apostar a la reelección?

No para nada, sentí una gran tranquilidad, porque sabía que sí te metes en la competencia, cambia la relación respecto a la gestión. Sí yo no me hubiera concentrado en esos grandes temas, no estaríamos entregando la llave del viejo casino Parque Hotel a los responsables de la Secretaría Administrativa del Mercosur y del Parlasur y no estaríamos, el próximo 30, inaugurando el Parque Hotel en el nuevo local. Estas obras son parte de la recuperación del Parque Rodó.

A partir de Julio la nueva responsabilidad.

Me sorprendí y me sentí muy respetada. Tabaré se preocupó, de saber antes,  sí todo esto que yo venía diciendo hace un año y medio, y que a él también se lo había dicho, seguía siendo así. La consideración de los montevideanos ha cambiado, ha mejorado respecto al gobierno departamental y mi respuesta fue “quiero llegar a julio, quiero terminar con lo que nos comprometimos” y todavía tengo jalones muy importantes para llevar adelante. Sí hubiera apostado a la reelección, el 6 de febrero tendría que renunciar y aún tengo mucho por delante.

¿Quiere decir, que Vázquez la consultó de sí usted tenía aspiraciones de ser candidata nuevamente?

Hace ya mucho tiempo, que tanto a la Presidenta del FA –Mónica Xavier- como a Tabaré Vázquez, les anuncié que no iría por la reelección. No es un tema de cómo me siento personalmente, sino con la responsabilidad que tengo de representar a una fuerza política, que hizo un compromiso con los ciudadanos.

En estos últimos días, Tabaré consultó con mi entorno, incluyendo a Marina, para saber si yo mantenía lo que había dicho hace un tiempo atrás. Por eso también, le agradecí porque anunció que me incorporaba al gabinete al finalizar el mandato, como Intendenta de Montevideo. Desde ese lugar también me sentí respetada.