Se realizó novena edición del lanzamiento oficial de la temporada de ballenas
Más de 13 millones de personas contratan salidas para el avistamiento de ballenas en más de 100 países. La actividad genera 2.1 billones de dólares por año en todo el mundo.
Este viernes se realizó en Uruguay, la novena edición del lanzamiento oficial de la temporada de ballenas. Participaron del acto: la directora general del Ministerio de Turismo, Hyara Rodríguez; el presidente del Instituto del Niño y del Adolescente del Uruguay (INAU), Javier Salsamendi; y el director de Medio Ambiente de la Cancillería, Carlos Rodríguez Brianza.
La normativa establece que las aguas territoriales son “un santuario de ballenas y delfines, procurando su preservación”.
Asimismo, la Ley prohíbe “disturbar a los cetáceos en las áreas de desplazamiento, descanso y reproducción”.
El avistamiento de ballenas francas se concentra en la zona este del país, principalmente en la bahía de Maldonado entre los meses de julio y octubre en la que esos mamíferos migran desde el extremo sur a costas de Argentina, Uruguay y sur del Brasil
La observación es una actividad turística que consiste en el avistamiento de cetáceos en un lugar de acceso abierto, ello incluye la actividad humana en plataformas como embarcaciones, aviones, torres o tierra firme.
Por su parte, la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos recordó que están prohibidas las actividades que impliquen: “disturbio, molestia a los cetáceos en las áreas de desplazamiento, nado, descanso, reproducción, de cría o asentamiento”.
No se permite, a menos de 300 metros de las ballenas, nadar, bucear, circular con motos náuticas, pescar y el acercamiento de embarcaciones no registradas.
En la actualidad, más de 13 millones de personas contratan salidas para el avistamiento de ballenas en más de 100 países. La actividad genera 2.1 billones de dólares por año en todo el mundo.
Diversificación de oferta turística
La directora de Turismo, Hyara Rodríguez destacó que la actividad contribuye a la “diversificación de la oferta turística durante todo el año, constituye una fuente de recursos económicos, y mejora de la calidad de vida de los operadores turísticos de Maldonado fuera de la temporada estival”.
En 1995 la población mundial de ballenas francas, con 5.000 ejemplares, estuvo en peligro de extinción.
Las acciones emprendidas por varios estados para su conservación llevaron a que el número creciera a 7.000 ejemplares.
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