Hay “superluna”: la distancia entre el satélite y la Tierra se reduce al mínimo

En las mejores condiciones atmosféricas, falta de nubosidad y cielo despejado, la “superluna” hará que el satélite se presente hasta un 30 por ciento más brillante que lo habitual y parezca más del 10 por ciento de un tamaño mayor al que habitualmente estamos acostumbrados. Además la reflexión de la luz en la atmósfera suele dar a la luna brillos rojizos, que la hacen particularmente distintiva de otras situaciones en que sale de lo habitual en la observación.

La órbita lunar, que es elíptica que no circular, posicionará esta noche en la menor distancia lo que nos separa del satélite, unos 50.000 kilómetros menos que lo habitual, en un punto de la trayectoria conocido como perigeo.

El fenómeno se produce con una relativa frecuencia.

“Superluna” no es un término astronómico en realidad

Si bien las “superlunas” son harto conocidas por los astrónomos que las estudian particularmente en cada ocasión que se producen, el término deriva de la astrología que no de la astronomía. Para esta ciencia la expresión “perigeo-sicigia”, es la más adecuada.

Las consecuencias entre los humanos de las “superlunas”, son una superstición que data de la Edad Media, donde se creó la identificación de “lunáticos” para aquellos cuyas conductas se alteraban radicalmente durante el fenómeno. Actualmente se considera que cualquier vínculo entre fenómenos naturales y las “superlunas” es mera superstición, y que los hechos demostrables –como el tsunami de 2011 en Japón que ocurrió tras una “superluna”- son meras casualidades inevitables en el devenir de los tiempos.

También se considera mera tradición, la idea que la “superluna” es capaz de generar grandes mareas, ya que los científicos afirman que el fenómeno a lo sumo podría incidir menos de centímetros sobre el ras de aguas.