La ciudad de Rosario, Argentina, presentó en Uruguay propuesta cultural para niños

Además del atractivo natural que tiene Rosario con la fuerte presencia cultural y histórica de Roberto Fontanarosa, el Ernesto “Ché” Guevara  y Alberto Olmedo, entre otros, se destaca el “Tríptico de la Infancia”, integrado por La Isla de los Inventos, El Jardín de los Niños y La Granja de la Infancia.

Se trata de tres espacios ubicados en distintos puntos de la ciudad que invitan a pasar largas horas e incluso el día. Cada uno tiene una identidad propia y a la vez de criterios comunes, como los conceptos de “prohibido no tocar”, de “creación colectiva” o de entretener por igual a grandes y chicos.

Puede decirse que la fama de Rosario como usina de arte y creatividad se refleja en las tres propuestas, que sorprenden con juegos y actividades “fuera” de lo convencional.

Otra propuesta puede encontrarse en el centro cultural Plataforma Lavardén y su mágica Galería de los Roperos. A lo largo de un pasillo, las puertas de antiguos roperos pueden abrirse para encontrar un club de barrio con cancha de bochas, mesa de ping pong y metegol, una sala de lectura, o una sastrería teatral para jugar a disfrazarse, o una sala para recostarse sobre almohadas que emiten música y cuentos, o un llamativo carrousel.

Otros de los atractivos son el “Complejo Astronómico Municipal” y el “Museo de los Niños”. Además, en días soleados, siempre será una buena elección disfrutar de distintos paseos y parques con juegos al aire libre.

Rosario siempre estuvo cerca

Rosario es la principal ciudad de la provincia de Santa Fe y una de las tres mayores ciudades de la República Argentina.

Se encuentra en el centro-este del territorio nacional, sobre la margen derecha del río Paraná, en un punto intermedio entre las distintas regiones del país. Está unida por autopistas a Buenos Aires (300 km), Córdoba (400 km) y Santa Fe Ciudad (150 km).

El clima es «templado pampeano», con una temporada calurosa de noviembre a marzo y una fría entre junio y agosto. Cuenta con una población aproximada de 1.200.000 habitantes.

Rosario no deja de crearse y recrearse a sí misma con expresiones que son parte del mejor patrimonio cultural argentino. Sus museos ofrecen alternativas para todos los gustos, los teatros y anfiteatros dan lugar a una variada cartelera de conciertos y espectáculos, las exposiciones de arte se suceden en galerías y centros culturales.

A estas propuestas se agrega el calendario anual de festivales, completando una identidad que se percibe a nivel nacional como usina constante de ideas creativas.

Rosario se abre a sus visitantes con el verde de sus balcones al río, que permiten pasear a lo largo de ocho kilómetros desde el Parque Urquiza hasta el Parque Sunchales, por toda la costa central. El recorrido abarca desde bares y restaurantes hasta museos y espacios para los más chicos.

En el corazón de la ciudad se extiende el tradicional Parque de la Independencia, con un lago artificial donde es posible apreciar el espectáculo de las aguas danzantes. En la zona norte sobresale el Parque Alem y en el sur el Parque Irigoyen con la Plaza del Che en homenaje a Ernesto Guevara.

Las ferias y mercados de artesanos se han transformado en paseo y punto de encuentro de miles de turistas y rosarinos. La creatividad local se expresa en objetos de diversos materiales, desde madera, cuero, piedra y cerámica hasta pinturas, telas y tejidos.

Numerosos puestos de artesanías pueden hallarse en el trayecto ribereño que va desde el Monumento a la Bandera hasta el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro).

Rosario brinda a los más chicos variadas propuestas para divertirse y conocer, invitando a los más grandes a jugar y disfrutar con ellos.

Rosario ha ganado identidad gastronómica mediante sus platos de pescados de río, incluyendo especies típicas como bogas, dorados y surubíes. También tiene una amplia oferta de restaurantes especializados en carnes rojas asadas a la parrilla y a la estaca.

En cuanto a los sabores gourmet, han experimentado un verdadero boom dando lugar a “la nueva gastronomía rosarina”. Importantes premios ubican a los chefs locales entre los más destacados del país.