Mujica felicitó a médicos rurales que tienden una mano y andan al “ras de los yuyos”

Mujica participó este jueves de la inauguración del Hospital de Artigas, junto a la ministra de Salud Pública, Susana Muñiz, y la presidenta de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Beatriz Silva.

En ese marco, el mandatario elogió la tarea de quienes trabajan en la Salud, sobre todo aquellos que dedican su vida a atender a necesitados, al tiempo reiteró la necesidad de apelar a la solidaridad y al amor.

Los médicos y enfermeros “tratan de curar nuestras enfermedades y cuidar nuestra vida, la que se nos hace tan rutinaria que no la cuidamos y hasta frecuentemente la malgastamos”, comentó el jefe de Estado.

“Tenemos tajos y cicatrices en nuestro cuerpo, nuestra historia también tiene ‘tajos’, a veces vueltos cicatrices y a veces sangrando”, comparó.

Asimismo, felicitó a los médicos y enfermeros del interior del país que “dedican su vida en atender al necesitado sin preguntarles a quién votaron, a los que tienen poco reconocimiento social, andan al ras de los yuyos, y tienden la mano”.

“No se cansen de ser buenos, y menos, de ser mejores”, recomendó el máximo mandatario.

Dijo que “todos tenemos algo para dar al otro, aunque no sea más que una mano tendida a alguien que no puede levantarse”.

El alma en la cancha

El mandatario también se refirió a la necesidad de luchar por una “cultura de solidaridad, en una sociedad donde predomina la ambición del progreso, y donde nos gusta poco mirarnos al espejo».

“Tenemos una sociedad cada vez más rica, pero cada vez con más necesidades materiales”, lamentó.

Añadió que cuanto más crecemos como sociedad, “más nos desposeemos de compartir”.

En tal sentido, se refirió a quienes “quedan a un costado del camino”, como aquellas “mujeres con varios hijos a las que algún hombre cobarde abandonó, o los viejos derrumbados”.

Dijo que ellos el Estado “no les puede dar amor, porque eso es intransferible del ser humano”.

De todas formas expresó que “está bien luchar por presupuesto y reclamar”, pero “también hay que poner algo”.

“Hay que poner el alma en la cancha y tender una mano a los que quedan a un lado del camino”, pidió.