El Penal de Libertad logra trabajo y rehabilitación para la mitad de los presos

Hasta el momento el trabajo de los presos ha permitido construir una enfermería y una sala de internación penitenciaria, mientras que se amplió la cantidad de cursos de primaria, secundaria y carreras técnicas a disposición.

Ya se han incorporado docentes en informática, y se trabaja en un taller de electricidad, todo en aulas adecuadas a la condición de los reclusos. Existe un progresivo y constante aumento de la demanda para más cursos, agregó el director quien destacó la carpintería propia en la que se adecuan múltiples insumos del propio penal, así como el trabajo en la cocina que se recuperó y las áreas verdes, que han avanzado sustancialmente.

El cambio de mando y el cambio de conductas

“Hoy por hoy en el establecimiento se puede transitar por todas las áreas, en un ambiente de respeto para todo el mundo”, afirmó el director Bidarte, en declaraciones que publica el diario La República. “Cuando nosotros asumimos existía una gran tensión: dentro de la estrategia del Instituto Nacional de Rehabilitación, que incluye el trabajo y la educación, entendimos que el objetivo era encaminar el Penal hacia esa estrategia y por suerte alcanzamos esa situación”, agregó.

Paralelamente, y en el marco de ampliación de este tipo de experiencias, la Federación Uruguaya de Remo firmó con el Instituto, un convenio de cooperación que permitirá capacitar a individuos privados de libertad en la especialidad de la fibra de vidrio, actualmente industria de relevante importancia para la construcción de botes de remo y otras especificidades del área naval.