Arocena: “Ocupación de UDELAR es un golpe al funcionamiento democrático”

Arocena se refirió este martes, a través de un comunicado, a la ocupación del Consejo Directivo Central de la mayor casa de estudios protagonizado el pasado lunes por funcionarios del Clínicas.

“El 11 de junio de 2013 la sesión del Consejo Directivo Central de la UDELAR fue interrumpida por representantes de la Unión de Trabajadores del Hospital de Clínicas, que a continuación ocuparon la sala de sesiones. El Consejo Directivo Central funciona en forma pública y escucha a todos los representantes de colectivos que solicitan la palabra. En la mencionada sesión hablaron voceros de ambos gremios de funcionarios no docentes de la Universidad, uno de ellos en dos oportunidades; por supuesto, se los escuchó con respeto y nadie los interrumpió”, expresa Arocena en su comunicado.

Asimismo dijo que la interrupción del Consejo Directivo Central fue “un golpe inusual al funcionamiento democrático de la Universidad”.

“Como en años anteriores, la UDELAR solicita un incremento que le permita disponer en 2014 de una dotación de recursos como la planteada al discutirse en 2010 el presupuesto para el quinquenio, manteniendo la distribución de ese incremento entre programas universitarios e incremento de salarios acorde a lo que se había planteado en 2010 como objetivo para 2014”, expresa el rector.

Arocena considera que debe tenerse presente que la recuperación de salarios universitarios desde el año 2010 a 2012, “ha evolucionado por debajo del incremento del salario real medio de la economía uruguaya, distanciándose en este último año aún respecto a la evolución del salario real del resto del sector público, que a su vez, crece menos que el del sector privado”.

Añadió que si tales tendencias se consolidan, e inclusive se profundizan, separando las remuneraciones universitarias aún respecto a las de otras áreas de la educación, “será una señal sumamente inadecuada para una institución que está encarando numerosos desafíos de reforma”.

Interrogante

“La pregunta que queda planteada en definitiva es la siguiente: ¿se quiere agravar al extremo la conflictividad interna, perjudicando a la institución particularmente en su capacidad de revertir las preocupantes tendencias anotadas, o se suman esfuerzos para ello desde el respeto a la pluralidad de opiniones?”, pregunta Arocena en su comunicado.