Militares

Jefe del Ejército, Pedro Aguerre, renuncia a Centro Militar por “difamación infundada” en su contra

El comandante en jefe del Ejército, general Pedro Aguerre, renunció al Centro Militar molesto porque “en esa sede se han incrementado rumores y murmuraciones sin fundamento (sobre su vida particular), lógica que sólo muestran egoísmo y falta de hidalguía”.

General Pedro Aguerre / mdn.gub.uy

Aguerre presentó renuncia este lunes al Centro Militar molesto porque existieron “rumores y murmuraciones sin fundamento, lógica, ni mucho menos verdad”. Dijo que se le ha cuestionado el trato que le da a su padre, militar retirado de 84 años.

A través de una misiva que remitió al  presidente del Centro Militar, Guillermo Cedrés, el comandante en Jefe del Ejército presentó la renuncia, a su condición de socio de la institución a la que perteneció por más de 40 años.

“Soy el comandante en jefe y no puedo permitir que se me difame. Últimamente en esa sede se han incrementado rumores y murmuraciones sin fundamento, lógica, ni mucho menos verdad y que sólo muestran egoísmo y falta de hidalguía”, expresó Aguerre.

Fuentes confiables

El jerarca castrense remarcó que obtuvo la información por “varias fuentes confiables” de que en el Centro Militar se ha cuestionado el trato que le dispensa a su padre, lo que dijo “no es ético, no es lógico ni racional, pero sobre todo no es humano”.

El padre del comandante en jefe del Ejército tiene 84 años y fue uno de los generales que en el año 1971 apoyó el proceso de creación del Frente Amplio.

Agregó que no puede permitir que se lo “difame”, se lo “juzgue” y “condene” por cosas que no ha hecho, sin siquiera poder manifestarse.

“Considero que este tipo de actitudes mina el mayor concepto en los principios de la Guerra y me refiero a la moral del Ejército Oriental”, afirma Aguerre a través de su carta dirigida a Cedrés.

Aguerre también expresa que  ha intentado ser “buen camarada”  desde que ingresó al Liceo Militar en 1967.

No obstante, cuestiona que persiste la “hemiplejia” en la crítica “anónima e indirecta” hacia su persona.

Denunció que “durante décadas ha internalizado” los asuntos personales sin dejar de cumplir como “buen soldado” y “sin hablar o actuar indirectamente en contra de una institución fundamental para la paz de nuestra república”.

“Así no construiremos un futuro de unión en nuestro Ejército, sino que lo fragmentaremos cada vez más. Menos aún lograremos una integración total, ya que si algunos de nosotros no somos capaces de respetar a nuestros camaradas, prestándonos a la calumnia solapada, no pretendamos el respeto de los demás”, sentencia Aguerre en su carta.

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