“Tiempo de actuar”

Asambleístas de Gualeguaychú amenazan con volver a cortar puentes

El piquete de Arroyo Verde

Luego de la guerra de comunicados de las cancillerías de ambos países sobre los controles a la planta, los asmabelístas difundieron un comunicado a través del cual  cuestionan al gobierno uruguayo, reclaman una actitud más enérgica de la administración Cristina Fernández, y amenazan con volver a realizar piquetes en los pasos de frontera.

Pocas horas después, el propio Presidente José Mujica reconoció que la relación con Argentina no está pasando por el mejor momento, y manifestó su aspiración a que la próxima temporada estival no sea de “puentes cortados”.

Los cuestionamientos fueron publicados  en la página web de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú.

Expresan que en los últimos días las cancillerías de Argentina y Uruguay han “intercambiado comunicados de prensa respecto de la publicación de los resultados del monitoreo y los controles que se vienen efectuando en la planta de Botnia y en el Río Uruguay a través del Comité Científico que depende de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU)”.

En tal sentido, sostienen que El gobierno uruguayo manifestó que estaba “dispuesto a darlos a conocer, y el argentino expresó su beneplácito por tal actitud pero envió a la prensa un extenso informe dando cuenta de los obstáculos, impedimentos e incumplimientos por parte del vecino país respecto del aludido monitoreo y las consecuencias de las irregularidades cometidas por la empresa e inclusive por funcionarios”.

“Esta ida y vuelta entre las cancillerías pone al desnudo el fracaso de un modelo que, tal como lo denunciáramos oportunamente, lleva el germen de la decepción y la frustración”, expresan en su comunicado.

Por ello resaltan que la Asamblea “nunca aceptó el monitoreo”, sin embargo, tras la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, “se acató dicho fallo que dispuso, entre otras cosas, el control continuo de la planta de Botnia (hoy UPM) y el sector circundante del Río Uruguay”.

Recuerdan que tras el acuerdo de los presidentes, y luego de los cancilleres, se comenzó a implementar el monitoreo.

“Botnia (UPM) contamina”

“Dos años después se pone de manifiesto, tardíamente, que las trampas y las zancadillas jalonan esta historia. Hoy está claro que el Uruguay ha violado, una vez más, el deber de buena fe y cooperación al que está obligado por tratados internacionales y por la sentencia de la Corte de La Haya”, cuestionan.

Al tiempo que denuncian  que: “el gobierno uruguayo y varios de sus funcionarios actúan como cómplices y encubridores de Botnia”,  que la empresa UPM-Botnia desarrolla, sistemáticamente, maniobras arteras para que no se sepa lo inocultable, que su actividad industrial es nociva para el ambiente, que el gobierno argentino no ha estado a la altura de las circunstancias pretendiendo dar por terminado el conflicto, encapsulando la protesta social, y que los resultados que se pudieren conocer de los ingresos del Comité Científico no serán ciertos, veraces ni confiables”.

Por tal motivo reiteran que “también queda claro, una vez más, que Botnia contamina y que debe ser erradicada de la cuenca del Río Uruguay”.

En ese marco, expresan que “ya no bastan las palabras”, sino que es “tiempo de actuar”. Es por ello que reclaman y exigen: “aunar esfuerzos entre todos para que la posición Argentina sea una sola, denunciando ante los organismos internacionales las inacciones, trabas e irregularidades cometidas por el gobierno uruguayo y la empresa UPM-Botnia en el monitoreo y control de esta pastera y del Río Uruguay”.

Piden que la cancillería de su país los reciba en forma urgente, que el gobernador de la provincia abandone su actitud de espectador del conflicto y se involucre acorde a sus deberes, que  los funcionarios argentinos que tienen conocimiento político y/o científico sobre el accionar del Uruguay en el seno de la CARU y en el Comité Científico, se presenten ante el Juez Federal de Concepción del Uruguay para brindar testimonio por tentativa de contaminación”.

Las conversiones entre Mujica y su par argentina, Cristina Fernández, permitieron, luego de más de seis años, que los ambientalistas de Gualeguaychú levantaran los cortes de los puentes por la instalación de la empresa UPM, ex Botnia, lo que finalmente sucedió en 2010.

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