Uruguay y Hungría, dos equipos míticos en la historia olímpica

Precisamente Hungría, aunque con dos generaciones diferentes, es el equipo con más títulos, al haber logrado tres (1952, 1964 y 1968), seguido de Uruguay (1924, 1928), Gran Bretaña (1908 y 1912), Unión Soviética (1956 y 1968) y Argentina (2004 y 2008), sin que Brasil haya ganado nunca hasta ahora.

Después de tres intentos fallidos en Atenas (1896), París (1900) y Saint Louis (1904), el primer torneo olímpico de selecciones de fútbol se disputó en Londres en 1908, donde Gran Bretaña ganó la primera de sus dos medallas de oro consecutivas, en un torneo con ocho equipos europeos.

En el primer encuentro de fútbol olímpico, ante unos 2.000 espectadores, el 19 de octubre de 1908, Dinamarca arrolló 9-0 a Francia B.

Los daneses volvieron a ganar a la otra escuadra francesa, por 17 a 1, la máxima goleada en un partido olímpico de fútbol. Sophus Nielsen anotó diez tantos.

En Estocolmo-2012, Gran Bretaña que había ganado el oro al vencer a Dinamarca por 2-0 cuatro años antes, derrotó al mismo rival en la lucha por el título en la capital de Suecia (4-2).

En uno de los encuentros, Alemania ganó a Rusia por 16-0 y Gottfried Fuchs igualó el récord de diez tantos de Sophus Nielsen.

Después del triunfo de Bélgica en Amberes-1920, donde España, con Ricardo Zamora en la portería, ganó la plata, llegaron los dos oros de Uruguay en 1924 y 1928 cuando los Juegos eran considerados como Mundiales de fútbol, antes de su creación en 1930.

El legendario centrocampista José Andrade fue el cerebro del once charrúa. Uruguay goleó en la final a Suiza (3-0), consiguiendo la medalla de oro ante 40.000 espectadores en el estadio de Colombes, en las afueras de París. Los tantos fueron anotados por Pedro Petrone, Pedro Cea y Angel Romano.

En Amsterdam-1928, Uruguay confirmó su supremacía. En el plantel uruguayo figuraban ocho titulares del conjunto de 1924, entre ellos Andrade, José Nasazzi y Héctor Scarone.

En la primera final completamente sudamericana de la historia olímpica, Uruguay y Argentina empataron 1-1. Tres días más tarde, en el partido de repetición, Uruguay se impuso finalmente 3-2 gracias a un gol de contragolpe de Scarone.

Roberto Figueroa anotó el primer tanto uruguayo, mientras que Luis Monti, quien fuera luego titular de la selección argentina en el Mundial-1930 antes de integrar la italiana en 1934, igualó la contienda, que fue liquidada por Scarone.

Dos años más tarde, los mismos conjuntos se enfrentarían nuevamente en otra final internacional, el primer Mundial, en Montevideo, ganando de nuevo el equipo local, estableciendo un triplete de prestigiosos títulos mundiales en un lapso de seis años.

En el siguiente torneo olímpico, en Berlín-1936, ganó Italia, confirmando su dominio en esa década, habiendo ganado también los Mundiales de 1934 y 1938.

Tras la Segunda Guerra Mundial, en Londres-1948, llegó el único triunfo de Suecia.

Tres jugadores eran la base de aquel equipo, Nils Liedholm, Gunnar Gren y Nordahl, que triunfaron en el Milán. En 1958, Gren, quien tenía 38 años de edad, y Liedholm, 36, integraron el plantel de su selección en el Mundial disputado en su país. que fue derrotado en la final por Brasil, con un joven de diecisiete años llamado Pelé.

En Helsinki-1952, la historia hizo justicia a una de las escuadras más brillantes de la historia, la selección húngara de Ferenc Puskas, Sandor Kocsis, Zoltan Czibor y Nándor Hidegkuti, que ganó el oro al derrotar en la final a Yugoslavia por 2-0.

Esta selección húngara fue prácticamente la misma que humilló a Inglaterra por 6-3 en Wembley en 1953. En 1954, este equipo, en una de las páginas más injustas de la historia, perdió la final del Mundial de Suiza por 3-2 ante la República Federal de Alemania.

Tras aquella victoria húngara, las diferencias entre el torneo olímpico, con aficionados, y el Mundial, con profesionales, comenzaron a acrecentarse. Los principales beneficiados eran los países del bloque soviético de Europa Oriental, donde no existía el profesionalismo, que se había expandido en el resto del mundo.

Tras los triunfos de la Unión Soviética en Melbourne-1956 y Yugoslavia en Roma-1960, llegaron dos nuevos triunfos de Hungría, en Tokio-1964 y México-1968 con un equipo distinto al mítico de principios de los cincuenta.

El defensa húngaro Deszö Novak estableció una marca única al ser el único futbolista en ganar tres medallas olímpicas: bronce en 1960 y oro en 1964 y 1968.

En Múnich-1972 se impuso otro equipo que hizo historia en los años setenta y ochenta, la selección polaca de Kazimierz Deyna, Grzegroz Lato y Robert Gadocha.

República Democrática Alemana (Montreal-1976), Checoslovaquia (Moscú-1980), Francia (Los Ángeles-1984) y la Unión Soviética (Seúl-1988) ganaron las siguientes medallas de oro.

España logró su único título en casa, en Barcelona-92, con un equipo liderado por Pep Guardiola, que derrotó en la final a Polonia (3-2), con dos goles de Kiko Narváez.

Para Los Ángeles-1984, se llegó al acuerdo de que los equipos de continentes menos desarrollados futbolísticamente (África, Asia, Oceanía, América del Norte y América Central) pudieran tener equipos profesionales, mientras que los miembros de la UEFA y Conmebol se presentarían con jugadores más jóvenes que no hubieran disputado el Mundial.

Desde Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, los jugadores de todos los planteles debían tener menos de 23 años de edad, a excepción de tres jugadores por escuadra que podían ser de mayor edad.

Tras aquella medida, llegaron dos sorprendentes triunfos africanos, Nigeria en Atlanta-96, derrotando en semifinales a Brasil y a Argentina en la final, y Camerún, en Sídney-200, eliminando a Brasil en cuartos y ganando a España en la final en los penales.

Argentina, que no había ganado nunca un título, solucionó esa deuda con la historia al hacerse con las dos siguientes medallas de oro, en Atenas-2004, derrotando en la segunda final sudamericana de la historia a Paraguay por 1-0, con un equipo liderado por Carlos Tevez, y en Pekín-2008, con Leo Messi como estrella, tras derrotar en la final a Nigeria (1-0), después de haber goleado al Brasil de Ronaldinho en semifinales (3-0).