Carta del obispo

«¡Pará la mano, hermano! Te pasaste. Pienso que el lunfardo esta vez te jugó en contra»

«Estimado Eleuterio:

El otro día, en la reunión de ADM, dijiste muchas cosas con tu estilo de siempre: para cantar algunas verdades hablas en «lunfardo». Pero no siempre lo usas: por ejemplo, cuando dijiste que pedir perdón es fácil, perdonar es difícil y poca gente se suma a esa fila. No pudiste usar un lenguaje más formal y verdadero para expresar algo en lo que estamos muy de acuerdo.

En el contexto, sin embargo, no te puedo acompañar. La razón principal es porque pusiste como ejemplo al Flaco ese, que lo crucificaron por gil, porque se pasó predicando el perdón. ¡Pará la mano, hermano! Te pasaste. Si hubiera estado en la reunión me levanto y te paro el carro.

Porque una cosa es que tengas derecho a decir lo que se te antoje y en el lenguaje que se te antoje, pero hay límites, como en todo: el límite se llama respeto. Y te pasaste. Si nadie te dijo nada en público, será por tu cargo de Ministro.

En todo caso, ¿sabés qué pienso? Que tu lunfardo te jugó en contra.

Porque vos y yo estudiamos en los Maristas (con tres años de diferencia a favor tuyo, que para los más chicos era una diferencia importante). Tuvimos los mismos profesores: el Hermano Antonio (a) El Tronco; Salvador (a) Pildorita, Alberto, Alfonso… Ahora pienso …¡qué capacidad de perdonar demostraban!

Te decía, que para mí el lunfardo esta vez te traicionó: porque, en realidad, vos sabés por qué murió Jesucristo; y sabés que su Perdón hay que escribirlo con mayúscula. Y a la altura de la vida en la que estamos, vos y yo tenemos bien presente que cualquier día de estos vamos a encontrarlo y nos va a preguntar qué hicimos de bueno aquí abajo.

En fin, que ya no estamos en edad de macanear con ciertos temas, ¿no te parece?

Por lo demás, mirá que no me olvido de que, cuando fue necesario, tuviste arrestos (judiciales y de los otros: ahora me refiero a los otros) y dijiste que NO a la ley del aborto. Espero que haya más que sigan tu ejemplo.

Un abrazo sin ningún rencor y, como gritábamos todos los días en el patio del Santa María al terminar las clases, ¡Viva Cristo Rey!

 

Jaime Fuentes, de 65 años, es doctor en Teología, docente, periodista e integra el Opus Dei.

Fuentes se ha desempeñado como capellán y profesor de Teología de la Universidad de Montevideoy de Mariología y Orden Sagrado en la Facultad de Teología del Uruguay «Monseñor Mariano Soler».

Estudió en la Universidad de Navarra (España), donde se graduó como periodista en 1967 y como doctor en Teología en 1973, con la tesis «La Iglesia y su reforma según Santa Catalina de Siena». Además, según su currículum, realizó estudios de Filosofía y Teología en el Studium Generale del Opus Dei, en España, y en el Colegio Romano de la Santa Cruz, en Roma.

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