Se cumplen nueve años del último arribo de un ferrocarril a la Estación Central “General Artigas”

Otro problema grave lo constituyen los desagües que, tapados en su mayoría, impiden la evacuación pluvial generando inundaciones en las distintas dependencias, con el consiguiente deterioro.

Desde que la estación fue cerrada, se ha logrado evitar que intrusos se alojaran en su interior, pero incluso desde fuera se ha atentado de distintas formas con el consiguiente agravamiento de situación.

Defendiendo la estación

Desde el “Grupo de pasajeros en defensa de la Estación Central” se advierte que el edificio se está deteriorando cada vez con mayor velocidad, aunque es falso que corra peligro de derrumbe o de colapso similar.

Así lo aseguró Marcelo Benoit, quien no obstante reconoció que el agua de las lluvias se filtra sobre las paredes en forma de catarata muchas veces y con el tiempo eso “producirá un desastre”.

Los allegados al grupo entienden que de rehabilitarse la Estación Central, el tren ganaría hasta 150.000 usuarios al año, en tanto la nueva estación está situada “en medio de la nada”, sin servicios de transporte que lleguen directamente, alejada del Centro, y en zona de peligro durante la noche.

Como contracara, de las cuatro vías que llegan a la otrora central, solamente queda una posible: las otras tres son interrumpidas ahora por la nueva estación que debería, por lo menos, derribarse.