Bebes “aceleraron” capacidad cognitiva y aprenden más rápido

“Si uno pone un cirujano de hace cien años en un quirófano actual, no sabría qué hacer ni por dónde empezar; en cambio, si uno pone frente a una clase de escuela a un maestro de hace cien años, pocas cosas cambiaron para él, salvo el color del pizarrón”,  afirmó Seymour Paert, del Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Massachusetts, durante la Segunda Escuela Latinoamericana de Neuroeducación realizada en Buenos Aires.

Más de 50 investigadores de la última generación de egresados y unos 30 de los científicos más reconocidos en “cerebro” en el mundo, compartieron una nueva experiencia que arroja más luz sobre los fenómenos del aprendizaje infantil.

Las neurociencias y los bebes

Los investigadores coinciden más que nunca en la necesidad de focalizar los juegos entre los bebes y los niños pequeños, como forma de acelerar procesos cognitivos que permanecen de lo contrario aletargados por años, o simplemente no despiertan nunca.

La combinación de juegos dirigidos, con pruebas frecuentes y un “feedback” de acierto y error, pueden ser la base entre la ciencia y el aula, o el mismo hogar, para incentivar a los más pequeños.

Estudios comparativos sobre el resultado de la educación preescolar tradicional, el juego libre y el juego guiado, han dado prioridad a la última modalidad como futuro educativo general.

“El juego guiado reduce la distracción, los chicos desarrollan más regulación emocional, se estresan menos y presentan menos problemas conductuales”, aseveran los especialistas.

Los técnicos creen también que la educación tradicional se hizo “aburrida” hasta para los bebes que desarrollan su mundo en entornos tecnológicamente avanzados y donde asimilan conocimiento mucho más rápido que lo que se creía.