Como en la edad media

La pandemia desató una ola de ataques, violencia y amenazas de muerte a científicos

Movimientos pseudocientíficos, antivacunas y negacionistas de la pandemia se han radicalizado a la luz de océanos de información falsa en la era del internet. Las víctimas principales han sido los científicos en todo el mundo.

Una científica del Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos analiza muestras de hisopados para detectar casos de COVID-19. Foto: UNsplash / CDC
Una científica del Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos analiza muestras de hisopados para detectar casos de COVID-19. Foto: UNsplash / CDC

Una encuesta internacional realizada a investigadores médicos y científicos que hablaron públicamente sobre el COVID-19 reveló que prácticamente todas y todos fueron blanco de ataques, amenazas de muerte y de potenciales agresiones sexuales, y muchos fueron víctimas de campañas de desprestigio.

La encuesta, realizada por la revista Nature (aún pendiente de revisión por pares), mostró que discutir la amenaza del COVID-19 o la efectividad de las vacunas para una gran audiencia es claramente arriesgado. En muchos sentidos, la pandemia no tuvo precedentes, y eso significó una cobertura constante de los medios de comunicación a nivel mundial, incluidas entrevistas con expertos sobre lo que iba pasando sobre la marcha en un evento global totalmente nuevo para toda la humanidad, las diversas etapas para contener la propagación del virus y el camino para salir de él a través de vacunas recién desarrolladas.

Los ataques a científicos no son nuevos: durante la Edad Media muchos de ellos fueron perseguidos, agredidos e incluso asesinados -casi siempre por motivos religiosos- por sus progresistas postulados científicos, como le pasó a algunos célebres de la talla de Galileo Galilei.

Después de escuchar relatos anecdóticos de científicos prominentes, el Australian Science Media Center (ASMC) encuestó a investigadores que habían dado entrevistas a los medios sobre la ciencia de COVID-19. De 50 participantes, 31 describieron que fueron víctimas de ataques y actitudes abusivas en medios y redes sociales, y 12 describieron haber sido amenazados con asesinato, agresión o violación sexual.

Después de adaptar la encuesta y distribuirla a los centros de medios científicos en otros países, incluidos el Reino Unido, Alemania, Canadá, Taiwán y Nueva Zelanda, Nature llevó a cabo su propia encuesta con científicos de EE.UU. y Brasil y publicó los resultados sumando todo.

De las 321 encuestas realizadas, 15% sufrió amenazas de muerte, mientras que 22% fueron agredidos o agredidas física o verbalmente, incluyendo avances o amenazas del tipo sexual.

Algunos llegaron al punto de tener que radicar denuncias por amenazas de muerte contra ellos o sus familiares.

“Durante la pandemia, muchos científicos se convirtieron en celebridades, apareciendo regularmente en nuestras pantallas de televisión, radios y en nuestros canales de noticias. Nos ayudaron a todos a comprender este terrible virus”, dijo Lyndal Byford, investigadora de ASMC. “Pero para algunos, el abuso que recibieron por este servicio público los ha hecho pensar dos veces antes de aparecer nuevamente en los medios”, agregó.

Esto se da paralelamente a la alzada de grupos antivacunas, negacionistas de la pandemia y pseudocientíficos que han aparecido en distintas partes del mundo. Muchos de ellos se han radicalizado y han protagonizado violentos enfrentamientos con autoridades y fuerzas de seguridad. “Si bien no es sorprendente, estos hallazgos demuestran que las opiniones altamente cargadas y polarizadas contra la ciencia que rodean al COVID-19, junto con el relativo anonimato de las redes sociales, han proporcionado un caldo de cultivo ideal para el abuso en línea”, dijo en un comunicado la profesora de la Universidad Queen Mary, Chloe Orkin, presidenta de la Federación de Mujeres Médicas del Reino Unido.

Futuras generaciones en riesgo

Susan Michie, profesora del University College of London, cree que este tipo de violencia puede desalentar a los jóvenes a tomar carreras científicas en el futuro porque, después de todo, ¿quién quiere trabajar en un lugar donde su vida está amenazada?.

“Me preocupa que desaliente a los científicos de carrera temprana, especialmente las mujeres jóvenes y las mujeres jóvenes de orígenes étnicos minoritarios, de participar con los medios”, lamentó Michie.

Por último, muchos científicos informaron sentirse agotados al abrir sus aplicaciones de redes sociales y correos electrónicos después de hablar públicamente sobre COVID-19, y el 42% dijeron que experimentaron angustia emocional o psicológica.

 

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