Uganda establece «impuesto a los chismes» en redes sociales
Todas aquellas personas que usen servicios de mensajería y chats de redes sociales tendrán que pagar un impuesto que tiene como fin "controlar los chismes", según dice el gobierno.
Gritar opiniones impopulares es una de las grandes alegrías de los usuarios de Internet, especialmente porque muchas veces se pueden hacer críticas y denuncias sin sufrir las consecuencias de la censura o la represión. Pero en algunas partes del mundo, ese es un privilegio que puede ser peligroso. Si esas opiniones subversivas parecen estar ganando adeptos, aquellos en el poder pueden reprimir la voz de la discordia.
Uganda parece ser la nación más reciente en la que la libertad de expresión en Internet ya no es un hecho garantizado. El jueves, el gobierno ugandés aprobó una ley que impone un impuesto diario de 200 chelines ugandeses (aproximadamente 5 centavos de dólar) a las personas que usan WhatsApp y Facebook. Al mismo tiempo se exigirá pagar una tarifa del 1% para cada transacción de dinero móvil, un cambio significativo, ya que el comercio electrónico está en auge en el continente africano.
El presidente Yoweri Museveni justificó la medida aludiendo a la necesidad de recaudar fondos que podrían ayudar al gobierno a «lidiar con las consecuencias del lugambo», un término coloquial utilizado para referirse a chismes, difundir rumores, opiniones o insultos.
Adiós libertad de expresión
En seguida aparecieron detractores de la medidas, quienes criticaron al gobierno ugandés por limitar la libertad de expresión. Solo alrededor del 40% de los 40 millones de habitantes de Uganda usan Internet, y una gran parte de ellos usan WhatsApp y Facebook, según publica Reuters. Ese costo adicional seguramente mantendrá aún más personas excluidos del acceso a la web.
No es la primera vez que el gobierno de este país está en el medio de las críticas por reprimir a aquellos que piensan distinto. El Estado tiene un fondo económico para «detener el lugambo», que ha sido aplicado, por ejemplo, contra la activista y defensora de la comunidad LGBTIQ Stella Nyanzi, quien está en la cárcel por «ofender al presidente en internet».
Han prohibido plataformas enteras como Telegram e incluso bloquearon Facebook y WhatsApp durante sus elecciones de 2016.
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