salud coronaria
Cómo reducir el riesgo de infartos cardíacos con cambios en tu dieta
Un infarto es una afección grave que ocurre cuando el flujo de sangre hacia el corazón se interrumpe, lo que puede dañar o destruir el músculo cardíaco. Una de las principales causas de infarto es la acumulación de placa en las arterias coronarias, que puede obstruir el flujo de sangre al corazón.
Uno de los factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir un infarto es la dieta. Algunos alimentos y hábitos alimentarios pueden contribuir a la acumulación de placa en las arterias y aumentar el riesgo de infarto. Por otro lado, ciertos alimentos y hábitos alimentarios pueden ayudar a reducir el riesgo de infarto.
A continuación, te contamos algunas prácticas dietéticas que pueden ayudar a reducir el riesgo de infartos cardíacos:
- Limite el consumo de grasas saturadas y trans: Las grasas saturadas y trans son grasas “malas” que pueden aumentar el colesterol LDL “malo” y aumentar el riesgo de infarto. Se encuentran principalmente en alimentos de origen animal, como carne, lácteos y huevos, y en alimentos procesados, como pasteles, galletas y papas fritas. Trate de limitar el consumo de estas grasas y elija alimentos que contengan grasas “buenas” como las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que se encuentran en aceites vegetales, nueces y semillas.
- Coma más frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras: Estos alimentos son ricos en nutrientes y fibra y pueden ayudar a controlar el peso y el colesterol. Trate de incluir al menos cinco porciones de frutas y verduras al día y opte por granos enteros en lugar de productos refinados. Opte por agregar proteínas magras, como pescado, pollo, frijoles y tofu, en lugar de carnes grasas.
- Limite el consumo de sodio: El sodio puede aumentar la presión arterial, lo que puede aumentar el riesgo de infarto. Trate de limitar el consumo de alimentos procesados y condimentos que contienen sodio y elija alimentos frescos en su lugar. También traté de elegir productos bajos en sodio cuando sea posible.
- Consuma grasas saludables: Las grasas saludables, como el aceite de oliva, el aguacate y los frutos secos, pueden ayudar a reducir el colesterol y aumentar el colesterol
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