Si podemos ver más allá de culpar solo a los celulares por los problemas de los chicos, parece que algunas de las cosas impuestas a los adolescentes también pueden estar fomentando la delincuencia juvenil.
La doctora Michelle Short de la Universidad de Flinders en Adelaide, Australia, realizó una meta-revisión de 24 estudios que compararon los patrones de sueño y varios comportamientos de riesgo en más de 500.000 adolescentes. Los estudios variaron en calidad, pero los resultados fueron notablemente consistentes.
Los adolescentes que no duermen lo suficiente tienen casi un 50% más de probabilidades de participar en el consumo de alcohol y drogas, violencia, relaciones sexuales sin protección y conductas de riesgo en la carretera que aquellos que duermen profundamente, informó Short, en su estudio publicado en Sleep Medicine Reviews.
Short explicó que los estudios que analizó no prueban la causalidad. «Podría ser que haya una tercera variable, como la participación de los padres y el establecimiento de límites», dijo. Sin embargo, señaló que otros estudios han probado el comportamiento de los mismos individuos cuando están privados de sueño y descansados bien. «No pudieron probar la violencia o el consumo de alcohol entre los menores de edad», anotó, pero cuando los adolescentes jugaban juegos de realidad virtual o conducían en pistas de carreras, los que no dormían lo suficiente corrían más riesgos.
Lo anterior ocurre, explica la experta, a corto plazo, pero no se sabe cuál será el efecto a largo plazo o si sus consecuencias serán peores.
«Si las investigaciones futuras pueden recopilar evidencia más sólida de que el sueño juega un papel importante en la toma de riesgos, entonces las campañas de intervención que promueven la seguridad vial, el uso de drogas y alcohol se beneficiarán de apuntar al sueño como una forma de minimizar o reducir el daño», dijo Short en un comunicado enviado por correo electrónico a la prensa.
A principios de este mes, otro estudio confirmó que la reducción del sueño en adultos empeora las enfermedades cardiovasculares. Hace solo unos días, la falta de sueño estaba vinculada a una segunda proteína que se cree causa la enfermedad de Alzheimer y aumenta la sensibilidad al dolor.
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