Cáceres dio marcha atrás y aumentó boleto suburbano

El Poder Ejecutivo el pasado 1º de junio rebajó en un peso el valor de los boletos suburbanos, como consecuencia de la disminución del precio de los combustibles y de los aportes patronales de las empresas del ramo al Banco de Previsión Social (BPS).

Una semana después, el Presidente de la República Jorge Batlle exhortó a que el Intendente de Montevideo Mariano Arana, aplicara la misma rebaja en el costo del boleto capitalino, lo cual fue resistido porque se consideró que el boleto de Montevideo «está vigente con el actual precio desde agosto de 2000, pero desde entonces aumentaron los combustibles, se ajustaron los salarios de los trabajadores, se renovó el convenio, y la evolución del dólar influyó en el costo de los insumos y repuestos».

En la tarde de ayer el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) comunicó los nuevos valores de los boletos del transporte suburbano de San José y Canelones que aumentaron en un peso y que comenzaron a regir a partir de la hora cero, volviendo de esa forma al precio que tenían antes del 1º de junio.

La secretaría de Estado decidió mantener el precio de los boletos para recorridos en Montevideo, válidos hasta el kilómetro 18 de la Avenida Giannattasio, Camino Carrasco y Ruta 5; hasta el kilómetro 21 en ruta 6, 7 y 102; y kilómetro 22 en rutas 1 y 8.

Empero, determinó incrementar en un peso el valor de los boletos «recorrido 4 kilómetros fuera de Montevideo, abono escolar, usuario común, estudiantes o profesionales y jubilados o pensionistas hasta 44 kilómetros fuera de la capital». El pasado sábado el diputado por Alianza Progresista y coordinador de la bancada del EPFA, Víctor Rossi, indicó que «lamentablemente» se había bajado el precio del boleto suburbano, aunque si bien la población disfrutaba de esa mejora, se ponía en riesgo los servicios. En aquella oportunidad el legislador vaticinó que las empresas se iban a desfinanciar y que se estaba buscando «soluciones paliativas para mantener la rebaja compensando a las empresas con algún otro ingreso, exoneración, subsidio o en definitiva aumentar el precio del boleto».

En ese sentido, el legislador encuentrista expresó ayer que «la anunciada rebaja del precio del boleto en el transporte colectivo suburbano, que llevó a participar con mucho interés a Batlle para que se trasladara al boleto urbano, quedó en la nada». «Se confirmó lo que habíamos anunciado. Es decir que el Ejecutivo había procedido a una rebaja que no estaba financiada, que perseguía un interés político, y que iba a traer aparejado la anulación de la rebaja», agregó el parlamentario. Agregó que además se ha corroborado «la forma ligera con que el Ejecutivo trata los temas serios del país, y que al Presidente de la República le pasaron una información que le permitía aplicar una rebaja que él quiso extender a todo el sistema de transporte pero se dio contra la realidad, entonces esa discusión de cómo tenían que repercutir estos precios en el boleto de Montevideo quedó en el lugar que correspondía».

Para Rossi «era evidente que no se podía sostener la rebaja que el Ministerio había aplicado al transporte suburbano, porque la misma no la habían extendido a todo el país y sólo se limitaba a la zona próxima de la capital».

«En su momento alertamos que esa situación artificial no se iba a poder mantener en el tiempo, y que se iba a eliminar la tasa del 5 por ciento, se subsidiaría el boleto, o que iba a aumentar el precio del mismo, y esto último fue lo que sucedió», señaló.

El parlamentario añadió que «si faltaba un botón para la muestra, el boleto que compite en los límites departamentales con el de Montevideo fue el único que se mantuvo la rebaja de un peso, lo que pone de manifiesto la intencionalidad del gobierno de hacer picardías». Asimismo, la pasada semana la Asociación Nacional de Empresas de Transporte (Anetra) comunicó a la Unión Nacional de Obreros del Transporte (UNOT) que debido a la rebaja del precio del boleto existían dificultades para «continuar cumpliendo con los convenios salariales de los empleados, y que existe un desfinanciamiento de las empresas suburbanas que oscila entre el 6 y el 9 por ciento».