Archivo del MDN. Documento constituye una confesión del coronel Cordero sobre su asesinato por torturas en 1974

El calvario de Iván Morales Generali

El coronel Manuel Cordero, actualmente detenido en Brasil y requerido por la Justicia de Argentina y Uruguay, fue el asesino del joven Iván Morales Generali el 21 de noviembre de 1974, según «confiesa» en un documento secreto que fue desclasificado por el Ministerio de Defensa Nacional (MDN) y entregado a la Justicia uruguaya.

El documento –al que accedió LA REPUBLICA– está dirigido al segundo comandante de la División de Ejército I (entonces el general Luis V. Queirolo), y narra las circunstancias en las que Morales Generali muere bajo torturas en el Regimiento de Caballería Nº 6, que en la época comandaba el teniente coronel Omar Goldaracena.

Iván Morales Generali, de 24 años de edad, era militante del OPR 33 y estaba exiliado en Buenos Aires, desde donde habría viajado el 20 de noviembre a Montevideo, para conocer a su hijo recién nacido. No llegó a verlo. Un día después, su cuerpo, torturado y casi decapitado, fue entregado a la familia en un cajón cerrado.

Cordero, prófugo de la Justicia uruguaya para evadir un juicio por «desacato con ofensa» contra el juez penal José Balcaldi (quien pretendía indagarlo, precisamente, por un delito de apología de la tortura), tenía entonces el grado de mayor y estuvo al frente del «interrogatorio» en el que Morales Generali fue asesinado.

 

Descripción de una tortura

El parte de lo ocurrido (ver texto íntegro y facsímiles adjuntos) sostiene que Morales Generali llegó a Montevideo vía Aliscafo y que fue detenido en el domicilio de su compañera en el complejo habitacional de Malvín Norte, aunque otras versiones indican que nunca llegó a esa casa y fue capturado durante su viaje a Uruguay.

Cordero escribe que luego de su captura, Morales Generali tuvo «un breve pasaje de 30 minutos» por dependencias del Departamento IV de la policial Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII) antes de su traslado a la «Unidad Base» del Regimiento de Caballería Nº 6, entonces centro de torturas de la dictadura.

El parte detalla el proceso de «interrogatorio» en el cual se entrelee la tortura sufrida por Iván Morales: «Apenas llegado, se lo comenzó a interrogar y luego de algunas evasivas admite ser integrante de la OPR 33″, dice casi con eufemismo Cordero. «Prosiguiendo el interrogatorio y sin presión admite participar en el rapto de Molaguero», agrega.

«Preguntado por su actual funcionamiento y actividad entra en un cerrado mutismo negándose a hablar. Ante esto se le manifiesta que se van a emplear otros métodos, como amenaza», llega a abundar en la casi sádica descripción el torturador Cordero, hoy beneficiado con una prisión domiciliaria otorgada por la justicia de Brasil.

 

«Muestras de haber fallecido»

«Ante esto dice que no va a aguantar pero que va a hablar, como eso sólo son argumentos dilatorios se lo deja recostado, preparándolo para trasladarlo a otro lugar de la unidad», continúa el relato de Cordero quien no explica en qué estado se encontraba entonces Morales Generali, para tener que dejarlo «recostado».

«En estas circunstancias se suspende momentáneamente el interrogatorio por unos 15 o 20 minutos, en espera de trasladarlo a otras dependencias», continúa la descripción del especialista en torturas que también se encargaría años después de los «interrogatorios» de las víctimas uruguayas del centro de torturas Automotores Orletti en Buenos Aires.

«En ese lapso se habla por 2 o 3 veces con el detenido el cual contesta, llegado un momento en que se nota que comienza a respirar con dificultad, se lo intenta reaccionar con masaje al corazón, mientras urgentemente se llama al enfermero de la Unidad, que llega a los pocos segundos», narra sobre el atlético joven de veinticuatro años de edad.

«En ese instante, éste informa que el detenido presenta muestras de haber fallecido, comprobándolo instantes después, que así había sido», finaliza el relato del crimen del que Cordero da cuenta al teniente coronel Goldaracena, quien le ordena escribir el parte al comando de la Oficina Coordinadora de Operaciones Antisubversivas (OCOA).

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