La sospechosa relación del ex presidente de Antel, Gurméndez, con socio del Grupo Slim

En los primeros días de abril de 2002, el presidente Jorge Batlle recibió un informe de la Corte Electoral en el que le confirmaban que se habían alcanzado las firmas para derogar en un referéndum los artículos 612 y 613 de la ley presupuestal por la que se había eliminado el monopolio que en telefonía internacional tiene Antel.

Batlle decidió anticiparse a una segura derrota en las urnas –como la que había sufrido Luis Alberto Lacalle con la Ley de Empresas Públicas una década antes– y anunció su decisión de eliminar los artículos, de modo tal que los operadores privados que ya habían iniciado sus actividades pudieran continuar actuando.

La decisión de Batlle provocó la renuncia del titular de Antel, ingeniero Fernando Bracco. Durante un acto en la Base Aérea Nº1, Batlle anunció aquel 8 de abril que había ofrecido el cargo a su sobrino, Gabriel Gurméndez Armand Ugón, quien ya había integrado el directorio del ente durante el gobierno de Lacalle.

El retroceso en la apertura de las telecomunicaciones llevó a la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec), a posponer una subasta de telefonía móvil que estaba prevista para aquel 6 de mayo, y en la que la española Telefónica –principal interesado– amenazó con la posibilidad de no presentarse.

El 18 de abril, en sesión secreta, el Senado de la República concedió la venia solicitada por el Poder Ejecutivo para designar al ingeniero Gabriel Gurméndez como nuevo presidente de Antel. El 25 de ese mes, el entonces ministro de Defensa, Luis Brezzo, impuso en su cargo a Gurméndez, quien anunció una reducción de gastos.

Encuentro en Washington

En sus primeras medidas como titular de Antel, Gurméndez impulsó trasladar a las tarifas el Impuesto a las Telecomunicaciones (ITEL) aprobado en la ley de ajuste fiscal de febrero de ese 2002. También designó como gerente general del ente a Jorge Henón, a quien definió como un «hombre de su confianza».

Habría sido entonces, a sólo cuatro meses de asumir en el ente estatal, cuando viajó a Washington DC. para participar en la III Asamblea de la Comisión Interamericana de las Telecomunicaciones (Citel), que Gurméndez conoció a Jaime Chico Pardo, el hombre que lo contrataría como gerente del Aeropuerto de Cancún. Como presidente de Antel, Gurméndez participó entre el 12 y 13 de agosto de 2002 en el panel de la «Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información», mientras Chico Pardo actuaba en la sesión «Agenda de Conectividad para las Américas» en su condición de director general de Telmex, la telefónica mexicana del Grupo Slim.

En una entrevista con el suplemento «Café y Negocios» de El Observador a fines de octubre de ese año, Gurméndez anunciaba, quizás con conocimiento de causa: «Estamos expectantes ante la subasta (de la tercera banda celular), y sería una señal muy fuerte para Uruguay que apareciera un jugador más».

En una nota adjunta a ese reportaje, el periodista Antonio Juambeltz analizaba la situación de las telecomunicaciones en Uruguay y lanzaba la primicia de que América Móvil (filial de telefonía celular del grupo mexicano Telmex) había adquirido el pliego de la subasta de la tercera banda de celulares y podría ingresar al mercado local.

Durante meses la subasta se fue posponiendo. Gurméndez asumió interinamente la presidencia de AFE y, en setiembre de 2003, se supo que tuvo conversaciones con el consorcio Cerealsur, ganador de la subasta del Aeropuerto de Carrasco para ocupar el cargo de gerente general de la terminal aérea administrada por el grupo Eurekian.

La subasta

Fue en marzo de 2004 cuando se confirmó el llamado a licitación para la tercera banda de celulares, en momentos en que la español Telefónica acababa de comprar el paquete mayoritario de acciones de la norteamericana Bell South en América Latina y de Movicom en Uruguay, como pasó para ingresar al mercado local.

La principal operadora de telecomunicaciones de España pidió posponer durante seis meses la subasta para terminar de hacer una auditoría de la firma que acababa de adquirir, pero las autoridades uruguayas le adelantaron que no, porque ya había una oferta de 12 millones de dólares de la empresa mexicana.

La información del Estado provocó severas críticas políticas: el remate fue considerado ilegal por la oposición y por el sindicato de Antel.

La subasta se concretó el 13 de mayo y aunque el «remate» fue responsabilidad de la Ursec, los diarios del día siguiente mostraron en tapa el particular festejo que el presidente de Antel, Gabriel Gurméndez, realizó al concretarse la operación por la que América Móvil ganó la licitación a cambio de 18 millones de dólares.

El 16 de junio, Gurméndez se retiró de Antel y pasó a ocupar el Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Su nombramiento le fue comunicado telefónicamente por el presidente Jorge Batlle, quien habría tenido que ubicarlo en México, cuando se suponía que estaba de vacaciones, con su familia, en Bariloche.

Gurméndez había viajado misteriosamente vía Santiago de Chile a la capital azteca, donde habría terminado de negociar su futuro. Durante su gestión en el MTOP participó de la campaña electoral de la Lista 15, aunque no figuraba en las listas al Senado ni a la Cámara de Representantes. No sería ese su destino.

El amigo Chico Pardo

El lunes 22 de noviembre, el encargado de Relaciones Públicas de Aeropuertos del Sureste (ASUR), Eduardo Rivadeneyra, anunciaba en México que Gurméndez había sido designado un nuevo director general del Aeropuerto de Cancún, en lugar de Michael Olsen, quien actuaba interinamente desde hace cinco meses.

Al presentar a Gurméndez, la prensa mexicana explicó que «el nuevo director cuenta con amplia experiencia en el sector de transportes y comunicaciones, incluso hasta hace unos días ocupó la Secretaría de Transportes en Uruguay». Gurméndez todavía no se había alejado de su cargo en el MTOP. Lo haría dos días más tarde.

Desde el viernes 25 de noviembre, Gabriel Gurméndez, sobrino del presidente Jorge Batlle, ex funcionario del Banco Central, ex asesor y presidente de AFE, ex asesor de Sudamtex, ex gerente del Aeropuerto de Laguna del Sauce, ex director y presidente de Antel, y ex ministro de Transporte, ocupará su nuevo cargo en México.

El Aeropuerto de Cancún es gerenciado por el Grupo ASUR, que dirige el empresario Jaime Chico Pardo, el mismo que en agosto de 2002 había participado como director de Telmex de la III Asamblea de la Citel en Washington, donde habría conocido al entonces flamante presidente de Antel, Gabriel Gurméndez.

Chico Pardo, que como informara LA REPUBLICA adquirió este año la mayoría de las acciones de ASUR y fue socio del empresario Carlos Slim en la Inversora Bursátil donde se desempeñó durante 16 años, no ha dejado de ser miembro del principal grupo económico de las telecomunicaciones de México.

El nuevo jefe de Gurméndez, Jaime Chico Pardo sigue figurando hoy como el director general de Teléfonos de México (Telmex) cuyo Consejo de Administración preside Carlos Slim Domit (hijo del empresario Carlos Slim). Telmex es la matriz de la firma América Móvil Wireless Uruguay SA, que ganó aquí la subasta de telefonía celular.

Carlos Slim Helú, su hijo Carlos Slim Domit, Jaime Chico Pardo y su hermano Fernando Chico Pardo, también son desde hace 12 años, los principales jerarcas del Grupo Carso, uno de los conglomerados más grandes de América Latina, dueño de empresas en el ramo comercial, industrial, de consumo y, obviamente, de telefonía. *