Resolución histórica en la ONU: Palestina demanda el fin de la ocupación israelí tras 12 meses
ONU aprueba resolución histórica que demanda el fin de la ocupación israelí en Palestina. Uruguay se abstuvo junto con otros 42 países. Israel calificó la votación de “circo donde se aplaude el horror”.
La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el miércoles una resolución que exige el cese de la ocupación de los territorios palestinos por parte de Israel, superando una mayoría de 124 votos favorables frente a 14 en contra.
La estancia del debate se vio marcada por un notable número de abstenciones, alcanzando un total de 43, entre las que figuró la de Uruguay. Esta resolución, aunque no es de carácter vinculante, es significativa por ser la primera presentada por el Estado de Palestina, quien carece del estatus de miembro pleno en la ONU.
El resultado de la votación requirió una mayoría de dos tercios para su aceptación. A pesar de la aceptación mayoritaria, el hecho de que la resolución haya sido presentada por Palestina y no por un estado miembro completo añade un matiz histórico al evento. En los últimos meses, Palestina ha logrado avanzar en ciertas competencias dentro del sistema de la ONU, lo cual ha llevado a la presentación de esta resolución acerca de la ocupación.
Los bloques de países musulmanes y africanos mostraron un apoyo casi unánime a la nueva resolución. Por otro lado, la Unión Europea reveló una vez más su falta de unidad, con diferentes países emitiendo votos divergentes: algunos a favor como España y Francia, otros en contra como Hungría y República Checa, además de una serie de abstenciones que incluyeron a Alemania, Italia y Polonia.
Respuesta de Israel y aliados
La respuesta de Israel y sus aliados fue igualmente contundente, destacando la sólida alianza entre la nación hebrea y los Estados Unidos en este tipo de votaciones, consideradas críticas por muchos observadores. Junto a Israel, países como Argentina, Paraguay y varias naciones insulares en el Pacífico manifestaron su apoyo al voto en contra de la resolución. Este patrón de alineamientos internacionales pone de relieve la polarización existente en torno al conflicto israelí-palestino y destaca las diferencias en la postura de múltiples naciones.
La resolución también establece un plazo de doce meses para que Israel cumpla con la exigencia de cesar su ocupación, incluyendo Jerusalén Este. Este punto ha sido objeto de controversia, dado que las resoluciones de la Asamblea no tienen carácter obligatorio. Asimismo, el texto continúa planteando demandas sobre la restitución de tierras y la reparación a las víctimas de la ocupación, lo que plantea desafíos para la cooperación internacional en el contexto de este conflicto prolongado.
A pesar de la claridad con la que se expresa la resolución, países como Canadá, Australia, India y otras naciones europeas decidieron abstenerse, lo que ha generado críticas sobre la falta de un consenso más amplio en un asunto de tal relevancia internacional. En comparación, esta resolución obtuvo menos apoyo que la que se aprobó en mayo pasado, en la que se daba respaldo a la membresía plena de Palestina en la ONU, resultando en 143 votos a favor en aquella ocasión.
Declaraciones de diplomáticos
Durante la presentación de la resolución, el embajador palestino ante la ONU, Riad Mansour, enfatizó que “ninguna potencia ocupante debería atentar contra nuestros derechos inalienables”. El uso de la palabra “justicia” enfatizó la postura de Palestina, que considera que esta es la única vía hacia una paz duradera. Mansour instó a respetar el derecho internacional sin permitir que los intereses políticos lo socaven.
Por otro lado, Danny Danon, embajador de Israel ante la ONU, calificó la decisión como “un circo donde se aplaude el terror”. Danon argumentó que quienes votan a favor de la resolución están, de alguna manera, legitimando la violencia y sosteniendo que esta medida es un retroceso hacia la paz en la región. Para él, la resolución representa un intento sistemático de aislar a Israel.
El rechazo de la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, se centró en la crítica a “resoluciones unilaterales”. Según ella, las verdaderas negociaciones que lleven a la paz dependen de un enfoque bilateral y no de votaciones que desconozcan la realidad del conflicto. Este enfoque postula que la solución definitiva al frente de los conflictos entre Israel y Palestina sola puede llegar a través de un diálogo directo y constructivo entre ambas partes.
Compartí tu opinión con toda la comunidad