ENTREVISTA

Álvaro Villar: “Si los montevideanos quieren un cambio real para la ciudad pueden apostar por nosotros”

Álvaro Villar (neurocirujano) desde 2012 es Director del Hospital Maciel. Su decisión de aceptar la candidatura a la Intendencia de Montevideo está inspirada en los logros alcanzados en el Hospital Maciel, donde según sus propias palabras, ingresó en un momento complicado y hoy el Maciel es el orgullo de pacientes y funcionarios.

Entrevista a Álvaro Villar, candidato a la IMM por el Frente Amplio

Lee la entrevista completa en //www.lr21.com.uy/politica/1421890-alvaro-villar-candidato-imm-frente-amplio-intendencia-politica-entrevista

Publiée par Lared21 sur Lundi 17 février 2020

Reconoce que su mayor preocupación es si el FA es capaz de armar una propuesta que ilusione a los montevideanos. “No hay que confiarse, estamos ante un desafío importante y tenemos que estar a la altura de lo que la ciudadanía está requiriendo”, subrayó Álvaro Villar.

En la toma de decisión, influyeron muchas cosas, el desafío me gustó y como ciudadano considero que se puede tener una ciudad mejor

¿Me gustaría que nos contara como fue el proceso de decisión de aceptar ser candidato a la Intendencia de Montevideo por el FA?

Estando en la dirección del Hospital Maciel, recibí la propuesta primero de personas vinculadas a la salud, después hubo una juntada de firmas. Hasta allí dudaba, cuando recibo el planteo de Mario Bergara (senador electo FA), en la que me señala que ven conveniente postularme a la Intendencia, que contaría también con el apoyo del MPP, junto a otros sectores y dirigentes que iban a sumarse. Considerando que se podía perder la elección en Montevideo, era necesario impulsar una renovación y un planteo diferente para Montevideo. En la toma de decisión, influyeron muchas cosas, el desafío me gustó y como ciudadano considero que se puede tener una ciudad mejor. Miro para atrás, recuerdo cuando el Dr. Ciro Ferreira junto al Dr. Alejandro Tarigo, en el año ´99, me invitaron a la creación del Centro de Neurocirugía en Tacuarembó y “nos tiramos al agua”, fue un desafío grande y lo hicimos. Estuvimos en esa labor 11 años, desde el año ´94 estoy en el Maciel y luego también en Tacuarembó. A pesar  de estar muy cómodo, en 2012 acepté la dirección del Hospital Maciel. Era un momento complicado, estaban las denuncias sobre los supuestos “enfermeros asesinos” y había fuertes denuncias de la actuación de las empresas de limpieza Clanider y Buena Estrella, incluso fue presa la administradora del Hospital (Maciel). Estábamos en un momento que podríamos calificar de descalabro moral. Llegaban personas que se negaban a que sus  familiares ingresaran en el CTI por miedo. Lo peor que le puede pasar a una institución de salud es la pérdida de confianza. En ese momento, me proponen encargarme de la dirección del Maciel. Para mí también fue un desafío grande. Ha sido recurrente en mí que me guste afrontar desafíos de ese tipo.

Ha sido la Intendencia (del FA) que ha logrado transformar la ciudad, en todas las aéreas, en limpieza, en movilidad, en el tema de la basura

El FA optó por tres candidatos en Montevideo ¿la idea es tener un solo programa?

El programa ya se está escribiendo, está en la etapa final de su redacción, ya tuvimos acceso, hay líneas de acción en estos 30 años de gobierno, que se mantienen, hay una apuesta clara a la renovación, pero siempre sobre la base de lo que ha sido el programa del FA. Hay un Plan de Ordenamiento Territorial que ya se elaboró, y que se ha defendido, hay una apuesta al trabajo del tercer nivel de gobierno que se ha mantenido todos estos años. Ha sido la Intendencia (del FA) que ha logrado transformar la ciudad, en todas las aéreas en limpieza, en movilidad, en el tema de la basura. También pienso en los adultos que duermen en la calle, pero recuerdo lo que ocurría en el pasado con niños durmiendo en la calle y pidiendo en los semáforos. Los espacios públicos que en el pasado eran tierra seca como lo era la Plaza del Entrevero. Yo vivía por allí, no había pasto. Lo mismo ocurría en la Plaza de los Treinta y Tres y veamos ahora como cambiaron los espacios verdes, los parques, las plazas y cuesta mucho recordar que esta no era la realidad de Montevideo 30 años atrás, la rambla no es la que es hoy. Los cambios en los barrios, como lo que ocurrió en Casavalle, en el Cerro, el Plan de Saneamiento que se hizo en los barrios. Las playas de Montevideo no se podían usar, los más jóvenes no lo conocieron, pero las playas de Montevideo estaban inhabilitadas para baños. Hubo una transformación, sobre los cambios que ya se hicieron, proponemos dar un gran salto. Montevideo, gracias a lo hecho hasta ahora, estamos en condiciones de convertir nuestra capital en una de las más lindas y de las mejores del mundo. Que toda la zona de Montevideo rural tenga una mejora y un apoyo de la administración. Para que eso sea posible tenemos que hacer algo muy parecido a lo que hicimos en el Maciel. El Hospital estaba considerado como un lugar sucio, abandonado, viejo, el hospital del “puerto” donde llegaba la gente “apuñalada”. Tengo un amigo muy destacado en medicina que cuando asumí la dirección me dijo “te felicito, pero todos sabemos que el Maciel no tiene arreglo”. El arreglo no fue una cuestión “mágica”, no fue un problema de plata, el presupuesto en cifras netas, es menor al que tiene el Pasteur (Hospital), el Pereira Rosell (Hospital) incluso es menor al presupuesto de muchos hospitales del interior. El Hospital de Tacuarembó también tiene un presupuesto menor al de Rivera, Salto, Paysandú, es decir, no es un problema de plata. Lo que estos dos hospitales hicieron fue un cambio cultural de la organización, y de la actitud de los funcionarios y de los usuarios hacia el Hospital. Eso se puede lograr en la ciudad, si logramos un cambio en la actitud de los montevideanos, un cambio en la forma en que la población se para ante los problemas del barrio, y destacó  barrio y no ciudad, porque lo que cambia la cultura de la gente no son las grandes obras, las grandes obras habilitan, pero el cambio de actitud se logra en la micro gestión. Pongo el ejemplo del Maciel podes hacer un laboratorio central, o de anatomía patológica espectacular, pero la actitud del funcionario y de los usuarios cambia cuando arreglas los patios, pones exposiciones de fotos, de cuadros, una pianista que toca dos veces por semana para pacientes y usuarios, el baño de la habitación tiene los azulejos en su lugar, la ducha funciona y los colchones tienen forro y no están agujereados.

Nosotros tenemos que recuperar el respeto por la ciudad y que la gente no crea que es normal terminar el juguito y tirar la caja por la ventanilla del ómnibus para la calle

¿De este concepto surge Actitud Montevideo? 

Exactamente, eso es cambio cultural. El Hospital “vivía” ocupado, había paros permanentes, estaba lleno de papeles pegados en las paredes. La primera “resistencia” que tuve fue con un jefe de servicio porque en una de mis primeras recorridas por el Hospital encuentro que habían pegado en las paredes, unas fotocopias de una carta de agradecimiento de una usuaria a un servicio. Era una carta muy linda, el jefe pagó las fotocopias y las pegó por todo el Hospital. Cuando lo vi, personalmente descolgué todas las fotocopias, las encuaderné, lo llamé y le dije: “mire doctor lo felicito pero esto en este Hospital no se puede hacer”, me respondió “tiene un Hospital que se cae a pedazos, con problemas en todos lados y usted se preocupa del papel pegado en la pared, empezamos mal”.

Por qué no empezamos mal, porque empezamos por el cuidado y el respeto, en un cambio en la actitud de los jefes hacia el Hospital. Un jefe que trata la pared del Hospital de una manera en la que nunca trataría la pared de su casa, es un jefe que considera que el Hospital vale menos que su casa. Nosotros tenemos que recuperar el respeto por la ciudad y que la gente no crea  que es normal tomar el juguito y tirar la caja por la ventanilla del ómnibus para la calle.

alvaro villar (2)

(En Montevideo) hay que ir hacia una recuperación del barrio y del vecindario y hay formas de lograrlo

¿Le falta “cariño” al montevideano por la ciudad?

Esa es la palabra, falta cariño por la ciudad y por los vecinos, y no tengo cariño por los vecinos porque no los veo, hay invisibilidad. La primera palabra de “Actitud Maciel” es mirar al paciente a los ojos mientras se le habla. Es un decálogo inalcanzable, es una utopía, está ahí para que tratemos de llegar. Yo no cumplo los requerimientos de ese decálogo, en la ciudad el equivalente sería saludar a tu vecino porque uno saluda a las personas que ve, a la mayoría no las vemos, como si fuera parte del decorado y no los reconocemos. Los otros días en una entrevista, el fotógrafo me dice “yo vivo en tu cuadra” y yo no lo conozco, no sé quién es. Hay que ir hacia una recuperación del barrio y del vecindario, y hay formas de lograrlo.

El montevideano tiene una visión crítica de como sustancian su relación la administración y el sindicato (ADEOM). Su visión al respecto y si tiene confianza en poder mejorar esta relación

Contaré mi experiencia. En el Maciel tenemos a la Federación de Funcionarios de Salud Pública, no se caracterizan por ser “blanditos”, es un gremio combativo. Hemos tenido conflictos, sin embargo, siempre mantuvimos el diálogo y en ocho años nunca ocuparon el Hospital. Hemos logrado el concepto de que el que dirige es el Director del Hospital, no hay cogobierno. La función del gremio es defender el derecho de los trabajadores y lo hicieron muy bien durante todos estos años. Defender el derecho del trabajador no es incompatible con negociar sobre la base del respeto, de manejarnos con la verdad, de decirle al gremio “no” cuando considero que es no, y sí aunque pueda significar para mí un retroceso, pero me doy cuenta que tienen razón. Así trabajamos en el Maciel y las últimas elecciones gremiales, llegué al otro día de mañana y no había un solo papel pegado en la pared y tampoco hubo un solo parlante molestando el descanso de los pacientes y familiares. No hubo necesidad que la dirección dijera nada, es un tema de responsabilidad. En el Maciel los funcionarios están orgullosos de trabajar ahí. Me contaba una funcionaria que a fin de año, sus familiares que venían del interior le pedían que les contara como era esa “maravilla” que es el Maciel. Eso se puede lograr en Montevideo, y en la reunión que tuve con ADEOM, me dijeron que estaban de acuerdo con ese concepto y que ellos tienen puesta la “camiseta” de la ciudad. Consideran que no hay nada mejor para un trabajador que estar  orgulloso de su labor.

Mi preocupación es si seremos capaces de armar una propuesta que ilusione a los montevideanos y que digan “voy a votar al Frente no porque es lo que siempre voté sino porque nuestra propuesta los entusiasma”

¿Como se ve en la competencia entre usted, Daniel Martínez y Carolina Cosse, teniendo en cuenta que usted no sabía que Martínez ingresaría en la competencia?

Mi preocupación es de si seremos capaces de armar una propuesta que ilusione a los montevideanos y que digan “voy a votar al Frente no porque es lo que siempre voté sino porque nuestra propuesta los entusiasma”. El programa es el mismo, pero la propuesta de cómo lograrlo puede tener cosas que hagan que la gente se sienta identificada. La forma de lograrlo es a través de una apropiación de la ciudad, de un cambio de actitud hacia la ciudad y lo que ofrezco es dedicarme solo a Montevideo sin tener otra cosa. Creo que son tan serios los problemas del departamento que necesita que haya alguien que diga me voy a dedicar por 5 años y tal vez si me apoyan por 10 años. La ciudad de mayor éxito en el continente es Curitiba (Brasil), el Alcalde Jaime Lerner le dedicó 30 años para lograr el cambio espectacular que tuvo la ciudad. Telaviv era una ciudad inhóspita y se convirtió en una ciudad abierta deseada por los jóvenes, el alcalde estuvo 20 años. Canelones que nos está sacando una enorme ventaja a Montevideo, tuvo a Marcos Carámbula 10 años, le sucedió Yamandú Orsi del mismo equipo 5 años más y ahora Yamandú va por la reelección. Si lo logra van a hacer 20 años enfocados en un departamento.

Tenemos una ciudad que todavía está sucia, se ha hecho mucho, el cambio es radical pero podemos tener una ciudad mucho más limpia que lo que la tenemos

¿Qué problemas visualiza como graves en Montevideo?

Lo más grave es la situación de la vivienda y las zonas con problemas de acceso. Tenemos una gran cantidad de asentamientos, me consta que son problemas de las ciudades en el mundo, no solo en Montevideo. Tenemos una ciudad que todavía está sucia, se ha hecho mucho, el cambio es radical pero podemos tener una ciudad mucho más limpia que lo que la tenemos. Si queremos ser una de las capitales más limpias del mundo, tenemos que resolver el problema de las veredas. No digo que las veredas sea responsabilidad de la Intendencia, no lo es,  lo que sí es responsabilidad es la limpieza de las veredas. Esa limpieza es clave para tener una ciudad limpia. Mi segundo suplente Pablo Inthamoussu (Director de Movilidad de la Intendencia de Montevideo) me contaba que le surgió la pregunta ¿qué es un ómnibus limpio? A mí me ocurrió en el Maciel ¿qué es un hospital limpio? En el caso de la ciudad tenemos que hacernos esa pregunta, porque a pesar de existir el servicio de recolección, y teniendo en cuenta todo lo que se ha hecho ¿por qué no tenemos la percepción que la ciudad esté limpia? La limpieza de plazas, arroyos y la calidad del aire, no es un tema no menor.

Montevideo no es un basural, recuerdo cuando el FA gana por primera vez (1989), ahí sí hubo que encarar la tarea de eliminar los basurales endémicos

El Senador Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) ha dicho “Montevideo es un basural enorme” ¿Usted coincide con esta definición?

No estoy de acuerdo. Montevideo no es un basural, recuerdo cuando el FA gana por primera vez (1989), ahí sí hubo que encarar la tarea de eliminar los basurales endémicos. Eso es un tema del pasado, aunque queden situaciones por resolver. Si Manini dice eso, lo dice apelando a ese sentimiento de que todavía la ciudad no está limpia, no es un basural pero tenemos que ser capaces de que Montevideo brille y para eso hay que instrumentar cambios que gran parte los tendrán que asumir los propios montevideanos. La avenida 8 de octubre, después del 6 de enero, la Intendencia limpio en cuatro horas y quedó impecable. Si prestabas atención a las cámaras y veías lo que se juntó, uno se preguntaba ¿quién tiró toda esa basura? ¿Quién cree que tiene que venir la intendencia a limpiar eso? ¿En qué momento consideramos que eso está bien? Antiguamente ibas a un bar y lo que había en la mesa, se limpiaba tirando todo al piso, era normal que el piso fuera el lugar donde tirábamos los restos. Hubo un cambio en ese aspecto, como también hubo un cambio en qué es un baño limpio. Recuerdo como eran los baños de los bares y eso cambió. Tenemos que procesar el mismo cambio en la ciudad. La movilidad tiene que cambiar, la opción de que cada uno tenga un auto, no es sostenible para el medio ambiente. En ciudades como Singapur se sortea la cantidad de autos que se pueden tener. El auto es hoy el “cigarrillo” de la ciudad. Es decir, es aquello que termina consumiéndose los recursos que la ciudad, se deberían usar para otras cosas, pero se los termina “regalando al auto para que sea feliz”. Cada vez el auto exige más espacio, avenidas más anchas, estamos recortando el cantero de alrededor del Parque de los Aliados para darle más lugar al auto. El auto reclama estacionamiento, incluso con el auto eléctrico van a disminuir las emanaciones pero no resuelve el problema del espacio y se dará un efecto “rebote”, cuanto más accedes a un bien, más aumenta. El parque automotriz con el auto eléctrico irá en aumento.

La oposición “multicolor” señala que en Montevideo será el mismo debate que a nivel nacional. La gente tendrá que optar por la continuidad del FA o el cambio hacia un gobierno multicolor  ¿Coincide?

Considero que tiene que haber cambio y no continuidad. Ahora el cambio lo harán los equipos que están capacitados para hacerlo. En el Hospital Maciel como en el de Tacuarembó hubo un enorme cambio pero ¿quienes realizan los cambios? Aquellos equipos que están capacitados. Nosotros tenemos gente que viene trabajando hace mucho tiempo. No creo que haya que refundar y borrar a toda esa gente, echarla y poner gente nueva. Resulta que luego no hay gente nueva para ocupar esos lugares y además lo correcto es que donde se trabaja bien hay que continuar. El cambio en el Hospital Maciel se dio con la gente que ya estaba, pero  trabajaron de forma distinta, en base a principios y liderazgos diferentes. El cambio en el consumo de tabaco en Uruguay, lo hizo la misma gente que antes fumaba en todos lados. La gente que ya no usa las bolsas de nylon, es la misma que en el pasado usaba y que creía que en nuestro país nunca iba a ocurrir ese cambio. El FA demostró que puede procesar esos cambios, lo primero es proponérselo. Es cierto que por proponerte los cambios no lo vas a conseguir, pero si ni siquiera te lo propones y venís con “piloto automático” ahí sí que no habrá cambios.

El FA tiene una propuesta con tres personas que ofrecen cambios para la ciudad

¿Cómo es su relación con Carolina Cosse y Daniel Martínez?

Muy buena con los dos, de alguna manera durante la campaña colaboré hablando de los temas de salud. Esa buena relación la mantengo. Ahora me concentro en mi propuesta y en lo que yo pueda aportar a la campaña. El FA tiene una propuesta con tres personas que ofrecen cambios para la ciudad. El FA ha demostrado la capacidad de renovarse y estar a la altura de lo que Montevideo está requiriendo. No hay que confiarse, estamos ante un desafío importante y tenemos que estar a la altura de lo que la ciudadanía está pidiendo. Tenemos que hacer un buen gobierno en la ciudad y en el departamento, porque la tercera parte es Montevideo rural. Somos la capital del país, de nuestra buena gestión le va la suerte a todo el Uruguay. Incluso cuando vienen inversores, el primer lugar al que llegan es Montevideo, aunque la inversión luego se haga en el interior. En buena medida, de cómo lo reciba Montevideo va a depender la suerte de una inversión.

(A Laura Raffo) no la conozco personalmente,  vi su trabajo, tenemos amigos en común, es una persona que respeto y me gusta tener contendientes  como ella

¿Cómo se ve compitiendo con la economista Laura Raffo candidata de la oposición? 

No la conozco personalmente, vi su trabajo, tenemos amigos en común, es una persona que respeto y  me gusta tener contendientes como ella. El desafío es que nuestra propuesta sea fuerte, y entusiasme a los montevideanos y que le podamos transmitir la seguridad que si los montevideanos quieren un cambio real en la ciudad pueden apostar por nosotros.

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