ACLARACIÓN

Denes: El presupuesto en cultura del MEC se quintuplicó entre 2002 y 2018

En el 2002 el presupuesto de cultura del MEC fue 17.4 millones de dólares, mientras que en 2018 ascendió a 90 millones de dólares, es decir que se quintuplicó. Mientras que el récord histórico de inversión se registró en el año 2012 con 103.54 millones de dólares, lo que representó un 60% más que la inversión realizada en el 2000 (65 millones de dólares).

Alejandro Denes, coordinador del Instituto Nacional de Artes Visuales. Foto: Carlos Loría, LARED21.
Alejandro Denes, coordinador del Instituto Nacional de Artes Visuales. Foto: Carlos Loría, LARED21.

El director del Instituto Nacional de Artes Visuales e integrante del equipo de Dirección de la Dirección Nacional de Cultura del MEC, Alejandro Denes, rechazó un titular del suplemento “Que Pasa” de El País, de la edición del pasado domingo, en el que se expresó que “el Frente Amplio destina menos recursos al área de cultura del MEC que antes de la crisis de 2002”.

En tal sentido, Denes aclaró a LARED21 que  en el año 2002 -en el gobierno de Jorge Batlle- el presupuesto de cultura del MEC fue “17.4 millones de dólares, mientras que en 2018 (en el actual gobierno de Tabaré Vázquez) ascendió a 90 millones de dólares, es decir que se quintuplicó”.

También aclaró que el récord histórico de inversión “no fue en el 2000, cuando se destinaron 65 millones de dólares en cultura, sino en el año 2012 con 103.54 millones de dólares, es decir más de un 60%”.

Denes dijo que en la publicación de El País, referida a la ejecución presupuestal en cultura de los gobiernos del Frente Amplio, se realizaron comparaciones a partir de un artículo publicado en la Edición 127 de Cuadernos del Claeh, de junio de 2018.

Dicho artículo, presentado por el sociólogo Hernán Cabrera, y realizado con fines académicos, establece comparaciones de ejecución presupuestal entre los años 1999 y 2018 bajo el título “¿Qué lugar ocupa la cultura en el Presupuesto Nacional? Un breve análisis descriptivo de la evolución de la asignación presupuestal en cultura 1999-2018”.

“No queremos polemizar con la investigación de Cabrera, sino con el enfoque que los periodistas Adela Dubra y Carlos Tapia le dan a su artículo. De más está decir que respetamos la labor periodística y creemos en el debate serio sobre la cultura. Nos sorprende sí su publicación en medio de la campaña electoral, cuando este trabajo tiene más de un año de publicado, pero agradecemos esta gran oportunidad para debatir sobre cultura y política”, indició el jerarca del MEC.

Dijo que la primera sorpresa para quienes trabajan o tiene responsabilidades en el sector de la cultura fue “cómo luego de algo más de diez años de que surgieran nuevos programas, espacios, fondos, premios y políticas culturales que han marcado fuertemente tanto a creadores como consumidores de la cultura, se dice que la inversión o ejecución presupuestal es menor que la existente previo a la crisis de 2002”.

Aseguró que “el titular sorprendió a muchos porque mientras tanto se desarrollaba con singular éxito una de las jornadas más populares de la cultura nacional (el fin de semana del Patrimonio) y estaba acompañado de afirmaciones tan temerarias como categóricas: ‘¿Es un tema la cultura para quienes gobiernan? Las cifras develan una respuesta categórica: no’; o esta otra: ‘lo cierto es que las cifras del presupuesto nacional demuestran que, al menos en este tercer gobierno del Frente Amplio, lo destinado a la cultura en el presupuesto nacional ha sido muy poco’”.

“Todo esto acompañado por gráficos con valores y porcentajes y una fotografía de la sede de la Dirección Nacional de Cultura, tomada el día 9 de agosto de 2017 donde por seis horas los trabajadores ocuparon el local, con el siguiente pie de foto: ‘Trabajadores de la Dirección de Cultura han ocupado sistemáticamente el MEC denunciando contratos precarios’”, citó el jerarca.

Agregó: “Si nos llevamos por esta batería de argumentos diríamos que estamos en una situación de crisis: porcentajes que suponen una baja ejecución presupuestal, trabajadores que ocupan ‘sistemáticamente’ la sede ministerial. Sin embargo, si este artículo lo auditara Verificado.uy diría que es inexacto en un caso y falso en el otro”.

Inversión

En ese marco, Denes señaló que los porcentajes son una herramienta “fabulosa para realizar comparaciones y establecer parámetros en economía”.

“También lo son para ayudarnos a expresar claramente de qué estamos hablando cuando decimos que los últimos 14 años han sido los más importantes en términos de inversión y ejecución presupuestal en cultura en nuestro país”, remarcó.

Explicó que el trabajo que replica el suplemento “Qué Pasa”, dice que “el gasto en cultura al finalizar el gobierno de Sanguinetti era de 0,270% del Producto Interno Bruto (PIB), para en 2000 alcanzar el récord, dentro de la franja analizada, con un 0,285%”.

“Luego, con la crisis de 2002, el presupuesto para la cultura se redujo a menos de la mitad, alcanzando el 0,128% del producto. Hubo un repunte que alcanzó su pico más alto en 2008 (0,222 %) y una baja que luego se transformó en una suerte de meseta entre 2009 y 2015, con valores entre 0,170 % (año 2010) y 0,202 % (año 2012). A partir de allí volvió a bajar, llegando al 0,158 % en 2017”, se indica en el artículo de “Qué Pasa”.

“Entendemos el tono de la investigación, sobre todo si partimos del hecho que está realizada por alguien que ha trabajado y participado de la gestión pública en cultura. Que conoce que el Presupuesto nacional se programa en forma quinquenal, en pesos uruguayos, y que este Presupuesto es una estructura cuasi rígida durante cada período de gobierno. También que, para quienes son mas entendidos en economía, no es mi caso, es sabido que el PIB de un país es un valor que se construye a partir de las altas y bajas de la producción, donde impactan múltiples factores, y justamente en el período analizado la economía de Uruguay creció como nunca”, dice Denes.

Agrega que para confirmar ello alcanza con visitar la página del Banco Mundial para apreciar el crecimiento exponencial del Producto Bruto Interno de Uruguay entre 2005 y 2018.

Remarcó que el lector inadvertido podrá inferir que durante el gobierno de Julio María Sanguinetti el gasto en cultura fue récord en la historia nacional, “nada más lejos de la realidad”.

Aseguró que si se toma en cuenta el PIB de Uruguay en el año 2000, este alcanzaba la cifra de 23.000 millones de dólares o sea que el gasto en cultura representó unos 65,55 millones. “Este gasto cayó luego de la crisis de 2002 al 0,128% del PIB. Este último, luego de las mayor debacle económica que conoció Uruguay, apenas llegaba a 13.600 millones de dólares, por lo que estamos hablando de un gasto en cultura en ese año de 17.40 millones de dólares”.

Agregó que el gasto público en cultura tuvo, según la investigación, un repunte en el año 2008, llegando al 0,222%. “Ese período coincide con una serie de acciones refundadoras de la cultura en el Uruguay como fueron, entre otras: la creación del Fondo Concursable para la Cultura y el Fondo para el Desarrollo de Infraestructuras Culturales en el Interior del País”.

“Entonces cómo, si se realizaron estas acciones tan fundamentales para el desarrollo del arte y la cultura se sostiene que la ejecución presupuestal del Frente Amplio ha sido muy poca”, se preguntó.

También expresó que el PIB de Uruguay en el 2008, según cifras del Banco Mundial, fue de 30.370 millones de dólares, por lo que el porcentaje de gasto en cultura ascendió en ese año a 67.42 millones de dólares “o sea, más que el supuesto récord del año 2000, durante el segundo gobierno de Sanguinetti, y casi cuatro veces más que el del año 2002”.

El récord de inversión en cultura fue en 2012

Asimismo, asegura que durante el primer gobierno del Frente Amplio “se le dio un nuevo status” a la Dirección Nacional de Cultura, transformándola en una Unidad Ejecutora dentro del Ministerio de Educación y Cultura (MEC). “Esto no es algo menor ya que permitió un crecimiento y desarrollo superior para la toma de decisiones y ejecución de políticas culturales”.

Denes manifiesta que el artículo de El País menciona que el porcentaje del gasto público en cultura aumentó a 0,202% en 2012, con un PIB de 51.260 millones de dólares, lo cual arroja una participación de la cultura de 103,54 millones de dólares.

“Sin embargo, el informe no analiza el año 2013, donde hubo un récord del PIB de 57.531 millones de dólares, pero se destaca que el porcentaje baja en 2017 llegando a 0,158%. Eso sí, El País no dice que en ese año el PIB fue de 56.489 millones, por lo que ese ‘bajo porcentaje’ de la cultura en el PIB representaba 89,25 millones de dólares, casi un 40% más que el supuesto récord del año 2000 y cinco veces más que en el año 2002”, remarcó.

“¿De qué están hablando Dubra y Tapia? Sabemos que estamos en campaña electoral pero no podemos ser tan ingenuos, si procuramos no inducir al error es necesario presentar los números absolutos”, cuestionó.

Un análisis más exhaustivo

Dijo que por supuesto que este tema amerita un análisis más exhaustivo. “Revisando la apertura presupuestal, analizando todos los programas que componen el presupuesto de cultura, tomando los cambios que se fueron introduciendo en cada Rendición de Cuentas, que modificaron de diferentes maneras la organización de las unidades ejecutoras en el MEC, los impactos de los diferentes rubros: inversión, funcionamiento y salarios”.

“Y por supuesto, poder mostrar la foto en su totalidad, ya que medir la cultura en forma sistemática y el derrame económico que esta representa es un debe que tenemos como sociedad. A la vez, es necesario tener en cuenta el gasto e inversión privada y pública que se suma a la ejecución presupuestal del MEC. Por ejemplo, el Fondo para el Desarrollo de Infraestructuras Culturales en el interior del país otorga una partida establecida, pero esta se incrementa con otros presupuestos, lo cual no está medido en el informe”, expresó.

En el mismo sentido, agregó que otro ejemplo son los premios y fondos otorgados por la Dirección Nacional de Cultura, que representan “una parte importante de la inversión en cultura, seleccionada a partir de llamados abiertos, con jurados independientes, lo cual de por sí es un cambio sustancial, también cuenta con aportes de los ganadores. O sea que esta inversión en cultura es multiplicada por la acción de la sociedad y no es otorgada en forma discrecional”.

No todo esto existía antes de la llegada del Frente Amplio al gobierno, dijo.

Agregó que tampoco existía el Auditorio Nacional Adela Reta, obra inconclusa durante años y que pudo ser finalizada para el goce y disfrute de cientos de miles de espectadores.

Tampoco existían programas como “Un Pueblo al Solís”, verdadero ejemplo de promoción de derechos culturales, ni el “Espacio de Arte Contemporáneo” (una cárcel transformada en centro cultural), ni la revalorización de los cuerpos estables del SODRE, ballet, orquestas y coro, llegando a todo el país.

“No existían ni la Dirección Nacional del Cine y el Audiovisual, ni el Instituto Nacional de Artes Escénicas, el cual viene de organizar la sexta edición de su festival internacional. Ni la reapertura del Museo Nacional de Historia Natural, que por primera vez cuenta con un espacio propio, ni Museos en la Noche o tantos otros programas que hoy disfrutamos, que deben ser mejorados y potenciados, pero que sabemos muy bien de dónde vienen. Por supuesto, antes no venía Picasso al Uruguay”, remarcó.

“Quienes trabajamos en la cultura y formamos parte de los diferentes colectivos de creadores, públicos y proveedores lo sabemos. En cultura más es más. Estos años de gobierno han marcado la diferencia, aseguró Denes.

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