Gustavo Leal sobre Manini Ríos: «sólo los dictadores pueden decir que no hay problemas de seguridad en una dictadura»

El sociólogo y director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Gustavo Leal, salió al paso de las recientes declaraciones del militar y candidato presidencial por el partido Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, quien afirmó en días pasados en entrevista con la agencia EFE que «Uruguay, hasta fines de los años ochenta, fue relativamente seguro, más allá de que en los años sesenta y setenta hubo una guerrilla irracional que irrumpió».

En sus declaraciones, que muchos en redes sociales consideraron apologéticas de la dictadura, Manini Ríos añadió que durante ese proceso de dictadura cívico-militar la seguridad estaba «muy controlada».

Quien hasta hace unos meses fuera el general del Ejército Uruguayo, no escatimó en criticar a los gobiernos del Frente Amplio echándole la culpa de la inseguridad y de la situación económica. «A principios de los `90 tuvimos un deterioro que se agravó en los últimos quince años de gobierno de FA porque se partió de otra concepción donde el delincuente ya no era un agresor sino que era un agredido por la sociedad».

Manini Ríos y Cabildo Abierto han evitado etiquetarse de izquierda, centro o derecha sino que se consideran «artiguistas».

«La seguridad era la dictadura»

Ante estas declaraciones, Gustavo Leal respondió de manera muy crítica: «El principal problema de seguridad que había en la dictadura era la propia dictadura», aseveró en entrevista con Radio Uruguay.

«Decir eso es ser un dictador: sólo los dictadores pueden decir que no hay problemas de seguridad en una dictadura», continuó.

Desde hace 7 años, el sociólogo es Director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, sin embargo su trabajo cobró notoriedad cuando se volvió la “cara visible” de la Operación Mirador.

En diciembre de 2017, se realizó la primera intervención por parte de las fuerzas del Estado en Unidad Misiones de Casavalle, conocida como Los Palomares, donde operaba una banda criminal apodada “Los chingas”.

El plan que continuó en otros barrios de Montevideo y el interior, incluyó persecución de la delincuencia, inversión en infraestructura y mejora de los servicios sociales.

Esas operaciones han dejado a la fecha 562 allanamientos en 23 operativos en Montevideo, Canelones, Maldonado y Salto, la detención de 248 personas, de las cuales, 70% fueron condenadas a prisión por «delitos delicados» como tráfico de armas o de drogas.

En una entrevista de febrero con LARED21, Leal se había adelantado a este tipo de propuestas haciendo alusión a la campaña «Vivir sin Miedo», de Jorge Larrañaga. «Algunos quieren mano dura, que en realidad es mano bruta y además es ciega», había apuntado aquella vez.

«La propuesta del Senador Larrañaga y que firmaron aparentemente un porcentaje importante de los uruguayos, junta una cantidad de iniciativas que son difíciles de discutir todas juntas y cada una tiene su especificidad. En Uruguay existen allanamientos nocturnos, están autorizados en aquellos lugares que no sean domicilio y la policía los hace en locales nocturnos», había criticado también en esa ocasión.