La senadora Verónica Alonso asegura que el Partido Nacional debe salir de la lógica de confrontación con el gobierno

¿Cuál será la posición del Partido Nacional respecto a la designación que hizo el Presidente de la República de Marta Jara como presidenta de ANCAP?

-Espero que la posición del Partido sea positiva. Uno de mis argumentos a favor de votar la venia de Marta Jara, es  que  luego de lo que vivimos en ANCAP, se le dé el lugar a alguien por su capacidad profesional y técnica y esas son sus condiciones. Tenemos  más que nunca que apostar al profesionalismo en las empresas públicas y dejar de lado “las viejas prácticas políticas” donde se le da el “premio consuelo” a los amigos, a personas cercanas a las estructuras político – partidarias, es decir el “premio consuelo” a gente que no está capacitada. Esto es lo que ha ocurrido en ANCAP durante todos estos años, pero han sido prácticas de “todos” los partidos políticos. Entiendo que es sano y positivo que lleguemos a un consenso político, porque le va hacer muy bien a ANCAP y al país.

Hay legisladores que hablan del “fracaso” de Jara al frente de Gas Sayago.

-Hay que analizar y no enseguida tirar la crítica, por la crítica misma. No sería justo con Marta Jara decir que el fracaso de la concreción de la Regasificadora es su responsabilidad. Creemos que el fracaso fue por otros factores y no se los adjudicaría a ella. Me pareció importante la propuesta del senador  Pedro Bordaberry (Partido Colorado), de invitarla al Senado para que presente el plan que pretende implementar en ANCAP de acá a los próximos años.

¿Ud. está decidida a votar la venia de Marta Jara?

-Vamos a darle el respaldo a una mujer, que aclaro no es una defensa por el género, me satisface que sea una mujer por supuesto, pero lo que estoy defendiendo es  la idoneidad técnica y la lejanía de la cuestión político -partidaria que me parece muy sano y ojalá que este criterio se aplique en otras empresas públicas también.

Ud. marca un perfil distinto y eso la ha llevado a tener roces con compañeros de su propio Partido (PN). Un ejemplo fue su integración a la Comisión contra el consumo abusivo de alcohol a la que convoco el Presidente Tabaré Vázquez ¿Cómo vive esa tensión?

-Con algunos compañeros del Partido, tenemos distintas formas de entender la actividad política. Soy parte de la oposición y parte del Partido Nacional, pero tenemos miradas distintas. Algunos creen que el propio término de ser oposición nos condiciona y la oposición bien entendida tiene que controlar,  pero también tiene que tener la capacidad de construir, de generar una agenda propia. No creo que sea desde la vereda de enfrente, pegando durante 5 años, que vamos a lograr incidir en esa agenda política. Tengo una mirada diferente de lo que es ser “oposición constructiva”. El PN tiene una responsabilidad mayor porque es  la minoría mayor dentro de la oposición y el que pretende ser alternativo. Lo que la gente espera de nosotros, los políticos que venimos sufriendo un desgaste, porque la gente descree de los políticos, nuestra tarea más importante es decir que es lo que vamos hacer. Podría sentarme acá en el Parlamento y pasarme los 5 años criticando, la “hinchada es fácil”, criticar es una “papa”. El tema es ¿qué proponemos? ¿por qué no podemos sentarnos con el gobierno a construir? Estoy convencida que la Comisión de lucha contra el consumo abusivo del alcohol, es un tema y más allá de las diferencias que nos separan, es fundamental sentarnos y unirnos en aquellos temas de toda la sociedad y que no tienen bandera política. Cuando el consumo abusivo del alcohol nos afecta, tenemos que dar respuesta a los ciudadanos y siento que es lo que la gente está esperando de nosotros

Construir una agenda común

 En este primer año de gobierno tanto Lacalle como Larrañaga han hecho una “critica frontal al gobierno”. ¿Ud. como se para?

Tenemos perfiles distintos. Creo que el Partido Nacional, como partido mayoritario de oposición, ha tenido una postura desde la crítica y señalando las debilidades que el gobierno ha tenido en este primer año. Las principales debilidades son su interna política y la gestión, todo lo que tiene que ver con el “hacer” ha quedado en el debe. Esto es una realidad. Esto no nos puede impedir la posibilidad de construir una agenda común. Los enfrentamientos son lógicos, es parte de las reglas del juego entre gobierno y oposición, sin embargo, pienso que no podemos vivir en esa lógica, uno está con el cuchillo y el otro trata de defenderse. En las interpelaciones, unos critican y dicen que está todo mal y el gobierno se defiende y dice que está todo bien. Para poner un ejemplo, cuando la interpelación a la Ministra de Educación María Julia Muñoz, ella dijo que en la educación estaba todo bien y la oposición le dijo que está todo mal. No podemos vivir en esa lógica. Cuando pasamos raya y vemos que pasó en esa interpelación, ¿que logramos, que alcanzamos, cuales son los resultados concretos que obtuvimos? Se me podrá decir que producto de las mayorías las interpelaciones perdieron poder, pero tenemos que lograr que no haya un diálogo en la que uno pregunta en español y el otro le contesta en chino. Ese bloqueo no le hace bien a nadie y desde mi posición, en el Partido podemos tener visiones distintas, no son excluyentes, sino complementarias. Esta es mi forma de hacer política.

Ud. se propone para este año lograr reunir al presidente Vázquez con el senador Lacalle Pou. ¿Por qué con Lacalle Pou y no con Jorge Larrañaga?

-Con Lacalle Pou tiene un enfrentamiento, están “bloqueados” los puentes del diálogo, quizás producto de los egos o los orgullos, no han logrado buscar ese encuentro y creo que hay que poner “paños tibios” a las descalificaciones que se dieron, producto de la campaña electoral  donde uno le llama “pompita de jabón” el otro lo trata de “viejo”. ¿Por qué Lacalle Pou?  Por qué él está “medio paso” adelante y por tanto, tiene una responsabilidad mayor, así lo decidió la gente cuando lo eligió para que fuera nuestro candidato presidencial. Y esto no va en desmedro de Jorge Larrañaga. Larrañaga ha sido reconocido por el propio Presidente Vázquez de su actitud cuando la situación de los inundados, ha tenido actitudes constructivas por ejemplo con el ex Presidente Mujica de generar los acuerdos multipartidarios de educación que lamentablemente luego no prosperaron. No es Lacalle Pou contra Larrañaga, sino dejar de mirar el árbol para mirar el bosque. No podemos mirarnos el ombligo de porque uno sí el otro no, es todo el Partido. La idea no es solo que se genere un diálogo, sino llevar adelante iniciativas. No me parece posible que sigamos en esta lógica donde los temas no se ponen arriba de la mesa. Por ejemplo: en los temas de educación se necesitan acuerdos y este es el año, porque en el 2017 se abre nuevamente el Presupuesto y será complejo y habrá flancos para el gobierno, por eso me parece que tiene que ser este 2016. El 2018, y el 2019 ya es tarde, porque ahí todo el mundo estará con “la calculadora electoral”.

Dentro de su Partido esta iniciativa no cayó bien, se dijo que usted quiere marcar agenda y hacer “perfilismo” político ¿Es así?

-¿Quién se niega a que el principal Partido de oposición dialogue con el gobierno? Lo hablé con Lacalle Pou. Él sabe que es importante que exista el espacio de diálogo con el Presidente Vázquez. Lo hablé con Jorge Larrañaga, quizás puede haberse generado una discordia porque en una entrevista periodística me referí a Lacalle Pou como el “jefe” de la oposición pero lo conversamos y tampoco Larrañaga se niega a que exista la instancia de diálogo. Lo que ocurrió fue que algunos compañeros del Partido, buscan enfrentarme con Jorge Larrañaga y yo no tengo nada contra él, es mi compañero, trabajo con él, y soy parte de Alianza Nacional. El Partido tiene dos líderes, pero hay uno (Lacalle Pou) que tiene una responsabilidad mayor. Mi objetivo es que se hagan las cosas, necesitamos madurez política de todo el sistema.

Ud. dice que “algunos compañeros” del Partido Nacional buscan enfrentarla con Larrañaga. ¿A quién hace referencia?

-Son compañeros de Alianza Nacional en particular, pero prefiero no dar nombres.

En una entrevista periodística Edgardo Novick hablaba de la necesidad de crear un espacio de la oposición. Él confía en la concertación. ¿La herramienta es la concertación?

-No sé si es la Concertación, lo que sí me queda claro es que tenemos que buscar puntos de diálogo, de coordinación y que también se construya una agenda que represente a la otra “mitad del país”. El país está dividido en dos mitades, una que elige y se identifica con las ideas del Frente Amplio y otra mitad que no tenemos diferencias  tan profundas que no nos permita tener instancias en común. No me siento tan alejada de las ideas de Pablo Mieres (senador del Partido Independiente) o Pedro Bordaberry (senador del PC), a veces priman más lo egos, yo no voy a dejar de ser blanca, ni mi partido histórico, que este año cumple 180 años de historia, va a dejar de ser el Partido Nacional. Estrategias electorales hay que buscarlas más adelante, hay algunos que están todo el tiempo con “la calculadora electoral”. Lo que tenemos que construir son estrategias políticas y de pensar alternativas juntos.

No sé si es la Concertación pero es tiempo de generar un espacio. El FA lo hizo en el año 71. Bajo el lema del Partido Demócrata Cristiano (PDC), se unieron comunistas, socialistas, tupamaros y convivieron y nadie perdió su identidad. Hay un estadio superior que los obligó a generar instancias en común. Creo que es tiempo que la oposición lo haga, miremos hacia Argentina y Venezuela. Allí la oposición se unió y triunfó.

¿Ud. Cree que hay que ir gestando una ingeniería electoral?

-Es una construcción, necesitan tiempo, ahora no podemos cansar a la gente, recién terminó una instancia electoral y no podemos empezar a pensar en nuestra “reelección”. Hay que terminar con esa mentalidad. La mejor estrategia es trabajar, hacer, y sacar adelante los temas, ojalá que la oposición pueda unirse. Nosotros queremos gobernar para presentarnos como alternativa y para ello tenemos que hacer, no ver solamente como consigo un “votito” o sí me junto con mengano o con “sultano”. El “votito” va a venir sí te identifican como alguien serio, responsable y que quiere trabajar y hacer las cosas bien. Ese es el camino.

Ud. se ha propuesto convocar al canciller Nin Novoa para conocer la posición de Uruguay respecto al Tratado Transpacífico (TPP) ¿Cuál es su idea?

-Este es un tema de política de Estado que tiene que estar sobre la mesa. No tengo un pensamiento diferente al de Nin Novoa, pensamos parecido respecto a las líneas estratégicas de una política exterior. Fue lamentable que el gobierno decidiera abandonar las negociaciones por el TISA. Es un tema profundo, pero el plenario del FA tomó la decisión de salir de las negociaciones y el Poder Ejecutivo la asumió como propia. No me pareció bien. Quiero conversar con el canciller sobre los desafíos que tenemos por delante, donde los “mega bloques”, son un nuevo paradigma en el escenario internacional. Uruguay no está porque no estaba invitado, pero hoy se abre un espacio cuando venga la instancia de ratificación parlamentaria en los países. Me pregunto ¿Cuál será la estrategia de Uruguay? ¿Intentara ser parte? aún no están abiertas las puertas pero la estrategia será ingresar a la Alianza Pacífico de las cuales Chile integra y buscar desde allí tener una incidencia. Uruguay esta como observador en la Alianza (del Pacífico) me pregunto: ¿Intentará integrarse plenamente? La búsqueda es para saber cómo nos insertamos en el mundo. China, nuestro principal socio comercial, cuando se ratifique el Tratado Transpacífico que hará, continuará comprándonos a nosotros o lo hará a Australia y Nueva Zelanda que sí están en el Tratado. El acuerdo hay que estudiarlo, no hay que tener “anteojeras ideológicas”, no estoy diciendo sí o no, sino que quiero conocer cuál será la estrategia del país. Uruguay no debe amputarse la posibilidad de estudiarlo. El acuerdo tiene 30 capítulos y dentro de ellos hay algunos que son “pesados” como compras gubernamentales, los temas laborales, etc. Me gustaría reunirme con el principal referente del PIT- CNT y conversar con el capítulo laboral que proponen en el  TPP y  analizar y pensar sí esto afecta a los trabajadores en un hipotético ingreso al Transpacífico o no o sí el rechazo es una cuestión de concepción filosófica.

Hoy en América Latina hay muchos movimientos sociales tanto en Chile como en Perú que se movilizan en contra del acceso de sus países al TPP. Lo consideran un paso negativo, que los va a perjudicar.

-Desde el punto de vista comercial, Chile es un ejemplo en el mundo. Tiene Tratados de Libre Comercio con todo el mundo, pueden haber resistencias pero la demostración es que negocia con aranceles bajísimos y eso facilita su inserción, no solo no ha afectado sus fuentes de trabajo sino que ha beneficiado. Chile coloca muy bien sus productos. Puede haber resistencias sociales pero el país ganó más de lo que perdió.

Uruguay tiene un Tratado de Protección de Inversiones con Suiza que data de la década de los 90. Bajo este Tratado se  amparó la multinacional Philips Morris para demandar a Uruguay por su política de salud anti tabaco. La demanda se lleva adelante en un estrado comercial como lo es la CIADI. El comercio vs la salud.

-Hay que analizar caso a caso. En el TPP hay un capítulo dedicado a que no se podrá llevar a controversias a los países, por sus políticas de salud.  Los Tratados siempre tienen riesgos, cuanto genera en la balanza comercial en desmedro de la afectación de la fuente laboral. No es lo que queremos, nosotros precisamente lo que queremos es defender las fuentes de trabajo. Analicemos en profundidad y no simplemente por titulares. No me parece decir “fuera porque acá está EEUU”, sí afecta a los trabajadores miremos en que puede afectarlos y después tomemos decisiones pero no por posiciones filosóficas perimidas en el mundo. Un país tan chico no puede estar ajeno, un país vinculado con un MERCOSUR que hoy cambió “el humor” y eso es positivo para Uruguay. Necesitamos más mercado ampliado. Lo planteo en la lógica del 4 + 1 pero también puede haber instancias bilaterales.

-Luces y sombras

-¿Qué evaluación hace del primer año de gobierno?

-Luces y sombras, fue un año complejo para el gobierno. El presidente Vázquez no ha tenido el mejor escenario en su fuerza política. Lo viví en el Parlamento, el ex presidente Mujica ha “jaqueado” al presidente Vázquez desde el Parlamento. El senador Mujica no lo reconoce, pero yo lo veo en el Parlamento. El MPP sigue teniendo peso cuantitativo y ha dado “señales mezquinas”. Mujica fue presidente y sabe lo que significa, su actitud no le hace bien a su propia fuerza política y tampoco le hace bien al país. Vázquez todavía sigue recibiendo el legado negativo de Mujica, pensemos: ANCAP, el déficit fiscal, las cosas vinieron peor de lo que Vázquez esperaba. El FA está “fracturado” y eso les ha impedido avanzar, sin embargo el gobierno también tiene luces como fue la creación del Sistema Nacional de Cuidados. Fue su “buque insignia”, se aprobó, ahora habrá que  ver como se implementa. La política exterior también tiene luces y sombras. Hay un cambio en la región, la llegada de Mauricio Macri (presidente argentino) es positiva. Pero tiene sus sombras cuando “radicales” hacen pronunciamientos que después son decisiones para el Poder Ejecutivo, como lo fue abandonar las conversaciones del TISA. No me gusta decir está todo mal, tampoco está todo bien, porque los absolutismos no le hacen bien a nadie.