Selva, ríos y cataratas: Conocé Misiones, la provincia argentina dominada por el verde

Si pensamos en Misiones, la selva domina la provincia. Sin embargo, a cuatro horas de Iguazú están los Saltos de Moconá, un conjunto de cataratas de hasta 10 metros de altura que atraviesan el Río Uruguay y se convierten en un desafiante entorno para navegantes intrépidos.

 

En tierra guaraní Moconá significa “el que todo lo traga” y es la palabra que mejor simboliza la experiencia de vivir los saltos en este paraíso virgen, donde la adrenalina representa la emoción dominante.

Los Saltos de Moconá se encuentran ubicados sobre el Río Uruguay y dentro del Parque Nacional de Moconá, a unos 60 kilómetros de la ciudad de El Soberbio como lugar más próximo. Nacieron de una falla geológica, única en el mundo, cuyo efecto es haber provocado que el río tenga un mayor caudal en una parte y caiga sobre la otra, convirtiéndose en el paseo marítimo que todos los aventureros desean descubrir. 

Dependiendo de su condición serán visibles los saltos; a mayor caudal el desnivel del agua desaparece, pero cuando el caudal es menor será el momento de comenzar la aventura ya que las cataratas pueden llegar desde los 4 a los 10 metros de altura, en un radio total de 3 kilómetros. 

Las empresas que navegan el avistaje del río ofrecen una experiencia de aproximadamente 20 minutos a puro vértigo, donde descubriremos todo el bravío de la corriente. Es un viaje apto para aventureros de espíritu audaz que buscan descubrir la selva de Misiones o la reserva de Biosfera Yaboty, pero ante todo desafiar toda la fuerza de la naturaleza. 

El impulso de los saltos hará que la espuma nos empape la cara, el vértigo se adueñe  de nosotros y la ropa bañada se convierta en el sello de este espectáculo majestuoso.

Antes de embarcar se nos dictará una clase introductoria sobre el circuito del avistaje de aguas y las medidas de seguridad necesarias para disfrutar la travesía. Con el salvavidas incorporado, atravesaremos la plataforma flotante donde se encuentran amarrados los gomones semirrígidos para embarcar.


Profundo, correntoso y turbulento, el río parece luchar consigo mismo. Durante el recorrido observaremos, filmaremos o fotografiaremos los hermosos paisajes del Parque Nacional, descubriendo su variada fauna y el equilibrio armónico y natural entre aves, mamíferos, reptiles y anfibios, destacándose ejemplares como las yararás o las anacondas, que rara vez atacan y contrariamente se asustan del hombre, derribando mitos urbanos. 

La famosa piedra Bugre es la insignia del trayecto. Inevitable toparnos con ella, guarda parte de la mística guaraní. Aislada hace millones de años, simboliza la paz y la tranquilidad, dado que era el lugar donde los aborígenes recurrían para buscar respuestas, festejar tradiciones o resolver problemas entre caciques. 

Dentro del área protegida del parque encontraremos diferentes lodges donde hospedarnos y experimentar safaris fotográficos, caminatas por senderos tropicales o embarcaciones en balsas y canoas por los impresionantes ríos y arroyos misioneros.

Con una excelente conectividad aérea, Argentina siempre te espera para concretar esta aventura posible. 

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