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Quiénes son los 8 rugbiers que asesinaron a Fernando Báez Sosa

El juicio por el brutal asesinato en Villa Gesell tiene atento a toda la Argentina. Ocho rugbiers lo mataron a golpes y luego se fueron festejando a comer hamburguesas, según se desprende de las audiencias.

Fernando Báez Sosa fue asesinado por ocho jóvenes en Villa Gesel, Argentina.
Fernando Báez Sosa fue asesinado por ocho jóvenes en Villa Gesel, Argentina.

La semana pasada, el Tribunal Oral y Criminal N°1 de Dolores inició el juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa. Ocho jóvenes jugadores de rugby fueron imputados en este caso, entre ellos Matías Benicelli, quien fue descrito por varios testigos como “el flaquito con rodete” o “el de rodetito”. Según los testimonios, Benicelli fue uno de los que golpeó a la víctima.

La noche del 18 de enero de 2020, Benicelli fue expulsado del boliche Le Brique. Según el video de seguridad, fue sacado por la cocina por un patovica, quien lo “redujo con los brazos en la espalda”. Este empleado de seguridad, Christian Ignacio Gómez, declaró en el juicio que Benicelli “agredía a todo aquel que identificara como rival o de otro grupo”.

Una vez fuera del boliche, Alejandro “Chiqui” Muñoz, el jefe de Seguridad de Le Brique esa noche, lo identificó como quien noqueó a Fernando Báez Sosa. Otros testigos, como el taxista Marcos Damián Acevedo y el quiosquero Sebastián Saldaño, también lo señalaron como uno de los agresores. Tomás D’Alessandro, quien salió con Fernando cuando los patovicas los expulsaron, dijo que Benicelli le gritó a su amigo: “A ver si volvés a pegar, negro de mierda”.

La empleada del Hotel Inti Huasi, Andrea Ranno, también lo identificó como uno de los que huyó de la escena del crimen. Estos testimonios sugieren que Benicelli jugó un papel importante en el asesinato de Fernando Báez Sosa. Sin embargo, es importante recordar que todavía es inocente hasta que se le declare culpable en un juicio justo.

Sin embargo, Benicelli no fue el único señalado en el juicio. También fueron mencionados Ayrton Viollaz, Luciano y Lucas Pertossi. Enzo Comelli y Blas Cinalli fueron los menos nombrados. Máximo Thomsen es considerado el principal imputado en este caso, ya que varios testigos lo describieron como el que golpeó a Báez Sosa mientras estaba en el suelo.

Este caso ha sido considerado como un ejemplo de violencia y discriminación en el país. Es importante señalar que la víctima, Fernando Báez Sosa, era afrodescendiente. Muchos testigos mencionaron haber oído a los acusados utilizar lenguaje racista durante la agresión.

Los acusados del homicidio que por estos días sigue conmocionando a Argentina son Máximo Thomsen (23), Ciro Pertossi (22), Luciano Pertossi (21), Lucas Pertossi (23), Ayrton Viollaz (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Blas Cinalli (21).

Los chats de los acusados

La séptima audiencia del juicio por el asesinato de Báez Sosa se enfocó en el material encontrado en los celulares de los ocho rugbiers acusados. El debate se centró en las similitudes entre la zapatilla hallada y las heridas presentadas por la víctima en su rostro. El instructor fiscal de la Fiscalía General de Dolores, Javier Pablo Laborde, fue el encargado de analizar el contenido de nueve teléfonos celulares desde los cuales los rugbiers mandaron mensajes y audios al grupo de Whatsapp llamado “Del Boca3” y, algunos de ellos, tomaron imágenes del ataque y de los momentos posteriores al mismo.

Laborde leyó numerosos mensajes que fueron exhibidos en una pantalla colocada en la sala de audiencias, a la que miraban con atención tanto los padres de Fernando, como los ocho rugbiers acusados. Entre los mensajes leídos se encontraban: “Le pegaron a uno”; “estoy yendo a la casa, vengan”; “estoy acá cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia… caducó”; “chicos no se cuenta nada de esto, a nadie”, estos fueron algunos de los mensajes que reprodujo Laborde frente a los jueces.

El instructor también mostró mensajes de los acusados cuando la policía fue a buscarlos a la casa que alquilaban en Villa Gesell a las pocas horas del asesinato: “Policía afuera”, “sí, mal”; “está la poli”, “salgamos”, fueron algunos de ellos. Entre los teléfonos analizados en la investigación figura el iPhone 3 negro de Máximo Thomsen (23), quien se negó a entregar la clave de acceso; otros cinco teléfonos de la misma marca que pertenecían a Lucas (23) y Luciano Pertossi (21), Matías Benicelli (23), Alejo Milanesi (22) y Juan Pedro Guarino (21), cuyo equipo “7 Plus”, de color negro, tenía la pantalla astillada y una funda de los All Blacks.

El único del grupo cuyo celular no fue localizado ni en el domicilio ni en los dos autos estacionados en la finca allanada fue el de Ayrton Viollaz (23), aunque tampoco formaba parte del grupo “Del Boca3”, en el que sí estaba el resto de los imputados, y también Juan Pedro Guarino (21) y Matías Benicelli (23). Los peritajes incluyeron también al Motorola G4 Plus de Enzo Comelli, otro de los amigos.

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