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China: Xi Jinping se encamina a ser el líder con más tiempo en el cargo desde Mao Zedong

El mandatario chino habló por más de dos horas en el congreso del partido único chino. Hay pocas probabilidades de que no sea reconfirmado en el cargo.

Foto cortesía de Xinhua
Foto cortesía de Xinhua

El presidente chino, Xi Jinping, tiene todo a su favor para ser electo una vez más en el cargo en el congreso del Partido Comunista de China (PCCh), para convertirse así en el líder que más ha estado al mando del país desde Mao Zedong.

Xi va por su tercer mandato consecutivo, y no es solo otra elección para el mandatario de 69 años de edad, sino que marcaría el inicio de lo que algunos analistas internacionales ya están bautizando como “presidencia imperial”. A este punto, él es prácticamente omnipotente, ya que se concentran en su figura altísimos poderes que son técnicamente irrefutables. 

Ante más de 2.300 delegados cuidadosamente escogidos de todo el país, reunidos en la capital Beijing en el evento de una semana de duración, Xi pronunció un discurso de apertura de más de 2 horas, que fue interrumpido en un sinfín de ocasiones por aplausos y ovaciones.

En el Gran Salón del Pueblo, en la Plaza de Tiananmen, Xi pregonó los logros del partido desde que llegó al poder hace una década y describió los principios para el gobierno y las políticas que el PCCh impulsará en los años venideros.

Las claves del discurso

El líder comunista basó su discurso en cuatro pilares fundamentales. El primero de ellos fue la pandemia del COVID-19, remarcando las políticas estrictas que impuso cuando la crisis sanitaria se salió de control. Estas fueron fronteras blindadas, hisopados masivos obligatorios, vigilancia digital invasiva, cuarentenas forzosas y confinamientos de ciudades.

“Al lanzar una guerra popular total para detener la propagación del virus, hemos protegido la salud y la seguridad de las personas en la mayor medida posible y hemos alcanzado logros tremendamente alentadores, tanto en la respuesta a la epidemia como en el desarrollo económico y social”, dijo. 

Xi insistió que, a ojos su administración, la política de “Covid Cero” fue un éxito. 

El segundo punto fue la economía, la cual instó a proteger y reforzar, aunque la batalla “sea cuesta arriba”. China comenzó el año con el objetivo de un crecimiento económico de alrededor del 5,5%. Si bien esta previsión no ha sido descartada del todo, las autoridades son ahora menos optimistas y buscan llegar a un número más moderado que no ha sido oficializado. 

Una encuesta de Reuters publicada el sábado encontró que los economistas esperan que el PIB crezca solo un 3,2% este año. Después de la caída en 2020, cuando COVID golpeó por primera vez, será el peor desempeño desde 1976, el último año de la Revolución Cultural de una década que destruyó la economía. La pandemia ha tenido un impacto inevitable en la economía china, como en la de todo el mundo.

Pasó además por la idea de la “felicidad” del pueblo, reflexionando sobre cómo el desarrollo económico debe ser “de alta calidad” para que impacte en la vida de todas las personas por igual.

Xi ha dicho antes que el compromiso de China con la reforma y la apertura no flaquearía. Al mismo tiempo, sin embargo, ha incrementado drásticamente la injerencia del Estado en los asuntos económicos y ha tomado medidas drásticas para poner bajo control lo que ve como sectores rebeldes, como por ejemplo los bienes raíces, la tecnología y la educación extracurricular.

El tercer punto a resaltar es el asunto de Taiwán, que Xi ha marcado como de suma urgencia. Esta región es independiente y ha luchado por mantenerse así a pesar de los constantes avances de Beijing para reabsorberla como parte de la gran China por la fuerza. “Las ruedas de la historia avanzan hacia la reunificación de China y el rejuvenecimiento de la nación china. La reunificación completa de nuestro país debe realizarse y, sin duda, puede realizarse”, exclamó el mandatario para luego ser ovacionado y aplaudido fuertemente. 

Para el PCCh y el gobierno chino, la isla taiwanesa no es autónoma, y se espera que continúe presionando para reintegrarla. “Seguiremos luchando por la reunificación pacífica con la mayor sinceridad y el máximo esfuerzo, pero nunca prometeremos renunciar al uso de la fuerza y ​​nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias”, prosiguió.

Por último, el cuarto gran punto del discurso de más de 120 minutos de duración fue la relación de China con el mundo, y regresó a esa idea del “rejuvenecimiento de China”, que interconectó con la posición del país en el ajedrez geopolítico global. 

Los predecesores de Xi jugaron más al proteccionismo y a mantener una distancia del mundo por fines políticos, pero fue el abrazo del capitalismo lo que sacó a China de la pobreza extrema extendida.

En la actualidad, cambios trascendentales como no se han visto en un siglo se están acelerando en todo el mundo (…) Está en marcha una nueva ronda de revolución científica y tecnológica y transformación industrial, y se está produciendo un cambio significativo en el equilibrio de poder internacional, lo que presenta a China oportunidades estratégicas en la búsqueda del desarrollo”, sentenció. 

Concluyó sentenciando a los representantes del PCCh a queno se dejen “llevar” por las “falacias” dichas contra China, y a contrarrestar “el hegemonismo y la política de poder con mentalidad de la Guerra Fría”.

 

 

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