Lula promete volver “mejor” y dice que Bolsonaro es “el bobo de la corte”

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— Lula 13 (@LulaOficial) August 26, 2022

 

El candidato opositor y expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este jueves que el 2 de octubre volverá a la presidencia de la República “mejor”, y aceptó que hubo corrupción en el sonado caso de la empresa estatal Petrobras. Sin embargo, en este particular defendió a la expresidenta, Dilma Rousseff, y arrancó contra el presidente, Jair Messias Bolsonaro, quien dice es el “bobo de la corte” que, por su incapacidad, ha dejado en manos del Parlamento la misión de gobernar.

La entrevista, de poco más de 40 minutos con el programa Jornal Nacional, del canal TV Globo, logró 31,2 puntos de rating, un hito para la televisión brasileña que puso al expresidente en un pedestal masivo para exponer sus ideas. Fue particularmente destacable que la entrevista se dio en un medio que apoyó abiertamente el caso Lava Jato, por el cual fue encarcelado 580 días -para luego ser liberado- y quedó proscrito para las elecciones de 2018.

“Fui masacrado (en la TV Globo) por cinco años consecutivos”, aseveró el líder del Partido de los Trabajadores (PT), que acusó a la Operación Lava Jato de haber “lanzado al lodo” el prestigio y la independencia del Ministerio Púbico Fiscal. Añadió que el Lava Jato se armó “con el objetivo de detener a Lula”.

Independencia de poderes y regreso de la izquierda

Para el expresidente, el Fiscal General de la Nación no debe responder directamente al presidente de la República, ni tampoco a los jefes de la Policía Federal. Si llega a ganar en octubre, dice “si hay denuncia de corrupción, entonces que se investigue”.

“Quiero volver para ser mejor de lo que fueron mis ocho años de gobierno. Quiero volver porque quiero hacer las cosas que debería haber hecho pero no sabía que era posible hacer”, expresó, y elogió la trayectoria como gobernador de San Pablo, el mayor estado del país, de Geraldo Ackmin, su adversario de entonces y su actual compañero de fórmula, un conservador del Partido Socialista Brasileño.

El exsindicalista metalúrgico prometió a la población que volverá a “ser feliz, con una mejor calidad de vida” y propone “pacificar el país contra el odio diseminado” por la ultraderecha, en la voz de Bolsonaro, aunque defendió como “natural en todos los países la polarización ideológica y programática entre dos proyectos de país”.