Lula afianza su base trabajadora, y Bolsonaro sigue apostando al voto evangélico

“¿Cómo se explica que en un país que es el tercer mayor productor de alimentos del mundo la gente se vaya a dormir sin comer?”, dijo el expresidente y candidato en un mitin este fin de semana.

Fotos Twitter Lula / Bolsonaro
Fotos Twitter Lula / Bolsonaro

El expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, de vuelta en la arena política y favorito para ganarle a Jair Bolsonaro en las elecciones de octubre, responsabilizó al mandatario ultraderechista por el incremento del hambre y el desempleo en el país.

Hablando en un acto del Partido de los Trabajadores (PT) en Sao Paulo -en conjunto con su candidato a vicepresidente, el ex gobernador de Sao Pablo, Geraldo Alckmin-, Lula manifestó: “Después de que el PT acabó con el hambre en este país, nos damos cuenta de que 33 millones de brasileños se van a dormir sin tener que comer, que 105 millones de personas tienen un problema de insuficiencia alimentaria. ¿Cómo se explica que en un país que es el tercer mayor productor de alimentos del mundo la gente se vaya a dormir sin comer?”. 

Remarcó que, desde su perspectiva, “no es falta de capacidad productiva, es falta de dinero y esta falta de dinero es por el desempleo, y el desempleo es por falta de vergüenza de los rostros de los que gobiernan este país”. 

El exmandatario izquierdista, quien lidera todas las encuestas para ganar con holgura en primera ronda, aprovechó también hablar a los empresarios que “solo” se preocupan de sus planes de política fiscal y “no abre la boca” para hablar de los salarios de las y los trabajadores. 

“Queremos que la empresa progrese, pero me enojo muchísimo cuando hago una reunión con empresarios y solo quieren saber de techo fiscal, política fiscal, garantía fiscal… No hay uno que abra la boca para hablar dónde está la garantía social”, manifestó. 

Contó a sus seguidores que ha mantenido diversos encuentros con empresarios y defendió que ganen dinero, porque así es que se crea empleo, pero de forma que haya justicia salarial. “¿Por qué sólo hablan de banco, banco, banco, banco? Nosotros los que queremos saber es de nuestro empleo, de nuestro salario, de la renta del trabajador”, espetó. 

“Ellos piensan que al pobre sólo le gustan cosas de tercera (categoría). ¡Qué vergüenza! Al pobre le gusta comer bien, vestirse bien y, sobre todo, nos gusta ganar bien, tener respeto; ése es el mundo que vamos a crear”, concretó al respecto, y prometió que el salario mínimo siempre va a crecer por encima de la inflación. 

Bolsonaro en marcha evangélica

Por su parte, el presidente Bolsonaro volvió a guiñarle el ojo a los colectivos evangélicos que tantos votos le dieron y tanta ayuda le propiciaron para llegar a la presidencia de la Repúblicas.

En un encuentro el sábado con seguidores, volvió a sus conocidos discursos contra “el socialismo” y contra “el comunismo” que, según él, avanza en la región. 

“Todos los días cuando me levanto rezo para que nuestro pueblo no sufra los dolores del socialismo, como aquí alrededor en América del Sur”, dijo el presidente ultraderechista en la ‘Marcha por Jesús’, que es considerado el mayor evento evangélico del país, que reunió a decenas de miles en la capital paulista. 

“Vean como están viviendo los hermanos de Venezuela, lo que está pasando en países como Argentina, Chile y Colombia… Nosotros no queremos eso para nuestro Brasil”, agregó.

El voto evangélico fue decisivo para Bolsonaro, pero esta vez parece estar un poco dividido: según mediciones hechas por encuestadoras brasileñas, Bolsonaro tiene un 40% de intención en este colectivo, mientras que Lula amasaría un 35%.

 

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