Tiroteos en Copenhague y Chicago: ambos tiradores dieron señales en redes sociales

Seis personas resultaron muertas y más de una treintena heridas por armas de bala después de que Robert E. Crimo III, de 22 años, abriera fuego desde la azotea de un edificio en Chicago durante un desgile por el 4 de julio, día de la independencia de los Estados Unidos, que pasó de ser una fiesta a una tragedia en cuestión de segundos.

La Policía pudo determinar de dónde vinieron los disparos y dar con un individuo que fue catalogado como peligroso y armado. Tras una breve persecución, pudieron atraparlo y arrestarlo.

El rifle usado, una vez más, fue uno semiautomático, pero no se ha dicho modelo ni marca; usualmente, los asesinos en este tipo de hechos usan un AR-15, que tiene una gran capacidad de carga en cantidad de municiones y una gran velocidad de disparos por segundos. Este tipo de armas se pueden comprar legalmente y sin mayores problemas en casi todos los estados de los EE.UU.

Alertas en redes sociales

El tiroteo de mayo pasado en Uvalde, la pequeña ciudad de Texas en donde un joven abrió fuego en una escuela primaria, dejando 21 fallecidos -mayormente niñas y niños-, abrió una vez el debate sobre la facilidad que tienen algunas personas para adquirir armas, a pesar de las señales que han dado en redes sociales y en sus círculos familiares de no ser aptos para poseerlas.

Pero todo quedó ahí: el país norteamericano es fanático de las armas y poseerlas es un derecho constitucional. Una vez más, el Partido Republicano y los lobbys de las armas lograron que la discusión se silencie, al menos hasta el próximo tiroteo.

El problema de la compra de armas por personas no aptas no es un tema exclusivo de los Estados Unidos, ya que el fin de semana hubo un evento semejante en Copenhague, capital de Dinamarca.

El domingo por la noche, un hombre abrió fuego con un rifle en un centro comercial en Copenhague y, aunque al principio no se descartaba que fuese un ataque terrorista, pero que luego de investigaciones de las autoridades se encontró que la matanza habría sido cometida por un hombre con desórdenes psiquiátricos.

En un video publicado en redes sociales, el individuo había publicado que “la quetiapina no funciona”, en alusión a un medicamento antipsicótico, con venta autorizada en Dinamarca para tratar la ezquizofrenia y el trastorno bipolar. 

Antes de la tragedia, había subido a YouTube videos con varias armas: en uno de ellos se apuntaba a su cabeza y decía “no me importa”. 

El ahora acusado fue arrestado y enviado a un pabellón psiquiátrico a la espera de que se determine si es imputable y, de ser así, que se defina cuándo sería su juicio.

Como decenas de otros, los tiradores de Uvalde y de Chicago también habían subido advertencias de sus actitudes violentas en redes sociales, y voces críticas asegura que las autoridades deberían estar en capacidad de reaccionar con antelación para evitar que deriven en acciones violentas contra terceros.

Robert E. Crimo III había subido a sus redes contenidos en los cuales hacía apología a la violencia y mostraba armas: en uno de estos videos se pueden ver dibujos animados y, uno de ellos, se parece a Crimo. Con un fuerte armamento, llega adelante un ataque contra un grupo de personas.

En otro video, se representa a un personaje de dibujos animados similar a Robert E. Crimo III acostado boca abajo en el suelo en un charco de su propia sangre rodeado de policías con sus armas desenfundadas.