¿Qué debe hacer un país tras un tiroteo masivo? Nueva Zelanda y Reino Unido nos enseñan

Por Carlos Loría, redactor periodístico

El 13 de marzo de 1996, Thomas Watt Hamilton abrió fuego en el interior de la Escuela Primaria de Dunblane, en Escocia, matando a un total de 16 niñas y niños y la maestra Gwen Mayor, e hicieron a otros 15 estudiantes. El criminal después se suicidó.

Este fue el tiroteo más mortífero en la historia del Reino Unido, y desató un tenso y profundo debate público y político sobre la regulación y el control de las armas, incluyendo masivas marchas pidiendo que se prohibiera más ampliamente la posesión de armas en manos civiles.

En el informe sobre la tragedia realizado por William Douglas Cullen (Barón Cullen de Whitekirk) por entonces alto magistrado del Poder Judicial de Escocia, explica que hay esencialmente dos métodos de control de armas de fuego y municiones, que se pueden hacer por medio de legislación. El primero es la regulación por medio de sistemas de certificación de las autoridades nacionales para poseer o comprar un artefacto de estos. El segundo es la imposición de restricciones en ciertas categorías de armas de fuego y municiones en relación a su peligrosidad. “Al principio de mi discusión sobre el futuro del control legislativo considero la sumisión de que todas las armas debería prohibirse, de lo que se deduciría que ya no habría sistema de certificación. Por las razones que doy, no recomiendo tal prohibición total”, dijo Cullen en sus conclusiones.

El magistrado recomendó mejorar y endurecer los sistemas de certificación, y agregó que de la historia del autor de la matanza se desprende que “es necesario asegurarnos de que una persona no mantenga en su posesión un arma o munición si no puede demostrar una ‘buena razón’ para su uso”.

“La sostenibilidad de la posesión de un certificado de portación de armas está cada vez más vinculado a la seguridad pública”, agregó Cullen.

Mientras pasaba esto, en las esferas legislativas se discutían y articulaban legislaciones para el control de armas que terminaron por aprobarse: se prohibió la tenencia de casi todas las armas existentes en el mercado para entonces. De hecho, Thomas Watt Hamilton tenía seis en su arsenal personal y las autoridades nunca lo habían indagado para preguntarle para qué necesitaba tantas.

Con esto, el Reino Unido es uno de los países con las regulaciones y restricciones para la tenencia de armas más estrictas y exitosas del mundo, porque desde aquel tiroteo en Dunblane la cantidad de estos incidentes se redujo a cero, a excepción de uno ocurrido en 2021 en que el pistolero, Jake Davidson, mató a cinco personas en la localidad de Keyham, en Plymouth, Devon. Una vez más, el Reino Unido respondió con endurecimiento de las restricciones: el gobierno británico anunció que emitiría una guía para exigir a la policía que investigue las publicaciones en las redes sociales de los solicitantes de licencias de armas de fuego y los titulares actuales porque Davidson había hecho comentarios en la web con puntos de vista misóginos, homofóbicos y racistas, y en Reddit llegó a hablar del odio que tenía incluso con su propia familia que había tratado de que recibiera atención en el sistema de salud mental.

Quienes cumplan con los extensos papeleos y los rigurosos controles psicológicos y psiquiátricos pueden adquirir algunos pocos tipos de rifles de caza. Las pistolas están permitidas en Irlanda del Norte, las Islas del Canal y la Isla de Man , que tienen su propia legislación, pero en estos territorios de la Mancomunidad no se han reportado tiroteos.

Control de armas en Nueva Zelanda

Después del tiroteo de este martes en Texas, que dejó 21 víctimas mortales -mayormente niñas y niños de entre 7 y 11 años-, vuelve a surgir en Estados Unidos la discusión sobre el control de armas y la urgencia por luchar por el poderío de los lobbys de las armas, como la Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés) que, irónicamente, había compartido un día antes en sus redes sociales un viejo discurso del expresidente Donald Trump dado en Texas, en que defendía “el derecho”.

En otra gran contradicción, el próximo 27 de mayo la NRA tendrá su gran convención anual en Texas con la presencia de Trump, pero las armas estarán prohibidas en el recinto.

En el otro extremo, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, reforzó la decisión pragmática de su país de sacar las armas de las calles porque, cuando pasó el tiroteo en la mezquita de Christchurch de 2019, “vimos algo que no estaba bien y actuamos en consecuencia”.

Ardern apareció en el popular programa The Late Show with Stephen Colbert, que se filmó unas horas después del tiroteo de Uvalde, Texas. “Cuando observo desde lejos y veo eventos como este hoy, no es como un político. Los veo solo como una madre”, dijo una emocionada Ardern. “Lamento mucho lo que ha sucedido aquí”.

“Cuando vimos que sucedió algo así, todos dijeron nunca más, por lo que nos incumbía a nosotros como políticos responder a eso (…) Ahora, tenemos necesidades legítimas de armas en nuestro país, para cosas como el control de plagas y para proteger nuestra biodiversidad, pero no necesitas una semiautomática de estilo militar para hacer eso”.

A raíz del tiroteo de 2019, Nueva Zelanda prohibió casi todas las armas semiautomáticas y rifles de asalto. El cambio de ley fue aprobado casi por unanimidad, con un solo voto en contra (un legislador conservador de derecha). Hablando en ese momento, Ardern dijo: “No podía entender cómo las armas que podrían causar tal destrucción y muerte a gran escala podrían haberse obtenido legalmente en este país”.