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Fernández y Kirchner enfrentados: “El que toma las decisiones soy yo”

El presidente y la vicepresidenta argentinos están en un mal momento de su relación, y Fernández remarca que él es el presidente.

De izquierda a derecha: Sergio Massa (presidente de Diputados), Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof (gobernador de Buenos Aires). Foto: Frente de Todos
De izquierda a derecha: Sergio Massa (presidente de Diputados), Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof (gobernador de Buenos Aires). Foto: Frente de Todos

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, admitió que hay una distanciamiento con la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, pero asegura que sigue apuntando a gobernar en unidad desde la coalición peronista Frente de Todos.

“Cuando era candidato dije una y mil veces que la unidad era una condición necesaria, pero insuficiente. No podemos permitir que vuelvan a la Argentina los que gobernaron, no podemos dejar que esas políticas vuelvan y por lo tanto la unidad para mí es absolutamente prioritaria”, dijo Fernández este martes, y remarcó que la coalición peronista no puede “darse el lujo de romperse, por narcisismo o por diferencias políticas”.

“Es evidente que no tenemos la misma mirada en todas las cosas. Yo sabía que iba a tener que tomar decisiones y esperaba que me acompañen pero no todos me acompañaron. Yo respeto eso”, dijo al referirse al rechazo del kirchnerismo al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

¿Quién está al mando?

Fernández asegura que dialoga con todos los actores de alto perfil del Ejecutivo y del Legislativo, que conforman el Frente de Todos, pero fue enfático en quién está a cargo.

“Yo puedo escuchar a todos pero las decisiones las tomo yo (…) ella tiene que entenderlo”, adujo e insistió en que no tiene problemas para hablar con Cristina para llegar a acuerdos. La semana pasada, la portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, confirmó que es la vicepresidenta la que no le responde los mensajes al presidente.

El Frente de Todos está en un momento de altas tensiones a lo interno, con comunicaciones impersonales y poco diálogo, según informan medios y analistas políticos argentinos. “Todas esas dificultades se agravan porque en varios casos la unidad vive procesos de tensión y podría terminar en un proceso de alta fragmentación. Donde eso ocurra –y esta es nuestra principal preocupación, aquello que motiva este escrito– habrá un camino expedito para el retorno del neoliberalismo”, advierte una carta publicada por el sector albertista del peronismo.

 

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