La ultraderecha se alza en Francia de la mano de dos candidatos que quieren ser presidentes

Francia se salvó de la extrema derecha en las últimas elecciones, cuando Marine Le Pen perdió contra el actual presidente Emmanuel Macron. Pero esta vez el panorama es mucho más complicado: Le Pen vuelve al ruedo tratando de suavizar su imagen y el nuevo candidato, Eric Zemmour, habla abiertamente de su condición de ultraderechista y apuesta a conquistar al electorado más conservador y nostálgico.

Le Pen vuelve a intentar llegar al Elíseo, volviéndose a encontrar con Macron las urnas, pero no se dio cuenta que la estaba rebasando por la derecha Zemmour con un discurso cargado de racismo, xenofobia, misoginia y otro tanto de panfletos ultras. Tiene un prontuario incluso judicial, porque ya ha sido condenado en dos ocasiones por la Justicia francesa por incitación al odio. En 2016, dijo que Francia era “víctima de una gran invasión” de musulmanes, y arremetió contra las mujeres que practican esa religión que portan el velo conocido como jihab. Antes, en 2011, había afirmado que “la mayoría de los traficantes de drogas son negros o árabes, eso es así, es un hecho”, según informaba el diario Le Monde.

Además es predicador de la teoría racista conocida como “el gran reemplazo”, promovida en países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros países que asegura que hay toda una conspiración global para “reemplazar” a los blancos por personas con otros colores de piel y que no serían europeos.

Ultranacionalista

Zemmour es también un partidario de las ideas de “asimilación” en Francia, otro movimiento xenófobo que propone que cualquier persona inmigrante en el país debe abandonar sus manifestaciones culturales y creencias religiosas originarias de su nacionalidad para “comportarse” de acuerdo a los valores franceses.

Sin embargo, defender el asimilacionismo en opinión de Zemmour implicaría también la no asimilación de ciertos grupos. Por ejemplo, argumenta regularmente que el islam no es compatible con la República, lo contrario de la política asimilacionista. No es una propuesta nueva, porque ya en los años 50s las mujeres musulmanas de nacionalidad argelina debían renunciar al uso del velo para recibir la ciudadanía francesa.

En su lema de campaña asegura que va a “reconquistar” Francia, en alusión al compendio de ideas ultranacionalistas mencionadas, y podría hacerle la guerra al centro izquierdista y socioliberalista Emmanuel Macron, que buscará la reelección.