Se entregó a la justicia Steve Bannon, asesor de Trump, investigado por el asalto al Capitolio

El asesor e íntimo colaborador de Donald Trump, Steve Bannon, se entregó a la Justicia este lunes después de haber sido ordenada su detención por parte de una jueza por considerarlo en desacato.

A Bannon, de 67 años, se le retiró el pasaporte para que no pueda salir del país después de que el viernes fuera acusado de desacato por no haber respondido a varios llamados a testificar al Parlamento y por negarse a presentar documentos pedidos por el comité legislativo que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

A su salida de la corte, Bannon se mostró desafiante y levantó su dedo con vehemencia para gritar: “¡Esta vez se han metido con el tipo equivocado!”. Acusó al presidente estadounidense, Joe Biden, y al fiscal general, Merrick Garland, y a la presidenta del Senado, Nancy Pelosi (demócrata), de estar violando su derecho a la libertad de expresión. “Ahora vamos a ir a la ofensiva, ya verán”, agregó.

Bannon fue el artífice de la campaña electoral que llevó a Trump a la presidencia en 2016, y también fue uno de los arquitectos de su intento fallido de reelección en 2020. Horas antes de entrar a las oficias del FBI en Washington para entregarse prometió “derribar el régimen de Biden”. Vuelve sobre sus propias aseveraciones, reafirmando que cree que Biden no es el presidente legítimo y haciendo eco de las ideas conspirativas del inexistente fraude que llevaron, precisamente, a miles de fanáticos trumpistas a entrar por la fuerza al Capitolio a inicios de año dejando varios muertos.

La próxima comparecencia de Bannon será el jueves y se realizará de manera virtual por petición de sus abogados. Tendrá que verse la cara por una pantalla con el juez del Distrito de Columbia, Carl Nichols, que de hecho fue nombrado por Trump.

Acusaciones

Se le imputan varios cargos por supuestos nexos con el asalto al Capitolio del 6 de enero pasado, que fue calificado por los demócratas como un intento de golpe de Estado. El comité del Senado quiere que Bannon testifique porque sospechan que tiene algún conocimiento previo de los eventos de ese día, jornada en la que justamente se iba a certificar la victoria electoral legítima de Biden.

Unos 10.000 fanáticos de Trump irrumpieron en el Capitolio después de que el mismo Trump hablara y los arengara en una tarima armada en la East Capitol Street, a un par de cuadras de la entrada del icónico edificio principal. Unas 800 personas lograron ingresar y pudieron incluso apoderarse por algunas horas de las salas de sesiones y los despachos de los legisladores.

Cinco personas murieron y cerca de 140 agentes fueron agredidos por manifestantes partidarios de Trump.