se instaló la derecha

Javier Milei: nazismo, armas de fuego, banderas confederadas y muchos gritos

La fanaticada de Milei está llena de simbologías de extrema derecha, y se sienten representados en su figura.

Foto: Twitter
Foto: Twitter

Por Carlos Loría – redactor periodístico

El diputado electo en los comicios del domingo en Argentina, Javier Milei, llegó para llenar un nicho de mercado que no estaba siendo ocupado por nadie en el vecino país rioplatense. “¡Basta de negros! ¡Basta de negros!”, gritaban sus militantes mientras esperaban la llegada de su mesías político.

Con su discurso populista, disparado a sus fanáticos siempre a los gritos y con un claro enojo con “las castas políticas”, Milei viene a presentar ideas que sedujeron principalmente a jóvenes de clase media alta y sectores de derecha que no se habían sentido representados ni siquiera por las ideas de Mauricio Macri, el abanderado del neoliberalismo argentino.

El economista acumuló el 17% de los votos porteños y, después de conocerse los resultados, el bunker de campaña se llenó de seguidores que venían a celebrar que por fin el libertarismo se había instalado en el Parlamento. Eso sí, no estuvo exento de polémicas porque su público es diverso, pero en formas un poco controvertidas.

Una de las situaciones tuvo lugar cuando el jefe de seguridad apareció en el escenario y se paró frente a un asistente de la primera fila: lo señaló con el dedo con la mano izquierda y con la otra empuñó el revólver que llevaba en la cintura sin llegar a desenfundarla. En seguida, otros custodios entraron para sacar al enervado agente que se fue dando como pequeños saltos.

Aunque desde la campaña del político dijeron que el oficial fue separado de su cargo y él mismo lo repudió, en las ideas libertarias que promulga está la liberalización casi total del control de las armas de fuego en manos de civiles, muy al estilo estadounidense.

La bandera confederada estadounidense estuvo presente en el bunker de Milei. Foto: Twitter
La bandera confederada estadounidense estuvo presente en el bunker de Milei. Foto: Twitter

Una cucharadita de extrema derecha

También hubo símbolos que causaron asombro, como un seguidor que fue envuelto en una bandera confederada, el símbolo de los esclavistas durante la Guerra Civil estadounidense. “Prefiero que me digan nazi y no montonero terrorista de los 70”, aseguró el joven que llevaba la cabeza rapada al estilo de los skinheads cercanos al movimiento supremacista blanco. El diputado electo intentó despegarse del joven: “Si yo lo hubiera visto a ese chico, lo habría sacado de patadas en el culo. Yo no puedo controlar a todos los que ingresan, cómo van vestidos. Si yo hubiera tenido conocimiento de esa situación, yo mismo me habría ocupado. Si durante el discurso, veo a alguien de esas características, yo me tiro al público y lo saco a patadas en el traste. Ahí no hay ni medio milímetro”, dijo a Radio con Vos.

“Si hay alguien filo nazi acercándose a nuestro espacio, le diría que tiene un problema ideológico grave que no entiende la naturaleza de las características de nuestro movimiento. No por nada, cuando nosotros terminamos la exposición, esto lo hicimos en muchos actos, terminamos con la definición de liberalismo. Es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión y en defensa del derecho a la vida, la libertad y la propiedad. No tiene nada que hacer un nazi en esta estructura. Está por definición, fuera”, agregó.

Antisemitismo camuflado

También se han identificado a seguidores suyos en redes sociales que acuñan un neologismo anglo, la palabra “jword”, que fuera usado por fans de la cantante Taylor Swift de forma despectiva para hablar de un exnovio de ella pero adoptada por libertarios criptofascistas para referirse a los judíos. El uso de esta palabra lo hacen para evitar bloqueos o baneos en las redes sociales por hacer apología al odio.

En el foro anónimo 4Chan, refugio de grupos de extrema derecha, terraplanistas, negacionistas de la pandemia y todo tipo de conspiracionistas, un usuario escribió que “en C5N están comparando a los liberales y a Milei con los nazis”. “Hay un Jword diciendo que porque Milei piensa en una reconstrucción nacional le suena a nazismo”, respondió otro individuo identificado como @theweevs.

“Estoy cansado de ver homosexuales, transexuales, pedófilos y todo tipo de mierda”, afirmó otros de los usuarios que se identifican con el movimiento. Luego, pasó directamente a la amenaza de terrorismo: “Sí, voy a volar una gasolinera y luego ir a un banco (…) Voy a comprar la maldita máscara y hacer esa mierda, yo ya tengo el arma, te juro que no estoy mintiendo… No quiero lastimar a personas inocentes, pero necesito los números ¿entiendes? Necesito muertes para que la noticia sea grande, Dios me perdone por la gente inocente, pero ya no soporto vivir en este maldito mundo”.

“Planeo tomar rehenes, que llamen a la prensa y hacerlo frente a las cámaras, quiero que se grabe todo”, agregó el individuo en otro comentario, cuyas palabras llegaron incluso a las autoridades que investigan para dar con su identidad. “Un cargador de la pistola tiene 17 balas, aún así llevaré más. Aún no he escrito el manifiesto, lo haré pronto, mencionaré el Holocausto, los judíos, el 11 de septiembre, etcétera”.

También se vieron varios ejemplares de una bandera amarilla con una serpiente cascabel enrollada que reza “no te megas conmigo” en inglés; es la llamada de Gadsten, un símbolo adoptado por los libertarios cuando se entrecruzan con los movimientos de extrema derecha y neofascistas que surgieron en Estados Unidos. Si bien es un símbolo que corresponde a la Revolución Americana, ahora está inevitablemente conexo con grupos terroristas ultraderechistas como el Ku Klux Klan y los Proud Boys.

La bandera de Gadsten estuvo incluso en el escenario: a la izquierda de Milei uno de sus colaboradores, Nicolás Emma (presidente del Partido Libertario) la sostenía mientras le aplaudía con euforia.

No tan liberal como dice

Pero muy a pesar de sus discursos furibundos, Milei no es tan liberal como dice ser, porque se opone a algunos derechos humanos conquistados en muchos países del mundo y por conquistar en otros.

Por ejemplo, se opone férreamente al derecho a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE, o aborto), porque entiende que hay un tema de propiedad privada en medio. “Desde el liberalismo es el respeto en la vida del otro, derecho a la vida, la libertad y la propiedad. En el plano de la biología la vida comienza con la concepción y desde lo matemático es la concepción y la muerte”, ha dicho tiempo atrás.

“Estoy de acuerdo con el aborto cuando la madre corre peligro de vida. El bebé es otra persona”, amplió, y ejemplificó: “Si alguien viene a robar a tu casa, recurrís a la fuerza si tu vida corre peligro. Ahí es cuando corre riesgo la propiedad. Es igual que si una madre corre peligro, ahí estoy de acuerdo porque hay un conflicto de propiedad, que sería el cuerpo de la madre”.

También en su movimiento se apoderaron de las siglas LGBT, que representanta a las luchas por la diversidad sexual (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales): en el búnker se vieron cientos de pines y camisetas negras con esas siglas pero con otros significado: “libertad, guns (armas), Bolsonaro y Trump”, en alusión a los dos líderes de la extrema derecha americana caídos en desgracia pero que el libertarismo ha adoptado como profetas.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje