nueva ola

Rusia registra más de 1.100 muertes por COVID-19 en 24 horas, el pico más alto desde el inicio de la pandemia

Las autoridades sanitarias reportaron 36.446 nuevos positivos. Un bajo porcentaje da la población vacunada propicia nuevas y fuertes olas de contagios en Rusia.

Una dosis de la vacuna Sputnik V. Foto: Wikimedia Commons
Una dosis de la vacuna Sputnik V. Foto: Wikimedia Commons

En Rusia se registraron 1.106 fallecimientos por COVID-19 en un día, el máximo para una jornada desde que se declaró la emergencia sanitaria, y se confirmaron 36.446 contagios nuevos, según informaron las autoridades sanitarias del gobierno de Vladimir Putin el lunes.

Desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, han fallecido 232.775 personas en Rusia, y se han acumulado 8.316.019 casos de COVID-19. A la fecha, 7.213.584 personas se han recuperado y 1.890.069 están bajo observación y en aislamiento preventivo por tener síntomas compatibles con la enfermedad, de acuerdo a la Oficina Nacional de Protección al Consumidor (Rospotrebnadzor).

Rusia es el quinto país del mundo con más casos, solamente superado por Estados Unidos, India, Brasil y Reino Unido. En cuanto a casos por cada millón de habitantes, Rusia ocupa el lugar 94 con 56.953 por millón.

Desconfianza

En Rusia se han vacunado 49,2 millones de personas con la pauta completa contra el COVID-19, poco más del 34% de los 144 millones de personas que conforman la ciudadanía del gigante euroasiático.

Varias mediciones indican que más de la mita de la población no planea vacunarse, una situación que el gobierno señala como una de las causas de las constantes y cada vez más grandes olas de contagios. Una encuesta del Centro Levada, instituto especializado en opinión pública en Rusia, encontró que el 54% de los consultados no se inocularía a no ser que se vuelva obligatoria, y 38% dijo que sí lo haría voluntariamente.

“Ciertamente, las cifras son terribles. Es alarmante. La principal razón son los bajos niveles de vacunación”, dijo el pasado 5 de octubre el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.

Los expertos señalan dos razones principales para la reticencia a las vacunas anticovid: la primera es la desconfianza en la información difundida por el gobierno de Putin y de la premura por ser uno de los primeros países del mundo en desarrollar una inyección para prevenir el COVID-19; esto ha sido visto por parte de la comunidad internacional y de la ciudadanía rusa como un movimiento geopolítico. La segunda, es que hay una relación complicada con las vacunas y la obligatoriedad de ponérselas porque en la época de la Unión Soviética eran obligatorias.

La vacuna Sputnik, una de las primeras en desarrollarse en el mundo, fue acogida en decenas de países del mundo, entre los que destacan varios de Latinoamérica: Argentina, Bolivia, Paraguay, Venezuela, Nicaragua, México, Honduras, Guatemala, Panamá, Ecuador, Brasil y Chile.

 

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