California exigirá que trabajadores de la salud estén vacunados contra el COVID-19

El Departamento de Salud del estado de California, en Estados Unidos, ordenó que antes del 30 de setiembre de este año todas las personas profesionales de la salud que quieran seguir laborando en su territorio deben estar totalmente vacunados contra el COVID-19, o bien someterse a pruebas semanales obligatorias.

Los empleados de hospitales, hogares de ancianos, consultorios médicos, clínicas y otras instalaciones médicas tienen hasta el 30 de septiembre para recibir vacunas de dos dosis o bien aquellas de los laboratorios que diseñaron una monodosis, según se explica en la nueva orden emitida por el doctor Tomás J. Aragón, coordinador Salud Pública del estado.

También deberán estar inoculadas las personas que visiten hospitales, hogares de ancianos e instalaciones especializadas para discapacitados, o que presenten una prueba PCR con resultado negativo de no más de 72 horas.

Los mandatos llegan cuando California, como el resto de los Estados Unidos, lidia con una oleada de casos de la nueva variante Delta del COVID-19, representando el 86% de los nuevos casos desde el 21 de julio, según datos del mismo gobierno californiano.

“A medida que continuamos viendo un aumento de casos y hospitalizaciones debido a la variante delta de COVID-19, es importante que protejamos a los pacientes vulnerables en estos entornos”, dijo Aragón en un comunicado de prensa. “La decisión de hoy también garantizará que los propios trabajadores de la salud estén protegidos. Las vacunas son la forma en que terminamos con esta pandemia”.

La religión en medio

Aquellas personas alcanzadas por esta obligatoriedad tienen una salida, en caso de que no quieran vacunarse: la exención religiosa.

De hecho, las mega iglesias evangélicas de Estados Unidos, que ya se habían metido en la discusión difundiendo fake news y teorías conspirativas sobre el coronavirus, han empezado a repartir cientos de cartas de exención cuidadosamente redactadas para que las personas con excusas religiosas se salten la vacuna.

“Tienes la libertad de elegir, y nadie debería poder exigir que te pongas una vacuna o perderás tu trabajo. Eso no está bien aquí en Estados Unidos”, dijo el pastor Greg Fairrington en su pasado servicio dominical el pastor de la gigantesca iglesia californiana Destiny Christian Church.

Las cartas, firmadas por Farrington, detallan una objeción religiosa a recibir la vacuna COVID-19 que la gente puede mostrarle a su empleador.

Leslie Gielow Jacobs, profesora de la Facultad de Derecho McGeorge de la Universidad del Pacífico, explica que los empleadores pueden exigir legalmente que los empleados se vacunen siempre que acepten exenciones “razonables” para las creencias religiosas.

“Creo que las personas perderán sus trabajos si se niegan a vacunarse, incluso si tienen exenciones para algunos puestos porque la ley no exige que los empleadores mantengan a los empleados en el trabajo si no deben hacerlo”, agregó Jacobs.

“Deberíamos tener derecho a elegir. Es la elección personal de alguien recibir una vacuna”, dijo al medio local ABC10 la enfermera de Sacramento Carly Rinaldi, quien se niega a aceptar la obligatoriedad. “No soy antivacunas, pero dudo como lo están haciendo muchos en este momento”.