Parlamento brasileño frena a Bolsonaro en intentona por otorgarse poderes plenos

Después de que se separaran de su gobierno seis ministros y tres altos mandos militares esta semana, el mandatario intentó activar un paquete de acciones ejecutivas creadas exclusivamente para tiempos de guerra.

Foto: Flickr / Palacio de Planalto
Foto: Flickr / Palacio de Planalto

El caos político sigue marcando la administración del presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien esta semana vio la renuncia de seis ministros y tres altos mandos militares, una separación en masa que el mandatario intentó maquillar como un despido.

En el aciago momento político que atraviesa el ultraderechista, atizado por el pésimo manejo de la pandemia del COVID-19, lo motivó a intentar activar el llamado Sistema Nacional de Movilización (SINAMOB), un paquete de herramientas ejecutivas y militares creadas en 2007 exclusivamente para reaccionar en tiempos de guerra.

Con el Ministerio de Defensa como organismo central, el SINAMOB se estructura en forma de direcciones sectoriales que darán respuesta a las necesidades de la Movilización Nacional en los ámbitos político, económico, social, psicológico, de seguridad e inteligencia, civil, científico-tecnológico y militar, según se lee en la web del gobierno brasileño que explica de qué se trata el sistema.

La puesta en marcha de este protocolo habría dado vía libre a Bolsonaro para tener plenos poderes para «reorientar la producción, la comercialización, la distribución y el consumo de bienes y la utilización de servicios; la intervención en los factores de producción públicos y privados; la requisición de bienes y servicios, y la convocación de civiles y militares».

El diputado federal por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Iván Valente, asegura que había «malas intenciones» en el intento de Bolsonaro de activar el SINAMOB, y que fue «una coincidencia muy grande» que quisiera acceder a este justo cuando perdió todo el apoyo de los altos mandos militares. En declaraciones a la prensa aseveró que fue «un intento de asfixiar la acción de los gobernadores y los alcaldes en la pandemia. Una especie de estado de sitio, que (Bolsonaro) anda persiguiendo».

‘Nuestra percepción es esta… en la primera oportunidad que se le presente (a Bolsonaro) intentará un autogolpe para amenazar tanto al Poder Judicial como al político’, dijo a UOL Brasil el líder de la oposición en Diputados, Alessandro Molon, del Partido Social-Democrático (PSB, de centroizquierda).

Los distintos bloques opositores lograron frenar la intentona en el Parlamento, recibiendo además apoyo de los sectores conservadores otrora afines al presidente. «Esto significa pasar al presidente de la República el comando directo de las policías militares, que hoy están bajo la tutela de los gobernadores, como define la Constitución Federal en el Pacto Federativo», alertaba el diputado federal Kim Kataguiri en sede parlamentaria, referencia de la joven derecha brasileña. «Tiene apariencia de golpe, huele a golpe«.

 

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