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Tras un año de relativizar la pandemia, Bolsonaro da un brusco giro y crea un comité de crisis

El presidente ultraderechista se ha esforzado en minimizar la emergencia sanitaria, pero ahora que el mundo empieza a ver a Brasil como una amenaza global, se vio forzado a dar un volantazo en su posición oficial.

Jair Bolsonaro alienta a sus seguidores a aglomerarse y rechaza el uso de mascarillas y otras medidas sanitarias. Foto: Presidencia de Brasil
Jair Bolsonaro alienta a sus seguidores a aglomerarse y rechaza el uso de mascarillas y otras medidas sanitarias. Foto: Presidencia de Brasil

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, anunció este miércoles que creará un comité nacional para combatir la pandemia del coronavirus, un giro de 180 grados en relación a su posición oficial durante más de un año.

Tras pasar la terrible barrera de las 300.000 personas y con un panorama oscuro de hospitales colapsados en todo el país, el mandatario ultraderechista se vio forzado a hacer una cadena nacional de televisión para anunciar la creación de un comité de crisis.

«Será creada una coordinación junto a los gobernadores, junto al Congreso. Por nuestra parte el comité se reunirá todas las semanas», afirmó Bolsonaro en el mensaje que fue más bien breve, después de reunirse con jefes del Congreso, gobernadores estatales y representantes del Tribunal Supremo de Justicia.

Si bien ha minimizado la pandemia en incontables ocasiones y ha llegado a calificarla como «una simple gripecita», ahora dice que para su administración «la vida está en primer lugar». Es una contradicción a sus propias afirmaciones de los últimos meses despotricando contra medidas de reducción de la movilidad social ordenadas por gobernadores y alcaldes, al tiempo que ha exigido que se vuelva a la normalidad prepandémica para potenciar la economía del país.

No solo los servicios de salud colapsados y el aparentemente imparable crecimiento de contagios y muertos por COVID-19, sino que además la pobre velocidad de la vacunación a nivel nacional ha sido fuertemente criticada. Sobre esto último Bolsonaro hizo una contundente promesa: el 2021 será «el año de la vacunación» para volver pronto a «la vida normal».

Tras la alocución, medios brasileños reportaron que se realizaron en diversas ciudades del país protestas, cacerolazos y otras manifestaciones. En Río de Janeiro se oyeron gritos sobre «asesino» y «mentiroso» desde ventanas de edificios que se entremezclaron con cucharas impactando los fondos de las ollas.

El martes fue el día más duro para Brasil desde que inició la pandemia: se contabilizaron 3.000 víctimas mortales, de los cuales 1.000 fueron solo en Sao Paulo. Así las cosas, el mundo entero mira con recelo al país sudamericano como uno de los epicentros mundiales de la pandemia y decenas de países ya restringieron los vuelos desde y hacia allí.

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