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Encarcelan a rapero español por insultar a la familia real

El músico asegura que se le está censurando y se está violando la liberta de expresión. Deberá cumplir nueve meses de prisión por injurias a la corona española.

Momento del arresto de Pablo Hasél. Foto cortesía de La Vanguardia / Marc Brugat
Momento del arresto de Pablo Hasél. Foto cortesía de La Vanguardia / Marc Brugat

El rapero español Pablo Hasél fue arrestado en las últimas horas luego de haberse atrincherado en el rectorado de la Universidad de Lleida, después de haber insultado a la corona real española y por supuestamente hacer apología del terrorismo.

El músico de 32 años, cuyo nombre verdadero es Pablo Rivalluda Duro, deberá cumplir una sentencia de nueve meses después de que en 2018 se le juzgara por glorificación al terrorismo y por insultar a la corona española.

En tuits y canciones que escribió y publicó entre 2014 y 2018, Hasél calificó a la familia real como «los mafiosos Borbones». También aseguró que la policía había torturado y asesinado a Joseba Arregui, un exmilitante del grupo terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA).

«Policía Nazi-onal torturando hasta delante de las cámaras», escribió también en Twitter el 30 de marzo de 2014. Un mes después publicó: «¿Matas a un policía? Te buscan hasta debajo de las piedras. ¿Asesina la policía? Ni se investiga bien».

Una veintena de agentes antimotines de los Mossos d’Esquadra entraron por la fuerza a la universidad a eso de las 6:30 hora local (GMT+1). Tardaron dos horas en poder apresarlo ya que se había atrincherado con otros estudiantes en un cuarto, y habían bloqueado las puertas con diversos muebles.

Un grupo de al menos 10 personas que lo acompañaban retrasaron el arresto sentándose alrededor del Hasél a forma de protesta pacífica. Tras romper la barrera humana, los efectivos se llevaron al músico a prisión.

Antes de ingresar al vehículo policial de los Mossos, se dirigió a las personas que se manifestaban afuera de la universidad contra su arresto: «¡Muerte al Estado fascista!», gritó. Posteriormente, el vehículo se encaminó hacia la cárcel de Ponen de Lleida, en donde cumplirá su condena.

Posteriormente, el grupo de resistencia que acompañaba a Hasél adentro de la facultad fueron saliendo uno a uno mientras la multitud afuera los aplaudía, según narra el diario español La Vanguardia. Todos empezaron a corear «¡Pablo Hasél, llivertat!», mientras se desarmaba el contingente policial.

 

Injurias a la corona, un delito gravísimo

La legislación española contempla los insultos o las injurias a la corona o la familia real como un delito muy grave.

La Ley Orgánica 10/1995, actualmente vigente, tipifica las injurias contra la corona como un acto ilegal penado con cárcel. El Código Penal en su Título XXI ‘Delitos contra la Constitución’, cuyo capítulo II ‘Delitos contra la Corona» dice que comete un delito cualquiera que injurie «al Rey, o a cualquiera de sus ascendientes o descendientes, a la Reina consorte o al consorte de la Reina, al Regente o a algún miembro de la Regencia, o al Príncipe heredero de la Corona».

Aunque es un tipo penal distinto (calumnias), en el punto 3º del arriba mencionado artículo 490 se establece que: «El que calumniare o injuriare al Rey o a cualquiera de sus ascendientes o descendientes, a la Reina consorte o al consorte de la Reina, al Regente o a algún miembro de la Regencia, o al Príncipe heredero de la Corona, en el ejercicio de sus funciones o con motivo u ocasión de éstas, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años si la calumnia o injuria fueran graves, y con la de multa de seis a doce meses si no lo son».

Hasél es solo uno de más de la larga lista de personas que han sido acusados y condenados a prisión por insultar a los miembros de la realeza. Uno de los primeros casos notorios fue el del periodista Xabier Sánchez Erauskin, director de la revista Punto y Hora de Euskal Herria, quien en 1981 fue puesto tras las rejas por insultar al entonces rey Juan Carlos I.

En el año 2005, el Tribunal Supremo de España condenó también a Arnaldo Otegi, político y coordinador general del partido independentista vasco Euskal Herria Bildu. Había denominado como «jefe de los torturadores» a Juan Carlos I, en relación a denuncias hechas por el director del diario Egunkaria, Martxelo Otamendi. El Estado español fue sentenciado en 2011 por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos al pago de 20.000 euros por daños morales contra Otegi, ya que su sentencia fue suspendida posteriormente. El tribunal internacional dijo que había una «desproporción» existente entre la exagerada condena por injuriar al monarca español y la penalidad muy inferior que se hubiera impuesto si las mismas se hubieran dirigido contra cualquier otro ciudadano español.

En 2006, los diarios vascos Deia y Gera publicaron una viñeta gráfica satírica y una nota escrita en relación a un oso asesinado por el rey Juan Carlos I en un viaje de cacería en Rusia. La Fiscalía acusó a los medios y sus responsables bajo la misma legislación, pero un juez decidió archivar el caso por no encontrar delito alguno. La Audiencia Nacional presentó un recurso contra la decisión del juez y en 2018 el caso fue reabierto. Actualmente sigue su curso en la Justicia.

También han sido acusados y condenados otros comunicadores, políticos y artistas, como el rapero Rivas Leyva, la revista El Jueves, o José Antonio Barroso Toledo (exalcalde de la localidad de Puerto Real). Este último había dicho que «el Borbón de condición deleznable, el presente, no es menos deleznable de lo que fue su padre. Es hijo de un crápula, de una persona de condición licenciosa, deplorable, deleznable. No menos licenciosa que la de su esposa. El Rey, señores, porque su procedencia lo es, es corrupto».

 

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