Guatemala: La “revolución de los frijoleros” exige la renuncia del presidente Giammattei

Decenas de miles de guatemaltecos salieron este sábado a las calles para exigir una vez más la renuncia del impopular presidente, Alejandro Giammattei, a quien acusan de corrupto por elaborar con opacidad el presupuesto nacional 2021, que fue aprobado a pesar del descontento popular y luego anulado.

«El pueblo no debería tener miedo a sus gobiernos, los gobiernos deberían tener miedo a su gente», «Nos falta cartel para tanta rabia», «Fuera los corruptos», «Encierro a los políticos, libertad al pueblo», rezaban algunos de los carteles que portaban manifestantes frente al Palacio Nacional de la Cultura, antigua sede de gobierno.

El movimiento se convocó por redes sociales bajo el hashtag #28N y se hacen llamar la «revolución de los frijoleros» después de que un diputado ultraconservador afín a Giammattei los llamara «comedores de frijoles».

En la sesión del miércoles pasado, el diputado Rubén Barrios, del partido Valor, dijo: «solamente nuestras rodillas inclinarlas delante de Dios, y delante de cualquier comelón de frijoles estaremos de pie todo el tiempo».

Entre los pedidos del movimiento de protesta está, primero que todo, la renuncia de Giammattei, que apenas ha estado en la silla presidencial 10 meses, así como de todos los diputados, por haber aprobado el presupuesto 2021 con fuertes recortes a programas sociales, atención a la pobreza, salud y educación, y con aumentos a gastos discrecionales del Parlamento.

La semana pasada, otras manifestaciones que pedían las renuncias terminaron en la quema de varios cuartos del edificio del Parlamento.

Los manifestantes portaban mascarillas como medida de seguridad en medio de la pandemia, cuyo manejo por parte del gobierno también ha sido fuertemente criticado. El país ha acumulado más de 121.000 casos de COVID-19 y 4.161 fallecimientos.

Giammattei trata de evitar su destitución haciendo un llamado a un gran diálogo nacional para reajusta el presupuesto en función de lo que pide la ciudadanía, al tiempo que denuncia supuestos intentos de desestabilización de la democracia. Una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo presidido por Luis Almagro, está en el país para evaluar la situación.