REFERENDO EN CHILE

Referéndum en Chile: “El Plebiscito refleja la desconexión y desapego entre la sociedad chilena y el sistema político»

Entrevista exclusiva con el politólogo uruguayo Juan Pablo Luna, que reside en Chile hace 15 años, y es profesor titular del Instituto de Ciencia Política - Escuela de Gobierno de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

 

“El Plebiscito refleja la culminación de un largo proceso de desconexión y desapego entre la sociedad chilena y el sistema político” afirmó Juan Pablo Luna. Agregó también que la clase política, Carabineros,  el Poder judicial, la Iglesia Católica y los medios de comunicación, “están con problemas serios de legitimidad” 

En tanto, señaló al movimiento feminista como uno de los triunfadores del Plebiscito celebrado el pasado 25 de octubre.

¿Una primera lectura del resultado del Plebiscito constitucional del pasado 25 de octubre?

El Plebiscito refleja la culminación de un largo proceso de desconexión y desapego entre la sociedad chilena y el sistema político. El resultado ha sido interpretado como una victoria por la oposición al gobierno, sin embargo, es más acorde con el proceso histórico, tiene que ver más con un voto de protesta que traduce en capital electoral lo que se había visto en las calles desde octubre del año pasado (2019) pero que venía sucediendo en el sistema desde mediados del año 2000, con menor intensidad pero que se ha ido acumulando. Hay un desgaste cada vez mayor de la legitimidad del sistema político, al que se lo ve crecientemente coludido con los empresarios y con un sistema económico que genera renta para unos pocos, que si bien ha permitido expandir el consumo, expandir el acceso a ciertos bienes de consumo para la sociedad chilena, está asociado a fuertes desigualdades no solo en términos de ingresos, sino a mínimos sociales como las pensiones, la salud, la educación, etc. Lo que ha ocurrido en estos años, es que la fusión entre una clase política asociada, financiada, coludida con el  empresariado, va generando cada vez más descontento. A esto se suma una serie de escándalos de corrupción, que ocurren en los últimos 10 años, y que involucran a todo el espectro político. Hasta ahora se había expresado en las calles más que en las urnas. Ahora ese descontento se expresó y se canalizó por la vía electoral. Esto tiene que ver también con la incorporación de nuevos sectores jóvenes, de gente que no votaba, asociado a los sectores más populares, también mujeres jóvenes que se incorporan al ejercicio del voto y la participación.

Si bien se implementaron planes de ayuda social, la ayuda fue insuficiente. Hay quienes sostienen que el Estado chileno pudo endeudarse mucho más para ayudar a los que la estaban pasando peor.

¿La Pandemia complicó aún más la situación económica de Chile, un país que era visto como un modelo a seguir, incluso a imitar?

La Pandemia tuvo consecuencias muy importantes. El gobierno y el Presidente (Sebastián) Piñera vio en la Pandemia una oportunidad para resarcirse y recomponer su liderazgo luego de lo que había sido el año pasado. El gobierno intento una gestión de la Pandemia innovadora, con lo que se llamó el mecanismo de las “cuarentenas dinámicas” que funcionó muy mal, y terminó generando una cuarentena masiva que deprimió brutalmente la economía en buena parte de este año. Si bien se implementaron planes de ayuda social, la ayuda fue insuficiente. Hay quienes sostienen que el Estado chileno pudo endeudarse mucho más para ayudar a los que la estaban pasando peor. La Pandemia puso otra vez en entredicho las desigualdades sociales, las distintas coberturas de salud, la distinta capacidad de algunos de quedarse en la casa, poner a sus hijos en “teleeducacion” mientras otros se quedaban sin educación y sus padres tenían que salir a trabajar porque no tenían para comer. La Pandemia pone sobre la mesa una memoria de pobreza, de hambre, de ollas populares, que estaban asociadas a los peores tiempos de la década de los ´80. En ese sentido reproduce descontento nuevamente con estas desigualdades profundas que sigue teniendo esta sociedad.

¿Qué lectura debería hacer el sistema político chileno del resultado y del mecanismo constitucional elegido por el pueblo para la redacción de un nuevo texto constitucional?

La lectura que tienen que hacer, y a mi parecer no están haciendo, la clase política politizó, partidizó, y  presidencializó  la competencia electoral, el tema del plebiscito y la reforma constitucional, y el problema que tienen es que la gente está hastiada de la clase política. De ahora en más por el sistema electoral que rige la elección de los constituyentes, y las reglas electorales que se generaron, el desafío favorece al “establisment” político, los partidos hoy tienen en sus manos un desafío enorme de liderar el proceso, pero al mismo tiempo generar y ambientar niveles de renovación y de conexión con la sociedad, que no han tenido en los últimos 20 años, lo que deberían desarrollar en muy corto plazo porque las elecciones son en abril (2021). El desafío fundamental y que deberían estar leyendo es que esta clase política está interdicta, que aquí hay un voto de descontento con buena parte del sistema y que si el sistema no reacciona rápido -abriendo las puertas, no cediendo el liderazgo pero sí abriendo lo más posible las puertas a nuevos liderazgos a gente que viene de otros ambientes sociales que no son de élite, sino que reflejan la diversidad social y territorial del país- el proceso constituyente y la democracia chilena están en un riesgo bastante importante hacia adelante.

El feminismo en Chile moviliza mucha gente y logró algo único en el mundo y es que esta constituyente sea paritaria en términos de su composición de género. Si tengo que señalar un movimiento que sale triunfador señalaría al movimiento feminista.

¿Qué organizaciones sociales salen fortalecidas con el resultado del Plebiscito del domingo 25 de octubre?

Es difícil comprender desde fuera de Chile. Las organizaciones están muy fragmentadas y territorializadas, si vas a barrios o a municipalidades encontrás distinto tipo de organizaciones con el mismo propósito. Por un lado la élite política y económica, y por otro lado tenés una sociedad que protesta junta en la calle, que vota el domingo en el plebiscito pero que tiene poca capacidad organizacional. El sindicalismo está fragmentado, organizaciones territoriales de base están fragmentadas, también las minorías indígenas están fragmentadas. El movimiento más fuerte hoy y que ha sido protagonista, y que al menos parcialmente escapa a esta lógica de fragmentación, es el movimiento feminista. El feminismo en Chile moviliza mucha gente y logró algo único en el mundo y es que esta constituyente sea paritaria en términos de su composición de género. Si tengo que señalar un movimiento que sale triunfador señalaría al movimiento feminista.

En Chile las fuerzas del orden, el Poder judicial, la Iglesia Católica y los medios de comunicación, están con problemas serios de legitimidad.

¿Qué sucede con las fuerzas del orden, el Poder judicial, la Iglesia católica y los medios de comunicación?

Todas ellas están con problemas serios de legitimidad, la Iglesia Católica desde los escándalos de abuso infantil a mediados de la década pasada quedó en un lugar frágil. A nivel territorial la Iglesia Evangélica está avanzando muy fuertemente y es una de las organizaciones que moviliza más gente hoy. Estuvimos haciendo un seguimiento de lo que sucedía en campaña en las redes sociales y encontramos que los grupos más activos en la campaña por el Plebiscito eran los evangélicos más que otro grupo. Los evangélicos a la vez estaban divididos en sus posiciones por el “apruebo” y por el “rechazo”.

La Justicia está menos comprometida, pero también se cuestiona que Chile tiene una “justicia para pobres” y una “justicia para ricos”. Esta semana salió un fallo en el que empresarios que protagonizaron escándalos de corrupción en el financiamiento de la política, recibieron penas irrisorias y el Estado compensándolos por los costos legales  del juicio. Mientras la mayoría de los presos en este país, como en el resto de América Latina son gente pobre. Respecto a las fuerzas del orden, el principal problema que tiene Chile es que Carabineros, que durante años fue el orgullo de los chilenos, entre otros por los bajos niveles de corrupción, este mito de una policía limpia y eficiente, se ha ido erosionando en los últimos años. Actualmente hay un escándalo de corrupción que involucra a las jerarquías de Carabineros. No como institución, sino a nivel de comisarías y brigadas está involucrado en fenómenos de crimen organizado a nivel territorial. Al mismo tiempo, pierde buena parte de su imagen por los escándalos que derivan de las violaciones de los derechos humanos tanto en la represión de la protesta en octubre del año pasado, como por su violencia contra los grupos mapuches en la Araucanía. El problema que tiene la clase política para reformar Carabineros, es que es autónomo del poder político, se manda solo. El poder político no puede determinar, ni saber en qué lugares del territorio se encuentran, y como se distribuyen en el mismo. Esto genera un problema fundamental para controlar y reformar Carabineros. A partir de los escándalos de corrupción, parte del generalato y de oficiales más antiguos, fueron retirados y hoy quienes los conocen dicen que hay una alta fragmentación dentro de la fuerza, distintos grupos y facciones peleando por el control de la institución. Es el peor escenario para reformar Carabineros, además en el contexto de la protesta social vuelve al poder político rehén de tener a Carabineros en la calle para mantener el orden.

Lo que vemos a partir del 18 de octubre de 2019, es que hay una “fuga” de los medios tradicionales a los medios alternativos. Estos últimos son más comprometidos con la protesta social. En los medios tradicionales lo más visto es deportes y farándula, mientras que buena parte de la información política empieza a circular por medios alternativos.

¿Y los medios de comunicación?

Los medios tradicionales han sido los grandes perjudicados del estallido social, estamos terminando un trabajo sobre patrones de difusión de noticias, provenientes de medios tradicionales, diarios, radio y televisión versus medios alternativos. Lo que vemos a partir del 18 de octubre de 2019, es que hay una “fuga” de los medios tradicionales  a los medios alternativos. Estos últimos son más comprometidos con la protesta social. En los medios tradicionales lo más visto es deportes y farándula, mientras que buena parte de la información política empieza a circular por medios alternativos. El sistema de medios queda muy cuestionado por la forma que hace la cobertura de los primeros días del estallido social. Está cuestionado el sistema político, los empresarios, los medios y Carabineros en contra de la sociedad.

Es de prever que los derechos sociales estén incorporados a la nueva Constitución chilena, así como también el reconocimiento de la multiculturalidad, los derechos de los indígenas y de los pueblos originarios como sujetos de derecho y de ciudadanía reconocidos constitucionalmente.

Seguramente la redacción de la nueva Constitución no será un camino sencillo ¿Se prevé incorporar como derechos básicos, la salud, la educación, la vivienda y la seguridad social?

Es de los grandes debates que vendrán, pero con excepción de la derecha y la centro – derecha hay cierto nivel de acuerdo con la consagración de derechos sociales de segunda y tercera generación, que serán incorporados en la nueva Constitución. Esto tiene que ver con la revisión del rol subsidiario del Estado previsto en la Constitución de los años ´80 (Augusto Pinochet). Esta Constitución se considera uno de los pilares fundamentales del modelo neoliberal chileno. Es de prever que los derechos sociales estén incorporados a la nueva Constitución chilena, así como también el reconocimiento de la multiculturalidad, los derechos de los indígenas y de los pueblos originarios como sujetos de derecho y de ciudadanía reconocidos constitucionalmente.

Plebiscito Nacional 2020 en Chile

El 78,27% de los ciudadanos que votaron en el Plebiscito, aprobaron iniciar el proceso de redacción de una nueva Constitución, mientras que el órgano encargado de hacerlo será la Convención Constitucional, que se impuso por un 78,99%

Etapas del proceso constituyente:

  • 11 de abril de 2021: Elección de convencionales constituyentes.
  • Mayo o junio de 2021: Instalación de la Convención Constituyente.
  • Hasta 9 o 12 meses después: Convención aprueba un nuevo texto constitucional
  • Aproximadamente 60 días después (agosto de 2022 aproximadamente): Plebiscito para aprobar o rechazar nueva Constitución.

Fuente: Página de la Presidencia de Chile.

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