EE.UU.: Amy Coney Barrett termina de inclinar a la derecha a la Corte Suprema de EE.UU.

Este lunes sucedió lo que los sectores progresistas estadounidenses temían: se confirmó en la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos a la magistrada Amy Coney Barrett, quien fue propuesta por el presidente Donald Trump para sustituir a la fallecida Ruth Bader Ginsburg.

El nombre de Barret no fue sorprendente, ya que el mandatario había prometido a sus votantes convertir al máximo tribunal en un bastión ultraconservador, y con su confirmación lo logró.

La confirmación no fue necesariamente mayoritaria en el Senado de mayoría republicana: 52 votos positivos contra 48 negativos.

Inclinación a la derecha

La jueza de 48 años estaba hasta ahora a cargo del Tribunal del Apelaciones del Séptimo Circuito de Estados Unidos, y entre otras cosas se opone al Obamacare (el sistema de salud universal y accesible), el aborto, el matrimonio igualitario, además de ser una confesa seguidora de una secta religiosa que habría inspirado la novela «El cuento de la criada».

La jueza nació en un hogar ultra religioso y sumamente conservador, estudió literatura en el Rhode College, en Tennessee, y luego jurisprudencia en la Universidad de Notre Dame con honores suma cum laude. En 2002 se vinculó como docente de la facultad de derecho de antigua alma mater.

Ha sido constantemente criticada por sus posiciones ultraconservadoras: se opone al aborto, al matrimonio igualitario y ha dicho que el hombre debe ser la cabeza del hogar, estando la mujer bajo su orden, según los mandatos de la Biblia.

Roe vs. Wade

Barret es una férrea opositora al histórico caso Roe vs. Wade, un histórico litigio que se llegó a cabo en la Corte Suprema de EE.UU. en el año 1973. Siendo que la Justicia federal de este país funciona en base a precedentes, este fue un caso paradigmático que despenalizó el aborto voluntario a nivel nacional.

Las transcripciones de todo el caso se pueden leer en este enlace.

Varias encuestas han encontrado de forma consistente que la mayoría de los estadounidenses (más del 60%) están de acuerdo en mantener los alcances de Roe vs. Wade. Es probable que muchas personas recuerden el tiempo antes de Roe cuando los abortos ilegales representaron alrededor del 17% de todas las muertes relacionadas con el embarazo y el parto (y probablemente mucho más que eso, porque los datos sobre abortos ilegales suelen estar incompletos).

Con base en declaraciones públicas y fallos anteriores, es probable que la jueza Barrett vote para al menos restringir los abortos, si no anular por completo al caso Roe. En 2018 votó a favor de defender dos leyes anuladas por un tribunal inferior que exigían que los restos fetales fueran cremados y prohibían los abortos basándose en circunstancias como la discapacidad consabida del feto.

En 2016, Barrett sugirió que, de llegar a la Corte Suprema, podría permitir a los estados aprobar más restricciones al aborto.