En un desordenado debate presidencial, Trump y Biden se dispararon críticas a mansalva
Los dos candidatos se interrumpieron sin parar en un debate en el que se acribillaron mutuamente sin clemencia.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el candidato por el Partido Demócrata, Joe Biden, se cruzaron la noche de este martes en el primero de varios debates previos a las elecciones de noviembre.
En el primer cara a cara televisado, que fue visto por cientos de millones de personas en todo el mundo, el periodista de Fox News, Chris Wallace, intentó calmar en incontables ocasiones a los dos candidatos que tenían tanto que decir que se interrumpían mutuamente y lo interrumpían a él.
En temas como economía, migración, la pandemia del coronavirus, impuestos y corrupción, Biden sacó todo su arsenal para tratar de tirar a Trump a la lona, pero el presidente se defendía con su ya acostumbrado mecanismo de defensa: advertir que todas las acusaciones en su contra son mentiras.
Trump no condena el racismo
Uno de los puntos más remarcables de la noche fue cuando Wallace le preguntó a Trump: «¿Está dispuesto esta noche a condenar a los supremacistas blancos y a los grupos de milicias y decir que deben retirarse y no aumentar la violencia o el número de ciudades con incidentes violentos, como vimos en Kenosha y como hemos visto en Portland?»
«Yo diría que casi todo lo que veo es de izquierda, no de derecha», respondió Trump. «Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa. Quiero ver la paz».
«Entonces hágalo, señor», instó Wallace a Trump antes de que interviniera su rival demócrata, Joe Biden. «Hazlo hazlo. Dilo», arengó Biden.
Trump respondió: “¿Cómo quieres llamarlos? Dame un nombre.»
«Proud Boys», añadió Biden refiriéndose a un grupo de derecha responsable de diversos violentos incidentes racistas.
«Proud Boys. Aléjate y espera», respondió Trump. «Pero te diré una cosa, alguien tiene que hacer algo con Antifa (movimiento antifascismo) y la izquierda porque este no es un problema de derecha… Este es un problema de izquierda».
The Trump-Biden debate, moderated by Chris Wallace, is about to begin. Follow for a video thread. pic.twitter.com/njxCUv51ug
— Aaron Rupar (@atrupar) September 30, 2020
«¡¿Por qué no te callas, hombre?!»
Desde el inicio mismo del debate, Trump aprovechó para calificar de «socialista» y «de extrema izquierda» a Biden, quien fue vicepresidente durante los gobiernos de Barack Obama.
En otro punto caliente del caótico encuentro, Wallas preguntó a Biden si aboliría el obstruccionismo y agregaría nuevos jueces a la Corte Suprema si fuera elegido. Tales medidas dependerían en gran medida de quién gane el Senado, pero el presidente marcaría la pauta y el candidato demócrata ha sido cauteloso sobre su posición.
Biden intentó responder entre constantes interrupciones de Trump, a pesar de que el moderador le había advertido que cada uno tiene dos minutos para contestar con el derecho a no ser interrumpido por el contendiente. En un momento dado, el demócrata perdió la paciencia cuando Trump lo abucheó: «¡¿Por que no te callas, hombre?!», le espetó con vehemencia.
Según comentó Zack Beauchamp, analista en política y corresponsal sénior en Washington DC para el portal Vox, «la respuesta de Biden fue evasiva y aburrida» y Wallace demostró ser incapaz de evitar que esto cayera en el caos». También cree que las interrupciones fueron la estrategia central del presidente para poner nervioso a Biden, y por momentos lo logró.
Por su parte, Domenico Montanaro, analista de Nationa Public Radio en Washington DC, concluyó que «este quizás fue el peor debate presidencial en la historia de Estados Unidos», y agregó: «Trump no se rige por las reglas de nadie, ni siquiera por las que acordó de antemano. Se enorgullece de eso. Pero incluso para sus estándares, lo que Trump hizo el martes por la noche cruzó muchas líneas».
Burlarse de la drogadicción
Incluso para Trump, fue algo totalmente nuevo burlarse del hijo de Biden, Hunter, quien ha tenido por largo tiempo un problema con drogas, y pasar por encima de la muerte del otro hijo, Beau, a causa de un cáncer cerebral en 2015.
Biden, mirando directamente a la cámara, convirtió algo de lo que rara vez habla en un momento positivo y comprensivo: «Mi hijo, como mucha gente que conoces en casa, tenía un problema de drogas. Lo ha superado. Lo ha arreglado. Ha trabajado en ello. Y estoy orgulloso de él».
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