Muere en Argentina niño de 5 años después que sus padres le dieron dióxido de cloro

El Ministerio de Salud de la provincia argentina de Neuquén informó por medio del portal gubernamental que el sábado ingresó a las 00:20 un niño de 5 años al hospital Plottier con un paro cardio-respiratorio y, a pesar de que se le practicaron maniobras de reanimación, falleció cerca de una hora después.

Del interrogatorio a sus familiares, se desprende que el día anterior el niño había consumido dióxido de cloro. Tanto el Ministerio de Salude de Argentina como autoridades y científicos de todo el mundo han recalcado que no se debe ingerir, inhalar, o inyectarse en el cuerpo productos que contengan dióxido de cloro, clorito de sodio, hipoclorito de sodio o derivados, ya que son productos químicos de uso industrial para limpieza y no son, bajo ninguna óptica científica, medicamentos. 

Las recomendaciones a las que se adhiere todo el sistema de salud argentino fueron realizadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Organización Mundial de la Salud (OMS), Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT, Argentina), la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA), y cientos de ministerios de Salud de países de todo el mundo.

Altamente tóxico

El dióxido de cloro es un gas de color amarillento o amarillento rojizo utilizado como blanqueador en la producción de papel, en plantas públicas de tratamiento de agua y en proceso de descontaminación de construcciones (Agency for Toxic Substances and Disease Registry [ATSDR], 2004).

Tanto el dióxido de cloro como el clorito sódico reaccionan de forma muy rápida en los tejidos del cuerpo y, si se ingieren pueden causar fuertes irritaciones en la boca, quemaduras en el esófago y el estómago, cuadros digestivo irritativo severo, náuseas, vómitos, diarreas y además trastornos hematóicos como metahemoglobinemias o hemólisis. Además puede provocar severas fallas cardiovasculares y renales.

La disminución de la presión arterial puede dar lugar a síntomas graves como complicaciones respiratorias debido a la modificación de la capacidad de la sangre para transportar oxígeno (FDA, 2020; ATSDR, 2004).

La inhalación a través de nebulizadores puede causar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis e incluso producir la muerte si se las exposiciones están por encima del valor límite de exposición profesional (OMS y col., 1994; OMS, OIT, 2000). La exposición prolongada puede dar lugar a bronquitis crónica y erosiones dentales. Las concentraciones elevadas pueden ocasionar efectos adversos en distintos órganos (Peck, B. et al., 2011).

Hay una advertencia en la web de la Organización Panamericana de la Salud que se puede consultar aquí.

También ha publicado al respecto la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica es un organismo descentralizado de la Administración Pública Nacional de la República Argentina en este enlace.

Por su parte, la FDA considera que el dióxido de cloro es potencialmente mortal y ha advertido en varias ocasiones a lo largo de varios años en su web.

El dióxido de cloro es promocionado por Andreas Kalker, quien asegura ser biofísico (un título que no existe) y que estudió en la «Universidad Abierta de Ciencias Avanzadas». Este supuesto centro de estudios no tiene respaldo del sistema educativo estadounidense por lo que no cuenta con un portal web «.edu» como las verdaderas universidades y que, además se ha separado del tema del dióxido de cloro, también conocido como «mineral magic solution» (MMS, o solución mineral mágica).

Al ingresar en su web ouas.org, lo primero que aparece ante la vista del internauta es una nota aclaratoria en la cual dicen que «no abogan por el uso médico o terapéutico del MMS» y aseguran que sus títulos son meramente honoríficos y que no son reconocidos por los sistemas educativos tradicionales.