Fuertes protestas en Beirut contra el gobierno tras la explosión de la semana pasada

Dos ministros del gobierno del Líbano han renunciado en las últimas horas después de la crisis social y política desatada por la explosión de un gran depósito con químicos que habían estado almacenados desde hace seis años en el puerto de la capital Líbano.

Primero fue la ministra de Información, Manal Abdel-Samad, quien dijo que renunciaba «dada la magnitud de la catástrofe» y «en respuesta a la voluntad pública de cambio». Horas más tarde, el titular de Medio Ambiente, Kattar Demianos, también dimitió, y medios locales informan que podría haber más bajas en los días venideros.

En las calles, cientos de miles salieron a protestar contra el gobierno que tachan de corrupto. Como respuesta, el Ejecutivo envió a gran cantidad de militares que dispararon gases lacrimógenos y balas de goma contra la multitud para tratar de reprimir.

Las renuncias sugieren que el gobierno asediado puede estar desmoronándose después de la explosión, que mató al menos a 158 personas en Beirut y elevó la ira del público a nuevos niveles. Las manifestaciones son la respuesta de la ciudadanía a un gobierno que ha hecho un manejo de la pandemia del coronavirus deficiente y cuya inacción, al dejar los químicos almacenados durante seis años en el lugar del siniestro, provocaron la catástrofe que se cobró hasta ahora la vida de 158 personas.

El presidente sabía

El Poder Ejecutivo del Líbano sabía de la existencia de una enorme cantidad de explosivos en el puerto de Beirut casi tres semanas antes de que estallaran.

Según publicó el medio británico Sky News, el 20 de julio el presidente, Michel Aoun, fue informado de que 2.750 toneladas de nitrato de amonio estaban almacenados en el puerto y habría dicho a sus funcionarios «hacer lo que sea necesario».

El mortal arsenal había estado ahí desde el final del año 2013, cuando había sido confiscado a un buque de carga que lo trajo de forma ilegítima, pero Aoun aseguró que «no tenía autoridad para tratar los asuntos del puerto» ni sabía «dónde se había colocado» el cargamento.