ACELERACIÓN

EE.UU.: «Nadie me quiere», dice Trump, mientras su país supera las 153.000 muertes por coronavirus

Mientras Trump enfoca sus esfuerzos en la campaña por la reelección, el país sigue siendo el más afectado del mundo por la pandemia.

Foto: Flickr / The White House
Foto: Flickr / The White House

Más de 150.000 víctimas mortales ha dejado el coronavirus en los Estados Unidos, y el número se ha acelerado a pasos agigantados en las últimas semanas a su ritmo más rápido en dos meses.

Según el portal de mediciones World Meters, hasta la mañana de este jueves se han reportado más de 153.800 muertes de los más de 4.5 millones de contagios que se han sumado desde marzo.

En estados como Arizona, California, Florida y Texas, muchos hospitales están abarrotados y otros están al borde del colapso, donde los casos han aumentado drástricamente en las últimas semanas.

Texas registró su mayor número de muertes en un solo día el miércoles, reportando 313 muertes. El estado también confirmó 9.042 casos nuevos el mismo día, la mayor cantidad en casi una semana.

En Florida, ha habido casi 10.000 infecciones en las últimas 24 horas y 217 muertes. California también reportó un récord de 197 muertes durante el mismo período.

Victimización y espíritus malignos

El presidente Donald Trump dio un estrepitoso giro en su estrategia por la reelección, intentando mostrarse menos duro y combativo. Tras el cambio en la cúpula de su campaña, el mandatario ahora habla leyendo guiones previamente escritos por sus asesores y evita hacer aseveraciones que se salgan de lo previsto.

El martes se lamentó de su baja popularidad, que se ubica cerca del 40%, mientras que al mismo tiempo el inmunólogo Anthony Fauci, la doctora Deborah Birx y otros científicos del equipo de asesores de la presidencia contra la epidemia, tienen una altísima aprobación entre la ciudadanía. «Ellos son muy respetados, pero nadie me quiere, debe ser mi personalidad», expresó.

Agregó que Fauci es parte de su administración y que la buena imagen que el científico tiene debería reflejarse en aprobación al gobierno.

El lunes, medios estadounidenses reportaron que Trump anunció su participación en un partido de béisbol al cual en ningún momento fue invitado, hecho que sucedió después de que Fauci había hecho el primer lanzamiento honorífico de un partido entre los Yankees y los Nationals en el mismo estadio en Washington.

También volvió a reafirmar su respaldo a la hidroxicloroquina, un medicamento antimalárico cuya eficacia contra el coronavirus no ha sido comprobada y que ha causado muertes en estudios. En la conferencia de prensa, al ser consultado por este medicamento, afirmó que había «leído mucho sobre la hidroxi» y dijo que el tema se había vuelto político. «Cuando recomiendo algo, les gusta decir ‘no lo usen’», añadió.

Una y otra vez el presidente republicano ha compartido en sus redes sociales videos que contienen material pseudocientífico, y Facebook y Twitter ya le han censurado y borrado varias veces sus publicaciones por compartir información que puede provocar daño a la salud pública. A inicios de semana, publicó en Twitter un video de la doctora Stella Immanuel, quien sostiene que la hidroxicloroquina es un medicamento «milagroso» contra el COVID-19, a pesar de la evidencia científica disponible. Es una doctora caída en desgracia en la comunidad científica debido a afirmaciones descabelladas, como por ejemplo que los problemas ginecológicos son culpa de «tener sexo con espíritus malignos» o que las «mentes reptilianas» han gobernado Estados Unidos.

 

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