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EE.UU.: Más protestas en Seattle y Portland mientras Trump sigue enviando militares para reprimir

Los agentes de policía de Seattle y Portland dispersaron con gases lacrimógenos y golpes a cientos de manifestantes, que rechazan el refuerzo de seguridad enviado por Trump.

La policía de Seattle atacó fuertemente una protestas que se realizaba el sábado en el centro de la ciudad, y fueron rociados con gas pimienta y bombas lacrimógenas cientos de manifestantes que siguen protestando contra la desigualdad y contra el envío de fuerzas militarizadas por parte del presidente Donald Trump. El mandatario ha calificado de «matones» a estos manifestantes que reclaman justicia por la muerte de George Floyd y otras personas afrodescendientes víctimas de la brutalidad policíaca.

Las autoridades policiales de Seattle, la ciudad más importante del occidental estado de Washington, informaron por sus redes sociales que se realizaron 45 arrestos durante esta arremetida policial, acusándoles de agredir a los agentes y negarse a dispersarse.

En una conferencia de prensa, la jefa de la Policía de Seattle, Carmen Best, hizo un llamado «a la paz» y dijo en la rueda de prensa que, hasta ahora, no ha visto desplegados a los agentes de seguridad militarizados que la administración Trump había enviado a la ciudad.

Más disturbios en Portland

A 280 kilómetros al sur de Seattle, en Portland, capital del estado de Oregon, miles de personas se congregaron la noche del sábado también para protestar contra Trump y su decisión de enviar fuerzas federales que tienen como fin apagar las marchas.

A eso de las 21:15 del sábado, hora local (GMT-7), una gran multitud de varios miles empezaron a marchar hacia el Tribunal Federal de la ciudad y otro grupo de personas que venían desde el vecindario de North Portland se dirigieron a la comisaría de la localidad.

La primera marcha se detuvo frente a un hotel Marriot, ubicado en el centro, donde según los medios locales están alojados los agentes federales de Trump, para gritar «¡márchense, federales!» y repitieron los nombres de personas negras muertas a manos de la policía.

La policía local pidió por sus redes sociales que la gente no bloqueara las calles ni caminaran por la calzada de pavimento, ya que eso podría incurrir en delitos de alteración del orden público.

Durante las manifestaciones del viernes, agentes federales lanzaron densas ráfagas de gases lacrimógenos para dispersar violentas protestas que se prolongaron hasta la madrugada del sábado. Según medios locales, al menos seis agentes resultado heridos y una persona terminó detenida.

Oregon es la única ciudad de todo Estados Unidos en donde las protestas han tenido lugar absolutamente todos los días desde que estalló el enojo generalizado por la muerte de George Floyd en Mineápolis a manos de un grupo de policías que le provocaron muerte por asfixia en un arresto por usar un billete falso de 20 dólares.

El sábado se registraron protestas pidiendo reformas de la policía y contra la creciente presencia de fuerzas federales en ciudades de todo el país.

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