Reino Unido suspende tratado de extradición con Hong Kong, elevando las tensiones con China
Gran Bretaña anunció el lunes que suspendería su tratado de extradición con Hong Kong, una movida más de una escalada global de tensiones con Pekín por su polémica ley de seguridad nacional impuesta sobre Hong Kong.
El secretario de Relaciones Exteriores del gobierno británico, Dominic Raab, informó al Parlamento que se suspenderá de forma inmediata el tratado de extradición con Hong Kong, en una movida por proteger a hongkoneses que hayan escapado de su país desde la instauración por parte de Pekín de una nueva ley de seguridad nacional, que pena los delitos de sedición y rebelión como actos terroristas.
Raab anunció que, al mismo tiempo, se mantiene el embargo de armas a Hong Kong. «No consideraremos la reactivación de esos acuerdos, a menos y hasta que haya salvaguardas claras y sólidas, que puedan evitar que la extradición del Reino Unido sea mal utilizada bajo la nueva legislación de seguridad nacional», dijo el jerarca.
La prohibición borra aún más lo que el ex primer ministro David Cameron dijo en 2015 era una nueva «era dorada» de los lazos con China, la segunda economía más grande del mundo.
La semana pasada, el primer ministro Boris Johnson ordenó una prohibición total a la instalación de nuevos equipos en la red nacional 5G de la marca china Huawei, accediendo a las presiones de Estados Unidos y agregando una chispa más a la hoguera de tensiones con el gigante asiático. Aquellas empresas que ya hayan instalado estos equipamientos tendrán hasta 2027 para retirarlos y sustituirlos por otras marcas.
Pulso por Hong Kong
El gobierno británico se ha mostrado consternado y preocupado por la avanzada de la política del gobierno chino, dirigido por el líder comunista Xi Jinping, que pretende dejar en el pasado el concepto de «un país, dos sistemas», siendo China comunista y Hong Kong capitalista.
El territorio semiautónomo volvió a dominio chino desde que el Reino Unido dejó de administrarlo en 1997, pero hasta hace unas semanas gozaba de una relativa calma política y una cierta libertad política. Cuando entró a regir la nueva ley de seguridad nacional, que en realidad se llama «Ley de la República Popular de China sobre Salvaguardar la Seguridad Nacional en la Región Administrativa Especial de Hong Kong».
Según se lee en el artículo 23, queda prohibido «cualquier acto de traición, secesión, sedición, subversión contra el Gobierno Popular Central o robo de secretos de Estado», al tiempo que ilegaliza que «organizaciones u organismos políticos extranjeros realicen actividades políticas en la Región y que las organizaciones políticas u organismos de la Región establezcan vínculos con organizaciones u organismos políticos extranjeros».
Es vista por muchos países como una ley leonina y abusiva que el gobierno de Xi instauró para tomar control sobre el territorio y su economía, pero además para evitar cualquier intento de sublevación.
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